Capitulo 2: Vamos a la Ciudad

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Inko estaba en el corredor trasero de su casa simplemente viendo el paisaje y suspirando una que otra vez.

Repentinamente fue sacada de sus pensamientos por un fuerte golpe en su cabeza.

Al girarse pudo ver a su agresor y se dió cuenta de que era su madre.

-Deja de fantasear con tu hijo y tú teniendo relaciones, sabes muy bien que lo de ese día fue un accidente- reprendió la mujer a su hija.

-Pero como olvidar ese día, además viste su tamaño, no es como si pudiera decir que no me gustó y que oww- su explicación fue cortada repentinamente por otro golpe de su madre.

-Recuerda lo que te dijo Shinobu aquella vez, tuviste suerte de no quedar embarazada, pero que si ambos volvían a hacerlo sin la necesidad de que Izuku estuviera en celo, quedarías embarazada de manera definitiva- dijo duramente la mujer mayor.

Inko solo pudo dar otro suspiro pero está vez de decepción, sabía perfectamente a lo que se atenía, pero para ser honesta no le importaba.

De hecho, consideraba un plus volverse a embarazar, después de todo su hijo estaba por asistir a la academia UA para convertirse en un héroe.

Y se sentiría la falta de otra persona en la casa y era sería la mejor manera de llenar ese lugar.

Y otro golpe está vez mucho más fuerte que el anterior sonó en el lugar.

Inko miro con ojos llorosos a su madre con el puño a la altura de su rostro, demostrando que fue ella quien la volvió a golpear.

-Tan obvia fui?- pregunto la peliverde menor.

-Un poco más y tus pensamientos serían visibles- dijo con un poquito de ira su madre.

Mientras esté par estaba discutiendo lo que era y no era moralmente correcto.

En la casa Izuku se estaba vistiendo para ir a la ciudad de Musutafu.

El zorrito verde suele ir de vez en cuando a pasear por la ciudad para no ser el típico pueblerino que no sabe nada de lo que hay en las grandes ciudades.

Su ropa consiste en solo una camiseta blanca lisa y unos shorts negros con 6 bolsillos.

No llevaba calzado alguno debido a las garras de sus pies y porque no le gustaban.

Si bien cuando estaba en la montaña suele usar kimonos y rara vez un abrigo, en la ciudad hace más calor por lo cual va con ropa un poco más suelta por así decirlo.

Esto se debe a que principalmente se crio en un entorno frío y es más propenso a padecer golpes de calor por altas temperaturas, por lo que tiene que estar lo más fresco posible.

El chico tomo su billetera, se despidió de todos en la casa y se fue en dirección a la ciudad de Musutafu.

Después de unas 4 horas y media en tren, llegó a la ciudad.

El zorro comenzó a deambular por cualquier lugar que pudiera, mientras compraba algunas cosas para comer, como manzanas acarameladas, helados y algunas bolsas de papas fritas.

Tenía un metabolismo bastante rápido y además parecía tener un estómago bastante grande.

Mientras caminaba sin rumbo, sus orejas captaron el sonido de una batalla, sabiendo perfectamente que se trataba de un enfrentamiento entre un héroe y algún villano, corrió para ver el encuentro.

Mientras avanzaba hacía el lugar del enfrentamiento, redujo su velocidad hasta detenerse.

Miro por encima de su hombro a un hombre alto y algo musculoso, lo llamativo del sujeto era un ligero tambaleó en su caminar.

EL ZORRO ESMERALDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora