Primer beso

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Este es el final de esta semana shipp, la escuela me exige muchísimo por mi final de semestre, pero aún así soy muy feliz por lo que estoy haciendo.

Gogol se había alejado de Sigma con el plan de salvar su vida, sabía que encontrar un alma gemela no sería posible, no para el mundo en el que vivían, pero para uno rediseñado sí. El libro haría cualquier cosa realidad, no cambiaría el plan de Fyodor, solo pondría que Sigma tendría un alma gemela, entonces su corazón sanaría, viviría feliz para siempre ¿Verdad?

Entonces ¿Por qué no se lo pedía a Fyodor? El tiempo de Sigma se acababa, pero no podía con la idea de perder el amor de Sigma, deseaba salvarlo, pero no perderlo, era un sentimiento egoísta, su amor por Dimitry jamás se iría, aquel hilo rojo lo ataría de por vida, aún cuando a veces quiso salir del dolor de su amor, deseo tener algo nuevo, a alguien diferente, una nueva oportunidad para vivir, sabía que Dimitry odiaria verlo así y Sigma era perfecto para Gogol, parecía que casi eran almas gemelas, pero no lo eran y jamás lo serían, es por ello que debía salvar a Sigma, evitar perderlo como una vez su egoísmo le quitó a Dimitry.

Pero sus planes y los de Fyodor no coincidían.

— ¿Cómo que no puedes? — preguntó confundido a lo que Fyodor negó,— Un alma gemela es alguien que te ama sobretodo, podría matar por tu bien y tú felicidad, aquí te pregunto ¿Qué haría el alma gemela de Sigma? ¿Crees que lo dejaría seguir adelante con nuestros planes? Además no porque sea su alma gemela se va a quedar con él — ese último comentario confundió a Gogol, así que Fyodor decidió ser más claro,— ¿Quién es la persona que más Odia Sigma? Al hombre que lo creo, ahora imagina estar atada a esa persona, estar obligado a amarlo, y no puedes tener a nada, ni a nadie más porque naciste para cumplir sus fantasias. Eso es igual a esclavitud y tú bien sabes Gogol, que el amor no encadena, libera — con eso último, Gogol se dió cuenta de lo estúpido de su plan.
Hacer un novio de la nada para Sigma lo mataría en vez de salvarlo, pero al saber esto, se daría cuenta de que había regresado al principio, Sigma moría del Hanahaki y Gogol no podía hacer nada.

El tiempo era escaso y pronto el plan de Fyodor que incluía la muerte de Gogol estaba en puerta y sin el en el mundo, Sigma enfermería más rápido y aún cuando eso significará cambiar todos sus planes desobedeció la orden de Fyodor.

Cuando la motosierra llegó cambio su cuerpo por el de alguien más y después fue a buscar a Sigma, lo cual fue una suerte ya que evito que lo asesinaran, la verdad es que nunca pensó que el plan de Fyodor sería asesinar también a Sigma.

Pero el hecho de que creyera que ambos estaban muertos ayudaba a su plan.

***

Sigma ahora que estaba con Gogol empezó a toser más, hasta puntos en dónde le era imposible levantarse de la cama.

— Lo lamento... — se disculpaba Gogol, sabía que todo eso era su culpa, al querer ayudar a Sigma, lo estaba lastimando, el cual sonreía,— ¿Dónde está mi payaso que hacía chistes y malas adivinanzas? Este hombre todo serio no me gusta, no me puedo enojar con él — decía en broma a lo que Gogol reía,— Es que eres muy normal para gastar mi tiempo — era su respuesta buscando una forma de hacer enojar o reír a Sigma,— ¿Yo normal? Más bien tu eres anormal — de alguna forma eso les levantaba el ánimo, pero es difícil ser positivo cuando el tiempo se está acabando.

Sigma era el que mantenía la moral alta, pero la verdad es que cada día se veía más enfermo,— No me arrepiento de amarte Nikolai, ni de lo que me está pasando. Está fue una gran vida, aunque corta y todo es gracias a tí — explicaba a lo que Gogol negaba a aceptar esa despedida,— ¡Te estás muriendo por mi culpa! — grito un día lo que Sigma respondió,— No es tu culpa, nadie elige de quien se puede enamorar, el hilo es quien lo decide y ha decidido lo que somos... Antes me dolía, pero creo que está bien, de no ser así jamás te hubiera conocido — Sigma parecía ser más sensato que antes, tal vez porque iba a morir y quería dejar todo listo, no deseaba lastimar al hombre que amo, muchos menos hacerlo sentir culpable.

Por otro lado Gogol no tenía idea de que hacer, Sigma lo amaba, pero el hilo rojo lo mantenía para siempre atado a Dimitry, había días en los que se preguntaba si su amor fue real o ahora era una cadena.

Lo que sabía era que salvaría a Sigma.

***

La pelea final acababa de suceder, la agencia lo tenía y ahora solo faltaba dejarlo en un sitio seguro en dónde no caería en las manos equivocadas.

Atsushi lo tenía, pero de la nada este desapareció, dejando tras de si una nota.

« En un rato se los regreso.

Gogol 🃏»

El pánico entro, ¿Qué haría un ex miembro de la recién disuelta decadencia de los angeles con ese libro?.

— No va a pasar nada — dijo Ranpo a lo que todos lo miraron confundido,— En el mundo existen tres cosas por las cuales hacer estupideces así y créanme no es mi dinero, ni poder lo que busca — fue todo lo que dijo el detective antes de sacar una paleta de su bolsillo.

***

Gogol se encontraba con el libro mientras las lágrimas caían,— Se que tú me querías ver feliz y libre... No te he dejado de querer Dimitry, pero tengo que seguir adelante... Tu lo habrías querido así — después de decir esas palabras comenzó a escribir.

***

Sigma se encontraba en la cama de la casa “ prestada” que Gogol consiguió para su recuperación, consiguió un tanque de oxígeno también “ prestado” el cual usaba para mejorar su respiración que día a día se dificultaba por el Hanahaki, pero de un momento a otro fue molesto, es más sentía que tener el oxígeno directo lo estaba asfixiando, como si antes hubiera tenido sed y ahora le tirarán baldes de agua en la cara sin dejarlo poder respirar.

Era una sensación horrible, además que su pecho se sentía extraño, sentía dolor, no era como el de antes, como si tuviera un alimento atorado, cosa que no tenía sentido ya que hace dos días empezó a comer por sonda debido a que ya no tenía fuerzas para comer.

Sigma se quito la máscara, y después se puso a toser, espero ver sangre como siempre, pero está vez solo salieron los pétalos y luego parecía que no había pasado nada, aún dolían sus pulmones, pero no era como antes, se sentía libre, la presión ya no estaba.

— Nikolai... — llamo con la energía que aún tenía, intento recordar su rostro, sus ojos, sus labios, sus besos y hasta sus caricias, nada de había ido, su corazón le latía aún con fuerza, seguía enamorado.

Antes de poder procesar todo, Gogol apareció en la habitación con su poder.

Se veia cómo siempre, con la única diferencia es que ya no tenía su hilo rojo del destino,— Nikolai... ¿Qué hiciste?— preguntó Sigma a lo que Gogol sonrió,— Te amo... — las palabras salieron con tal sinceridad que parecían increíbles, Sigma estaba confundido,— ¿Qué? — preguntó esperando escuchar cualquiera cosa menos una confirmación,— ¡Te amo Sigma! — grito otra vez antes de tomar el rostro de su amado y besarlo.

Lo hizo con pasión, una pizca de ternura y con algo que de curiosidad. Gogol ya había besado antes a Sigma, pero se sentía diferente, se sentía especial, único, hecho para Sigma.

Era su primer beso de amor, no era un amor prestado por Dimitry, ni por soledad, era su primer beso exclusivo para Sigma, para el amor que tenía Gogol para el ex dueño del casino, y nada mas para él.

« Nikolai Gogol será libre de la cadena del hilo rojo, buscará a su alma gemela por si mismo, sin ninguna guía »

Fav Shipp:  SigLaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora