Yeonjun aparcó el auto frente a la casa de los hermanos Lee, Beomgyu se notaba muy tenso y asustado por lo que fuera a pasar, cualquier cosa que fuera a decir el mayor el sabía que no estaba listo para escucharlo, esa era la corazonada que estaba sintiendo.
— Gyu... — Comenzó Yeonjun mientras apresaba las manos del menor en las suyas — Realmente no sé cómo decirte esto pero se que es importante, no quiero que llores o mucho menos que sientas que es tu culpa porque nada de lo que voy a decir es responsabilidad tuya.
— ¿Puedes dejar de darle vueltas a lo que quieras decirme? — preguntó Beomgyu en un tono desesperado.
Una de las manos del mayor se posó en la mejilla del chico frente a el, lo miraba como si fuera lo único que amara en el mundo y era verdad, para Yeonjun, Beomgyu era lo único y lo que más amaba en el mundo.
Acercó su rostro y juntó su frente con la de Beomgyu.
— Te amo, por favor prometeme que nada cambiará entre nosotros.
Yeonjun tomó una gran bocanada de aire y volvió a hablar aún con sus rostros juntos.
— Me tengo que ir a Estados Unidos
Beomgyu alejo su rostro en un segundo mientras trataba de procesar esa corta frase.
"Me tengo que ir a Estados Unidos"
A Beomgyu le cayó como un balde de agua fría, el no se imaginaba una relación a distancia.
Su primera y más bonita relación se estaba convirtiendo en una relación a distancia.
Beomgyu había escuchado de muchas parejas que terminaban por la distancia y el no quería que pasara eso.
— ¿Cuánto tiempo? — Respondio beomgyu mientras miraba el parabrisas del auto.
— Tres años, me ofrecieron unas prácticas de gastronomía en uno de los mejores restaurantes de New York y es algo que me va a ayudar mucho para impulsar mi carrera como chef y te lo tenía que decir a pesar de que no es mucho tiempo.
— ¿Que no es mucho tiempo? Yeonjun son tres años, tres malditos años.
Para ese punto Beomgyu tenía sus ojos cristalizados y al borde del llanto.
— No llores... — Susurró Yeonjun mientras colocaba nuevamente sus dos manos en las mejillas del menor — Por favor no llores, no quiero verte así...
Beomgyu no entendía, el mayor le pedía que no llorara, ¿Qué más podía hacer? El no podía detener a su novio de cumplir sus metas en la vida, eso sería muy egoísta pero tampoco quería verlo irse y dejarlo solo, tal y cómo antes de conocerlo.
— Necesito pensarlo, por favor Yeonjun — El menor se alejo y abrió la puerta del auto — Dame un tiempo.
Beomgyu salió del auto y cuando cerró la puerta fue corriendo directo a su casa la cual estaba enfrente.
Cuando entro lo primero que vio fue a Heeseung mirándolo desde la puerta de la cocina y sin dudarlo dos veces corrió a abrazarlo mientras rompía en llanto sin dudarlo.
— ¿Qué sucede hermanito? — Susurró heeseung mientras acariciaba el cabello del menor suavemente
Beomgyu no pudo hablar, solo lloraba como si no hubiera un final, toda el agua que había consumido ese día estaba desbordándose en lágrimas.
— Esta bien, no digas nada, puedes llorar y sabes que yo no voy a juzgarte, cuando estes listo te escucharé.
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// Mucha narración, igual creo que actualizo más cuando se me antoja que los miércoles (día de actualización) JAJAJA
