•El amor no es tan sencillo •

11 3 0
                                    

Sin ella era difícil, complicado, turbio, frío.
Al principio se me hizo más sencillo no verla, no saber de ella, no escucharla, estaba genial con Clara y me hacía sonreír muchísimo, pero llegó un día en que no pude más.
Era un dolor dentro que llevaba conmigo. Un sentimiento de vacío interno que invadía mi cuerpo.
A cualquier lugar que iba me venía su sonrisa, sus risas...
El verano a su lado trabajando en la frutería.
Esas noches en las que veíamos juntas una película y dormíamos abrazadas, cuando me mudé a la habitación de al lado.
Era un constante recuerdo bonito, lo suyo.
Y no, me olvides, lo mío no podía, mi mente y mi corazón no querían olvidarla.
Así que después de varios meses hablé con Clara y le dije que tenía que superar lo de Marina que sentía mucho hacerle daño pero que no podía, que era una niña genial pero me era imposible seguir adelante con lo nuestro y que seguro que conocería alguien mejor que yo.
Ella al principio se lo tomó fatal y yo me sentí muy mala persona, pero cuando pasó un tiempo, nos hicimos grandes amigas.
Empecé a hacer amigas nuevas en la universidad, me centré en el trabajo y los estudios.
Y algún que otro polvete echaba con alguna chica que conocía de alguna aplicación. Eso sí, siempre después de haber quedado varias veces con ella y de que viera que me transmitía confianza.
Conocía todo tipo de chicas, más majas, más estiradas, más altas, más bajas, más femeninas, más masculinas. Pero yo no podía llegar más allá con ninguna.
Me había enamorado de Marina aquel verano, poco a poco y sin anestesia.
Sin sexo y sin ser nada.
Nos habíamos enamorado como dos idiotas que huían del miedo a equivocarse y ahora me arrepentía de no haber sido valiente y haber luchado por superar todos los baches que nos impedían estar juntas.
Conocía chicas geniales y maravillosas, pero siempre las acababa comparando con Marina.
Su olor, su sonrisa, su pelo, sus labios, sus ojos, su mirada, la conexión que teníamos cuando simplemente sonreímos juntas.
Lo nuestro era especial.
Pero lo habíamos perdido, habían pasado tantos meses que a veces se me empezaba a olvidar su voz.
Y tenía que rebuscar entre los audios antiguos para escuchar uno y recordarla.
Cuando acabaron las clases yo empecé a conocer una chica. Pero ella no estaba preparada para nada serio y yo tampoco.
Se llamaba Berta. Era diferente, más tímida, más suya, estaba en el grupo de mis amigas, pero le costaba más hablar con los demás y le gustaba mucho todo lo relacionado con el arte.
Además siempre se metía conmigo y mis amigas flipaban porque a Berta nunca la habían visto así.
Ese verano ella se iba a ver a su familia y me dijo que estaba invitada por allí cuando quisiera.
Me dijo el nombre del hospital y salí pitando, dejé todo por hacer.
Cuando vi a Alba me asusté muchísimo.
-¿Q-que ha pasado?...

Nos llevábamos genial y se notaba química entre nosotras además me iba bien desconectar porque necesitaba primero que pasara un tiempo para poder estar con alguien.
Cuando me estaba haciendo las maletas para bajar a ver a mi familia me llegó un mensaje de Alba.
¿De Alba?
-Necesito que vengas al hospital, es urgente y es Marina. Me hizo prometerle que no contaría nada, pero creo que lo deberías saber.
Salí pitando y deje las cosas por hacer, cuando me dijo el hospital que era pille un taxi y en menos de vente minutos estaba allí.
-¿Q-que ha pasado?
Estaba acojonada, como le hubiera pasado algo a Marina me podía dar algo en ese mismo instante.
Cuando llegue me dió un abrazo. Y me dijo.
-Como te echaba de menos... Es Marina, está ingresada en el hospital de hace un mes. Me hizo prometerle que no te dijera nada pero yo creo que tienes derecho a saberlo. Se cayó de la moto hace cosa de un mes tuvo un accidente y no se puede mover mucho, ya mismo empieza con la rehabilitación pero no le dan muchas esperanzas Mandy y yo...
Se me pusó a llorar y me abrazo.
Yo me puse a llorar muchísimo.
-Cuando te fuiste mi pasó muy mal... Yo me sentía en deuda con ella y contigo pero de ti no supe nada más y a ella no la podía dejar sola, te imaginarás que estamos juntas. Pero lo que tenéis vosotras es solo vuestro y te necesita... Deberías pasar a verla.
-Te entiendo Alba no te preocupes, gracias por cuidarla y me alegro de que estéis juntas.
¿Cómo voy a pasar? Uff... Después de tanto tiempo y verla mal, me voy a poner fatal.
-Tienes que ser fuerte,yo sé que puedes Mandy.
Cuando pase estaba dormida y cogí una revista que había por ahí suya y me puse a leerla, estaba fatal y tuve que salirme un momento a desahogarme, estuve llorando con Alba.
Volví a entrar al rato y le di un beso en la frente.
Cuando le di el beso en la frente la desperté.
-¿Mandy? ¿Amanda? Me miró y se fue a levantar. ¿Estoy soñando?
-Eh fiera relájate que no estás para moverte y sí estoy aquí capulla, ¿Que coño hacías corriendo con la moto? ¿Querías matarnos del susto o qué? Me tiré encima de ella de la cama y la abracé.
-Ah me haces daño me duelen los puntos y toda esta movida.
-Te jodes no haber corrido le dije y le saque la lengua. ¿Que voy hacer contigo?
-¿Por qué has venido?¿ Te lo ha dicho Alba a que sí? La voy a matar.
- Sí y tenía que haber venido antes, ¿Por qué no me lo dijiste?
- No quería preocuparte y ya no nos hablábamos de hacía... Y dijimos a la vez
-Cinco meses...
- Me han dicho que lo más seguro que no pueda volver andar Mandy...
-No pienses en eso ahora, y concentrate en recuperarte.
-No quiero vivir una vida de tullida ¿Y quién me va querer siendo una tulli? No quiero que nadie esté conmigo por pena.
- No digas tonterías que Alba te quiere mucho.
-Sí, y me alegro mucho por vosotras. Os lo merecéis.
-Surgió sin más, no buscamos nada de...
-Marina no me tienes que dar ninguna explicación, me alegro mucho por vosotras de verdad.
Nos miramos con cara de... No sabemos que decirnos pero tampoco queremos separarnos. Yo no quería irme de allí y ella no quería que me fuera.
-Oye voy a pedirme un café y ponemos dinero en la tele y me pongo a tu lado a ver una peli,¿ Te hace el plan?
-Vaya planazo eh, en un hospital.
-A tu lado ya sabes que cualquier cosa lo es.
Mierda porqué habré dicho eso. Me salió sin más. Y me fui a por el café, Alba se había ido.
Y pasamos toda la tarde juntas riéndonos de la pelicula, yo le agarraba de la mano como podía porque tenía un montón de historias de vías y tal. Y ella me vacilaba sin parar. Al final me quedé dormida en el sillón apoyada mi cabeza encima de ella.
Y ella dormida también.
Al día siguiente me despertó Alba.
-¿Mandy has pasado toda la noche aquí?
-Me parece que sí. Oye debería irme, pero es que cuando me avisaste estaba haciéndome las maletas para el pueblo y tengo que irme.
-¿No te vas a despedir de Marina? Ayer estaba muy contenta de verte.
-No dile que me ha gustado mucho verla y que a la vuelta del pueblo le diré de vernos si quiere.
Me empecé asustar como hacía siempre y salí corriendo. Al rato recibí un mensaje de Marina.
- Gracias por el regalo de ayer y la noche a tu lado, me encantaría poder pasar más días a tu lado sobretodo ahora que puede que con la rehabilitación pueda andar, me alegraste el día y entiendo que tengas que irte al pueblo, disfruta mucho de tu familia y nos vemos a la vuelta.
Empecé a llorar, no podía dejar a Marina en el hospital e irme al pueblo, quería ir a ver a mi familia pero Marina me necesitaba más.
Así que acabe deshaciendo las maletas y me duche y me fui derecha al hospital.
Con comida para llevar de esa que tanto le gustaba a Marina.
Cuando llegue estaba sola, Alba se había ido a currar.
-¿Vienes a despedirte de mí?
-No vengo a quedarme, solo si tú quieres.
Quiero pasar cada día de aquí a tu lado hasta que vea que vuelves a andar y no coges más una moto en tu vida,¿ queda claro Marina?, te juro que como te vea con una moto la que te mata soy yo. No me hagas nunca más esto.
Ah por cierto he traído tu comida favorita, sushi, sé que te va costar un poco comertela, pero yo te ayudaré. Sé que no es el mejor plan del mundo, pero algo es algo ¿no?
Entonces se me puso a llorar y me abrazó.
-Eh que no vengo para que llores, venga va, vamos a comer que esto se enfría.
Le iba haciendo el avioncito mientras le daba la comida ella se reía y se lo tomaba con humor.
-Siento haberme separado de ti.
-Siento no haberte escrito nunca Mandy, lo pasé tan mal.
Entonces le tape la boca, -Shh.
Y sonreímos.
-Te quiero Amanda.
-Te quiero Marina.
-No me dejes más Mandy.
-No pienso soltarte.

∆ Descubriendo su libertad ∆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora