Nada es tan fácil ✓

45 3 0
                                    

Y de Marina, de la única persona que jamás hubiera pensado en besar...
Después de besarnos nos quedamos abrazadas durante un buen rato.
Estábamos extasiadas.. estaba disfrutando de aquel momento como creo que jamás lo había hecho antes.
Cuando acabamos de abrazarnos me acarició el pelo.
Era preciosa con una sonrisa increíblemente bonita, unos labios perfectamente delicados, un pelo castaño oscuro que tenía luz propia, y una mirada que hacía que inconscientemente me entrarán unas cosquillas en el estómago que me tiraban hacía atrás.
¿Me estaría enamorando de Marina?
No, no podía ser. Teníamos una amistad muy bonita y no podíamos estropear eso, por muy bonito que fuera todo lo que había pasado.
No podía permitir que esa amistad se fuera al traste.
Y entonces ella se vino abajo.
- ¿Pero que ocurre?
- No podemos hacer esto Amanda. No está bien, somos amigas y me siento mal por Lu.
Lu la puñetera Lu, una chica que no la merecía una chica que ya me caía mal y todavía no la conocía. Una chica que no la valoraba nada.
- Tranquila Marina lo entiendo no te preocupes, no quería nada de que esto pasará, se nos ha ido de las manos. Sólo espero que esto no haga que perdamos nuestra amistad.
- No claro que no, pero prométeme que esto quedará entre nosotras.
- Claro que sí, ya lo sabes.
En ese momento nos volvimos a acercar mucho, con ganas de volvernos a besar, ella me agarró el culo y empezó a comerme el cuello y yo le agarre también el culo.
Que bien tocaba jdr.
- Mierda Amanda, no podemos hacer esto, de verdad que no.
Y me abrazó y nos quedamos abrazadas viendo una película mientras ella me acariciaba el pelo.
Cuando acabó la película empezó a agarrarme el culo otra vez, y yo empecé a comerle el cuello con muchas ganas.
Además con Marina era tan fácil...
Ella jadeaba y yo también.
Y me besó, me beso con una pasión que jamás lo habían hecho, de forma muy delicada e intensa, de forma muy suave pero apasionada.
Esta chica me iba a traer problemas.
Nos tiramos toda la noche besándonos, mientras sus manos apretaban contra mi culo y las mías contra el suyo, jadeábamos las dos de placer pero de ahí no pasamos.

Nos quedamos dormidas abrazadas. Y al día siguiente vino el drama. Cuando nos levantamos empezamos a besarnos con cara de tontas y sin poder echarle freno.
- Amanda tenemos que parar esto y si esto significa estar unos días sin vernos a solas, lo haremos.
- Marina me estás mirando los labios, tienes ganas de seguir y lo sabes.
Entonces me empezó a besar nuevamente y poco después paró.
- Me voy Amanda no podemos seguir así, yo quiero a Lu y no quiero joder ni eso ni la amistad que tenemos.
Escuchar yo quiero a Lu me destrozó por dentro pero yo sabia lo que había cuando la conocí. Así que asentí y le di un abrazo.

Ya quedaban pocos días para volver a la uni y esa misma tarde yo estaba muy rayada y empecé a prepararme todo lo que me iba a llevar.
Pero picaron a la puerta, al abrir era Alba.
-Ey que pasa contigo, anda que vienes a saludar. ¿Ya estás con las maletas? Claro estás deseando venirte a vivir conmigo. Y me guiño el ojo.
- ¿Oye eres un poco creída tú no?
-Yo lo valgo. ¿Oye que había pensado de ir al bareto ya sabes, te vienes? Hacemos un futbolín y te meto una paliza.
Estaba tan rayada que ese día empecé a fumar más de la cuenta.
-¿Enserio fumas? No mola, te quitaré esa manía.
Con ella nunca había fumado.
- Si hombre tu flipas.
Empezó a jugar conmigo e intentar quitarme el cigarro hasta que lo consiguió me lo tiró al suelo y me agarró los brazos por detrás y me susurró al oído.
-Ya buscaré la manera de quitarte la manía de fumar, pero tú conmigo no fumas.
En aquel momento vió que no estaba pasando un buen momento y me dió un abrazo, uno de esos que te sientes protegido. Uno de esos que te hacen sentir a salvo.

-Venga vamos Mandy que yo invito hoy, pero no te acostumbres.
-¿Me vas a decir la verdad y reconocerme que te gusta Marina o te lo vas a callar para siempre?
- No me gusta Marina es mi mejor amiga, además tiene novia está con Lu.
- Venga va por favor que no soy tonta, os he visto juntas y huele a que si no estáis juntas pronto lo haréis.
- Que no de verdad que de la amistad nunca pasaremos.
- Vale y entonces que te pasa. O que ha pasado.
No se porqué me vi con total confianza para contarle lo de Margo, íbamos a vivir juntas aunque no fuera por mucho tiempo y me sentía muy agusto a su lado.
Cuando acabé de contarle todo se le escaparon algunas lagrimas, sinceramente de una persona como ella no me esperaba esa reacción, pero me gustó mucho.
- ¿Enserio Amanda que Marina no quiere que te quedes en su casa por si su novia Lu se enfada con la situación de que tienes? No entiendo cómo aún eres su amiga.
- Las cosas no son tan fáciles Alba.
- Y Margo no me digas quién es, porque de verdad que se la puedo liar mucho y yo soy de palabra, no sería la primera vez. ¿Cómo lo llevas? Ahora entiendo muchas cosas, me imagino que el simple hecho de que se acerquen a ti sin que haya confianza se te tiene que hacer duro, si en algún momento he hecho algo que te ha incomodado lo siento muchísimo. Y si hay algo que te moleste, dímelo por favor.
- No te lo quería contar por esto, quiero que actúes igual que lo harías si no supieras esto. Por favor, no quiero que cambies o me trates en un frasco de cristal.
- Mira si te digo la verdad eres una niña encantadora Mandy, que si no me he acercado más a ti es porque yo no sé estar con alguien más de dos meses o así, no quiero hacerte daño pero sinceramente me gustas un puñado ademas cuando te vi con Marina no quise meterme en medio así que ya que vamos a vivir juntas te propongo algo, ¿Quieres ser mi amiga?
- Claro que sí me encantaría.

En parte me había quitado un peso de encima, yo no dejaba de pensar en Marina en ese sentido, esos besos, esas caricias, esas miradas de complicidad.
El resto de días que pasamos en el pueblo solo veía a Marina en el trabajo y actuaba de manera mucho más fría conmigo se iba hablar con Lu a la parte de atrás y a mi cada día me iba haciendo un poco más de daño.

Y en cambio por las tardes estaba con Alba riéndonos de muchas cosas y profundizando en como veíamos la vida y donde queríamos llegar.
Sorprendentemente Alba en ese sentido era más como yo. Tenía las carácter, le gustaba hablar sobre el universo, la vida en general y discutir alguna que otra vez por algo que nos había molestado y que acto seguido arreglábamos, además le gustaba mucho proteger a los demás y era muy familiar.
-Deja ese cigarro, mira haz esto pon un pie encima del mío y pon el otro encima de mi otro pie. Mira como bailamos.
Alba era muy así, muy payasa, muy natural, muy feliz. Pero yo creo que en el fondo le habían roto el corazón porque tenía un escudo que se veía a leguas.
El resto de días estuvimos preparando todo para el viaje y yo no tenía coche pero nos fuimos con el Seat panda de Alba que era un poco peligrosa conduciendo pero me reí mucho, fue una experiencia muy divertida.
El día de antes me dijo Marina que debíamos alejarnos un tiempo antes de volver a vernos allí yo asentí, estaba tan dolida con todo aquello que ese día no le mire ni a la cara.
Cuando llegamos a Madrid y vi el piso dónde vivía Alba flipe, eso era una mansión.
-Bienvenida a mi casa, en mi habitación ya ves que hay espacio de sobras dos camas pero oye que puedes dormir también conmigo, sobretodo en invierno cuando haga frío, así no pasamos tanto frío.
Su habitación era una especie de habitación alternativa pero al mismo tiempo muy sofisticada, algo friki pero con encanto y la ducha tenía su toque morboso.
Una ducha enorme con unos chorros de los que te arreglan las espalda y donde se puede apretar bien contra la otra persona, donde se puede chillar bien de placer y donde se puede disfrutar de buena manera.
- Por cierto si quieres traerte alguna chica me avisas que yo tengo algún uqe otro rollete y les digo de irme a sus casas y puedes traertela ningún problema.
-Pero que dices, no me pienso traer a nadie.
- Vale entonces lo haremos nosotras. Podemos ser follaamigas.
- Vale pues no me importaría, ya lo sabes.
-Va anda tira, dejemos de decir tonterías que esto se nos va de las manos.
Y me agarró el culo.
Cuando llegué a clases habían muchos alumnos nuevos y en especial una chica que se llamaba Lucrecia. No me jods.
Y me quedé mirándola y sí era la novia de Marina.
Ella me miraba y me sonreía no sé si por vacilar o porque no me había reconocido.
Encima que no me quitaba de la cabeza a Marina tenía que estar en la misma clase con su novia Lu.
Cuando acabaron las clases se me acercó, yo me temia lo peor...
- Buenas soy Lu, me he cambiado de carrera y soy nueva, y me molaría conocer gente y pareces maja, ¿Te hace si desayunamos juntas?
¿En serio Marina no le había enseñado una foto mía?

Y de verdad me tenía que ir a desayunar con la novia de mi mejor amiga...

∆ Descubriendo su libertad ∆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora