Admirador secreto

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Dedicado a Dazai_Osamu_02 porque le dije que subiría más de este shipp y ya llovió de eso, perdón !!

Sigma se sentía realmente estúpido, su torpe corazón había concluido que enamorarse de Gogol era una buena idea, de ese estúpido payaso, alguien que siempre tomaba todo como una broma, era imposible que confesara sus sentimientos, es decir, Gogol se burlaría en su cara, no le daría más armas para sus bromas tontas.

Pero aún con todo eso, el dolor iba en aumento, ver cómo coqueteaba con personas al azar, que aun cuando Fyodor dijera que la discreción era lo más importante, era normal ver a Gogol llegar tarde o hasta el día siguiente. Sigma sabía que él no le debía nada, ni siquiera era consiente de sus sentimientos, pero aun así sufría, tanto que a veces lloraba hasta quedarse dormido, era un tonto, uno tan enamorado que tenía que aguantar el dolor.

***

Pasados unos días en los que vivió en la casa que compartía la decadencia, fue el momento de Sigma de mudarse a su amado casino, tal vez el trabajo se encargaría de sacarle esos sentimientos y más o menos lo hizo, ya que no pasaron ni tres días cuando a su oficina le empezaron a llegar regalos.

El primero fue un ramo gigante de rosas, — ¿Quién mando esto? — preguntó a sus empleados que no tenían idea de cómo harían pasar eso por la entrada del casino, — Dejo una nota — comento Alguien antes de dársela a Sigma.

«Eres la luz en mis momentos oscuros, mi pequeña paloma que surca los caminos de la libertad, desearía estar contigo» ese era lo que decía, alguna especie de admirador, Sigma había leído sobre ellos, pero jamás espero tener uno, es más creía que eran fantasías de alguna clase, pero él tenía el suyo, — ¿Qué hacemos con esto? — preguntó un empleado, — Desármenlo y después llévenlo a mi habitación — pidió antes de irse con la nota.

El siguiente regalo fue un ramo de galletas, eran bastante populares por internet y a Sigma le encantaron, venían con otra carta.

«Hice las galletas yo mismo, no encontré a nadie que pudiera hacer un trabajo digno de ti aunque no sé si mis habilidades sirvan de algo».

Un libro antiguo, que marco con todas las cosas que él pensaba sobre Sigma.

Después fue un traje, de color blanco, con incrustaciones de diamantes, decoraciones en dorado y una suave, pero brillante, era una prenda bellísima, aparte de tener la carta más personal de todas.

«Amo está prenda, resalta su belleza, pero la verdad es que creo que usted ya es perfección, me gustaría poder verlo sin ningún tipo de impedimento, pero sentiría celos al saber que alguien más podría verlo».

El tipo estaba pidiendo verlo sin ropa y era obvio que no solo estaba pidiendo ver, esto le parecería ofensivo a Sigma de ser cualquier otra persona, pero era su enamorado, alguien que hacía latir su corazón mil veces más que como lo pudo hacer Gogol, además mostraba un interés real en él, preguntaba sobre sus gustos, sueños, sus problemas y a veces servía como un desahogo, aún no se habían visto y ya lo amaba, no había podido conocerse en persona por cuestiones de trabajo, había tanto que hacer en el casino, que apenas si tenía energía para escribir sus cartas y de vez en cuando tener llamadas telefónicas.

Pero su admirador era tan paciente, un hombre comprensivo y que jamás le exigiría más de lo que Sigma puede dar, aparte que siempre lo hacía reír, su amado Iván.

Pronto dejaría de ser un misterio, se encontrarían en una fiesta que se daría en el casino, muchas personas importantes vendrían, sería el primer gran evento de Sigma, preparó todo y se puso el traje que Iván le regaló, amarró su cabello con dos trenzas que imitaban una diadema y una coleta alta, Iván había dicho que amaba su cabello largo y deseaba verlo de nuevo, así que Sigma quería hacer algo lindo con él.

Fav Shipp:  SigLaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora