Capitulo 1: La Montaña del Zorro

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El sol comenzaba a salir empezando a calentar la tierra con su luz y despejando la oscuridad de la noche.

Los animales, las personas y las plantas comenzaron a reaccionar a esto, todos listos para empezar su día.

Pero alguien se había levantado primero que todos en la ciudad de Musutafu.

A varios kilómetros de distancia de la ciudad se encontraba una montaña, y en esa gran montaña está el protagonista de esta historia.

Entre los árboles del denso bosque de la montaña, un borrón verde, blanco y negro pasaba entre ellos y también los utilizaba para saltar y moverse por la copa de los árboles.

Este borrón que tenía una forma vaga de una persona, se movía a altas velocidades y no solo eso, pues sus tiempos de reacción eran inhumanos.

Pero?.

¿Porqué este ser estaba corriendo tan rápido?.

Pues debido a que estaba cazando.

Sip, como lo escucharon.

Está persona o cosa estaba cazando.

Su presa era un conejo blanco el cual no pudo más y al final un pequeño cuchillo arrojadizo se clavo en su cabeza, matandolo de manera inmediata.

Segundos después de la muerte del animal, la figura cayó al lado del ahora cadáver.

Arrodillándose tomo al animal muerto para después colocarlo en un pequeño saco que traía con sigo.

-Con eso bastará por ahora, suerte que no entro a la madriguera- dijo la figura poniéndose en pie.

Este ser media 176 centímetros de altura, vestía un yukata tipo samurai que consiste en la parte superior negra y la inferior negra, atado por un Obi rojo sangre, mientras que encima portaba un Haori negro con llamas verdes y con el kanji de Kytsune en grande, lo único que faltaba eran las típicas sandalias de madera, ya que no le gustaba usar ningún tipo de calzado.

Por otro lado su cabello y ojos verde esmeralda eran bastantes inusuales, sobre todo por la forma que su cabello tenía ya que el color estaba distribuido de tal manera que parecían llamas, este mismo suele atarlo en una cola de caballo no muy grande.

Finalmente sus rasgos más llamativos, eran sus orejas y sus 6 colas de zorro del mismo color que su cabello pero sin ese patrón de llamas, sus uñas de manos y pies que en realidad eran garras, tienen un color verde oscuro.
Junto con todo esto en su rostro había una marca de nacimiento que parecían llamas, pero estas eran de color rojo carmesí.

-Sera mejor que regrese- se dijo a si mismo antes salir corriendo a una velocidad más lenta que antes, pero igual iba muy rapido.

Durante su trayecto se detuvo en un conjunto de casas que parecían estar amuralladas.

En la entrada había una mujer de pelo violeta que tenía una blusa morada de manga larga que tenía escrito en grande la frase "Vuela alto", unos leggins negros con líneas amarillas a los lados, tenis negros con blanco y un Haori que parecía ser las alas de una mariposa.

-Ara Ara, Buenos días Izuku-kun- saludo la mujer al ver a nuestro protagonista verde.

-Buenos días Shinobu-san- contesto el saludo el chico zorro.

-Veo que vienes de cacería verdad?- pregunto amablemente

-Jaja, si, ya sabes el abuelo me dice que tengo que estar más en sintonía con mi lado animal para ser más fuerte y poder ayudar a otros- fue la respuesta del peliverde.

-Como siempre, queriendo ser un héroe- comento la mujer.

-Si, y ¿Cómo están las cosas por aquí?- pregunto muy curioso, mientras ladeaba la cabeza.

La mujer solo le sonrió, pero por dentro estaba gritando Kawai, debido a lo lindo que se veía.
Pues debido a sus rasgos de zorro, su rostro, colas y orejas tendían hacer muy expresivos, incluso si el no quería.

-No hemos tenido muchos pacientes, eso es un indicador de que la gente del pueblo se está cuidando mejor- contesto mientras se daba la vuelta para agarrar una escoba que estaba en la pared.

-Supongo que si- le dijo con una sonrisa.

La Finca Mariposa, este era prácticamente el hospital del pueblo, la familia de Shinobu construyó este lugar hace ya casi 100 años.
Al principio era una finca para la familia común y corriente, pero debido a que en el pueblo no contaban con muchas clínicas médicas, la abuela de Shinobu uso los recursos a su disposición para convertir este gran lugar en un Hospital completamente legal.

-Deberias venir a visitarnos uno de estos días Aoi y las trillizas te extrañan- dijo la pelivioleta mientras comenzaba a barrer la entrada.

-Me extrañan a Mi o a usarme cómo su peluche personal- fue la respuesta del zorro.

-Un poco de ambas diría yo- le dijo a la nada con una risita.

-Nos vemos Shinobu-san- dijo Izuku para saltar otra vez al bosque.

La mujer miro un por momento a la dirección por dónde se fue el chico zorro.

-Quien diría , que el pequeño niño que traían por qué se lastimaba entrenando ahora sea un joven alto, fuerte, guapo, Lindo y Muy Ca- se detuvo sus pensamientos abruptamente -Mejor me concentro en barrer, antes de que necesite algo de agua fría- se dijo a si misma.

Por otro lado el peliverde había llegado, al pueblo y corría a gran velocidad entre las personas mientras saludaba a unas y se disculpaba con otras.

El pueblo podía poco más de 30mil habitantes.

Si Bien esto era un número muy alto para un pueblo, actualmente no lo era esto debido a que hace casi una década una constante sobrepoblación mundial  se detuvo dejando a las ciudades más pequeña con más de un millón de habitantes.

Salió del pueblo y entro de nuevo al bosque, siguió saltando en los árboles y corriendo en el suelo de vez en cuando a 4 patas.
Luego de unos 5 o 6 minutos llegó a una linda casa de madera de 2 pisos.

En la entrada había una hermosa mujer peliverde que vestía un suéter rosa y debajo se podía ver una blusa blanca, en la parte inferior de su cuerpo llevaba una falda azul marino algo ajustada.

-Tardaste más de lo que pensé, Cariño- dijo la mujer mientras se levantaba del suelo.

-Perdon, mamá, me encontré con Shinobu-san y hablé un poco con ella- contesto algo avergonzado.

-Vamos a dentro, hay que hacer de comer- dijo la madre del chico.

Ambos entraron a la casa, siendo la madre quien guío el camino a la cocina.

Aunque de vez en cuando la mujer daba un ligero contoneo a sus caderas el cual no duraba más de 3 pasos.

Esta acción atrajo la atención del chico, quien desvío la mirada súper sonrojado, pues eso le traía recuerdos de cuando tuvo su primer celo.

Se envió un momento para ver un altar con la foto de un hombre de cabello blanco en el centro de este mismo.

Este era su fallecido padre, el hombre murió cuando Izuku tenía 6 años.

Según lo que le contaron, el hombre había quedado atrapado en la batalla de un héroe novato y el villano ToxiChain.
Luego de eso su salud se deterioro mucho por lo que se fueron a vivir a este lugar en paz.

Pero Izuku sabía que algo más estaba pasando y que el culpable de esto moriría.

Dió una leve reverencia y se fue a comer junto con su madre y abuelos.

Y así está es la vida de Izuku Midoriya, el que los lugareños llaman el zorro esmeralda.

Pero pronto su vida va a cambiar drásticamente y personas irán tras el ya se para cosas buenas, malas o nada santas.

Fin de Capítulo.

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