A través del tiempo [YA A LA VENTA EN AMAZON]

CAPÍTULO 2 Supervivencia

KATHERINE

El instinto no sólo lo poseen los animales, cuando el momento llega los humanos también actúan por instinto.

El sentido de supervivencia es igual entre el animal y el hombre, sólo hay una regla para sobrevivir que ambos conocen y respetan: "o matas o te matan o eres el cazador o eres la presa; Y yo, seré el cazador".

Comencé a sentirme mareada, el dolor de cabeza llegó después, mi visión se tornó borrosa y mis manos se sentían como si mil agujas estuvieran perforando mis palmas, mis piernas temblaban, mi cabello alborotado se agitaba con el fuerte viento y apenas podía mantenerme en pie, sentía que en cualquier momento podría desvanecerme en el piso, mis ojos se cerrarían, estaba tan débil, un frio calo mis huesos y en el horizonte un estruendoso ruido llego a mis oídos, el mismo sonido que había escuchado minutos después de llegar a este lugar sintiéndome terrible, los segundos pasaban y los síntomas que tenía desaparecían poco a poco, camine hasta la sombra de un árbol y me recosté para que el dolor terminara, abrí los ojos y comencé a caminar.

- Me pregunto en dónde estoy, qué hago aquí - Pensaba mientras mi mirada divagaba a mi alrededor -.

El aire se sentía más ligero, mis pisadas se marcaban en la suave tierra, los tenis negros que llevaba se ensuciaron muy rápido llenándose de fango, el pantalón holgado beige estaba lleno de polvo y hojas secas por estar sentada bajo aquél árbol, la blusa de cuadros de mi pijama tenía restos de virutas de corteza pero no las quite porque sabía que me seguiría ensuciando, la civilización era nula por lo que podía observar a mi alrededor, mi cabello estaba alborotado a pesar de que no era tan largo, seguí caminando y note que mi respiración era algo agitada, las hojas crujían bajo mis pies y delante de mí, después de tanta caminata observe un arroyo, en ese momento mi lengua suplicó por un trago de agua, los árboles se alzaban imponentes ante mí y el camino de tierra que llevaba hacia abajo, hacia ese arroyo era hermoso, la poca agua que estaba ahí era cristalina y se veían las rocas debajo, el brillo del sol penetraba en sus aguas, se veían tan limpias y puras, en comparación con la contaminación de las aguas de mi pueblo y sólo podía pensar.

- ¿Seguiré en México? Si es así, estas son mis tierras, ¡Qué pena! mi familia no está aquí para apreciar esta belleza tan natural, todo es tan hermoso -.

La belleza de mi tierra se observaba en cada rincón de este salvaje lugar.

- ¡Qué preciosidad de lugar! - Dije en voz alta, pues sabía que nadie en kilómetros a la redonda podría oírme -.

El cantar de las aves inundaba mis oídos y las bestias a lo lejos se ocultaban entre la maleza, no paso mucho tiempo cuando reaccione y baje lentamente hasta el arroyo, mis manos inmediatamente se llenaron de tierra, no fue un problema lavarlas en aquellas aguas, mismas que estaban en calma, era tan pacifico, quería sentirme de la misma manera, pero había un problema que no me dejaba tranquila, el no saber en dónde me encontraba alejaba la tranquilidad de mi mente, al otro lado del arroyo había un gran cerro, y como las aguas eran mínimas cruce y me refugie en una cueva al otro lado.

- Esta cueva será mi nueva guarida, un lugar que me protegerá durante mi estancia en este inhóspito lugar - O eso pensaba -.

Las rocas se sentían resbaladizas, estaban llenas de musgo y lama que le daba un toque parecido a la gelatina.

***

Un mes atrás

Escuche como una puerta se abría y me llamaban, era Kaylie que acababa de llegar a mi casa porque yo la había llamado diciéndole que tenía algo muy importante que contarle y ella acudió a mi llamado, escucho como mi abuela habla con ella y escucho sus pasos acercarse hasta que veo su silueta entrar por mi puerta, ella es mi mejor amiga y por eso la llame solo a ella.