Annie había decido faltar a clases ese día, Mara se había hecho pasar por su tía por teléfono y había avisado que se encontraba enferma, como no era común que ella faltara a clases los profesores no hicieron más preguntas, Mackenzie los había transportado hasta su apartamento, Annie se encontraba mejor, pero Kitsune reposaba en su cama y no había despertado desde la noche anterior. Mara les había preparado algo de comer, pero Annie solo jugaba con la comida pensativa y cabizbaja, Mara al verla de esa forma se sentó a su lado y le coloco la mano en el hombro para hacerle saber que estaba con ella.
–¿Qué sucede? –
–Mara ¿Cómo es que Mackenzie y tú pueden vivir juntas si tú no eres una bruja? – Mara sonrió un poco
–Eso es porque no vivimos en el mundo mágico sino aquí, ella conserva magia básica que extrae de mí y eso lo hace porque yo pude amaestrarla hace tiempo– Annie se quedo en silencio un momento, apretó los puños con una expresión de tristeza en su rostro
–¿Cómo puedo hacer para que Kitsune sea más fuerte? Si él consigue más magia podría derrotar a sus enemigos sin ponerse en peligro, además así podrá encontrar a su ama más rápido y no saldrá lastimado por defenderme a mi– Annie sonaba triste al intentar contener las lágrimas, Mara le hizo cariño en la cabeza –Sé que dijeron que hay método y que es peligroso, ¿puedes decirme cuál es? No importa que tan malo sea quiero escucharlo–
–Escucha Annie me gustaría decirte, pero la verdad –Mackenzie carraspeó un poco –es que no lo sé– Annie se dio cuenta que Matra estaba mintiendo, peor no quiso presionarla más, suspiró resignada y regreso al cuarto con una mirada de desolación en su rostro, Mackenzie abrazó a Mara por la espalda
–Mara debemos respetar los deseos de Kitsune– Mara asintió mientras le hacia cariño en el brazo a Mackenzie
Annie se arrodilló al lado de su cama mientras Kitsune dormía bocabajo porque tenía la espalda quemada, ella veía la herida que se había hecho por su culpa, una lágrima corrió por su mejilla y ella la limpio de inmediato, extendió su mano hasta la gaveta de su mesa de noche y saco de allí un pequeño botiquín de primeros auxilios, ella rebusco entre los medicamentos hasta encontrar una crema para quemaduras, ella dudo un momento sin saber si aquella crema podría servirle a un animal mágico como él, con cuidado le coloco un poco con la esperanza de disminuir su dolor
–Lamento haber caído de forma tan tonta en la trampa de esa mujer araña, no quería que salieras lastimado y lo único que logre fue ponerte en peligro, si pudiese devolverte a tu mundo o encontrar a tu ama te juro que lo haría– ella le hizo cariño en la cabeza y le beso la mejilla –Descansa un poco por favor–Kitsune abrió los ojos al sentir el cariño de ella y le sonrió –Lo lamento, no quería despertarte–
–Me alegra saber que estás sana y salva, por un instante dude de las palabras de esa araña, no sabía si ese antídoto era real– Annie se quedó en silencio, él se trató de levantar, pero ella lo detuvo preocupada
–No te levantes de esa forma, quédate acostado, si no descansas tus heridas no van a sanar–
–Tú también debes descansar y estoy en tu cama ocupándola, yo puedo descansar en otro lugar– Ella negó con la cabeza y lo insto a seguir acostado
–Yo iré a dormir al otro cuarto, quiero que duermas aquí tranquilo, fue una pelea muy fuerte, si Mackenzie y Mara no hubiesen estado quien sabe que te hubiese pasado– Annie sonaba triste, intentaba que su voz no se quebrara tanto para no preocupar a Kitsune –Lamento no ser más fuerte, lamento no poder defenderte y lamento más que no pueda hacerte cumplir mi deseo pronto para no ponerte más en peligro– Annie se cubrió el rostro mientras lloraba y Kitsune la vio preocupado, él se sentó con cuidado en el borde la cama
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Zorro amaestrado
FantasyAnnie es una persona que le cuesta relacionarse con otras personas e incluso hacer nuevos amigos, pero todo cambia cuando, después de sonar un cascabel, aparece un zorro mágico dispuesto a cumplirle sus deseos para poder volver al mundo mágico y enc...