∆ Todo lo que puedo decir es que era ella∆

33 4 0
                                    

En aquel momento puedo decir que solo existía Marina, esa noche no pasó nada. Ni siquiera me besó pero es que con ella no necesitaba un beso para sentir que me quería, que la quería.
Nos quedamos dormidas abrazadas y yo recuerdo darle besos en el cuello y ella simplemente se dejó llevar y me abrazó muy fuerte mientras mis manos y las suyas se entrelazaban.
Que preciosa era.
El día siguiente me levanté con un desayuno en la mesa y una nota que decía, para mí niña Amanda que aproveche de Marina, te quiero un poco. He tenido que salir ya que vaya bien el día, luego nos vemos preciosa.
A mi se me paralizó el corazón al leer aquella nota y ver que lo de ayer había sido real, con Marina no quería correr, no tenía prisa, con Marina sentía que queria que todo fluyera y pasará sin más.
El desayuno estaba buenísimo, cuando acabe me fui a casa de Alba a recuperar mis cosas.
Al llegar estaba Alba en la habitación.
-¿Dónde estabas? Estaba preocupada por ti.
- No fincas Alba por favor, te pille ayer con una chica en la habitación.
- No es lo que piensas puedo explicártelo.
-Mira enserio no necesito escusas, ya me dijiste como eras, no necesito mentiras.¿Pero en serio justo el dia siguiente?
Cuando vió que me ponía a recoger las cosas se pusó a llorar.
-¿Dónde vas a ir? No es lo que crees, bueno si pero tiene explicación.
-Pues a ver explicame que quiere decir lo que vi ayer.
- Tengo miedo vale joder, lo tengo. Hace muchísimo tiempo que no sentía lo que sentí contigo aquella noche mientras follábamos, yo pensaba que iba a ser más sencillo. Nos íbamos acostar de vez en cuando y ninguna de las dos iba a tener sentimientos. Pero es que los estoy empezando a tener por ti. Me acosté con aquella chica para convencerme de que no estaba sintiendo cosas por ti. Pero es que si que las siento Mandy...

Yo me quedé blanca, podía ver en sus ojos que era cierto lo que decía.
Vaya marrón, yo estaba empezando a sentir cosas por Marina, Marina seguía queriendo a Lu y Alba sintiendo cosas por mi.
Cuando acabé de recoger las cosas.
-¿Dónde vas a quedarte? No me dejes preocupada.
- Me voy a casa de Marina que hay una habitación libre.
Entonces me agarró las manos y me dijo.
- Olvídate de Marina, sé que yo también la he cagado pero olvídate de estos rollos Mandy y conoce a alguien que te quiera porque eres tú, que te quiera de verdad y vive tu vida, Marina es egoísta y seguro que está a tu lado porque Lu le hace daño, pero no creo que te pueda hacer feliz.
En el fondo me daba mucha rabia pero tenía razón.

Me dió un beso en la mejilla y me dijo que ojalá todo aquello se me pasará pronto y pudiéramos seguir viéndonos.
Entonces yo me acerqué y le empecé a comer la boca, ella siguió y me beso con más ganas.
¿Pero que me estaba pasando? La atracción que sentía con Alba era una locura.
Seguimos besándonos y empezó a meterme la mano entre la entrepierna y esa vez si que acabamos follando como salvajes, nos empezamos a desnudar y podía sentir su coño como se rozaba junto al mío húmedo, como me gritaba de placer y yo le gemía sin cesar.
Empecé a meterle los dedos y ella a mí, no parábamos de gritar de placer.
Probamos muchísimas posturas mientras nos dábamos placer, nos besábamos de mil maneras, de forma brusca, de forma intensa, de forma sensual, de forma tierna.
Era perfecta en la cama, una diosa. Tenía un cuerpo de escándalo y me tenía enferma de deseo.
Nos tiramos tres horas y pico dándole duro.
Lo nuestro era tensión sexual bien resuelta, cuando acabamos de corrernos varias veces nos reímos y nos quedamos una encima de la otra besándonos.
- No me lo hagas más difícil Mandy.
-Ni tu a mi Alba
Ese día no me separé de ella en ningún momento.
Cuando llegue al piso de Marina con mis cosas escuche como estaban gimiendo en su habitación ella y Lu.
Me tiré toda la noche hablando con Alba en la habitación e intentando no sentirme destrozada, porque en el fondo me jodía y mucho tener que escuchar como Marina gemía y no era conmigo.
Aunque tampoco podía ser hipócrita porque yo venía de hacer lo mismo.
Al día siguiente Marina me estaba despertando.
-Tenemos que hablar
- Por favor Marina es mi día de fiesta, no puede ser más tarde.
-No, ayer estuve con Lu. Sé que no debería, sé que no está bien, pero salió sin más.
-Tranquila Marina estoy empezando a superarlo, ayer me folle a Alba otra vez.
-¿Cómo? ¿Pero porqué?
-¿Qué por qué, qué ?¿ Qué por qué me folle al Alba?, será porqué me gusta y me pone a cien por hora, porque es una fiera en la cama y porqué sí.
- A ti no te gusta Alba, solo lo haces por fastidiar.
- Tu qué sabrás quién me gusta Marina. Además déjame en paz tu ayer estuviste follando con Lu y hace dos días comiéndote la boca conmigo así que la que también se tiene que aclarar eres tú.
Se quedó callada y se fue para su habitación.
Luego me sentí fatal y fui a su habitación a buscarla.
-Oye Marina siento lo que te dicho, perdoname.
-Vete, haz el favor.
-Lo siento de verdad, voy a entrar.
Cuando entre antes de que pudiera decir nada, estaba desnuda vistiéndose.
-¡Pero que haces!
me puse roja y ella también.
- Haz el favor de girarte mientras me cambio.
Mientras se cambiaba, podía verla desnuda por un pequeño espejo, ella lo sabía y se reía.
Cuando acabó de cambiarse me tiré encima de ella y empecé hacerle cosquillas.
Entonces ella me miró los labios y yo los suyos y empezamos a besarnos.
Besarnos como dos putas enamoradas, con pasión y mucho mucho amor, que no querían dejar de hacerlo nunca.
-Tenemos que parar esto Mandy por favor.
- ¿De que tienes tanto miedo? Déjate llevar por favor...
- Tengo miedo de enamorarme de ti y jdr todo lo bonito que tenemos mandarlo a la mierda.
- Si no lo intentamos nunca lo sabremos Marina.
- Me niego a estropear lo que teníamos.
Y se apartó de mi lado y yo me fui de la habitación.
Cuando llegue a mi habitación me puse a llorar como una niña pequeña, ¿Me estaba enamorando de ella?
Me seque las lágrimas y salí de la habitación con los papeles de Clara, la chica que se había tropezado conmigo, quería aprovechar mi día de fiesta para devolvérselos.
Cuando llegue a la universidad era enorme.
Y empecé a preguntar a todo el mundo si conocían a una tal Clara Ruiz, era una locura, a saber cuántas claras Ruiz habían en esa Universidad.
Estuve hablando con varias pero ninguna era ella, hasta que me rendí y al salir de allí de la universidad en la calle de delante la vi.
-¡Clara!
Vino hacía mi.
-¿Eres la chica del otro día no?¿Mandy puede ser?
-Sí, exacto vengo a traerte esto, supongo que lo necesitarás.
-Jo, muchísimas gracias, no tenías porqué te lo agradezco un montón. ¿Te puedo invitar a un café? Es lo que menos puedo hacer.
Me fui con ella hacer un café.
Era la típica chica de la que jamás me fijaria, demasiado remilgada, muy fina.
Para que me entendáis, muy sofisticada, estaba tremenda, pero seguro que tenía novio y se le veía demasiado fina para mi gusto, me recordaba un poco a Margo, pero sin la pilleria que tenía Margaret, por lo menos es lo que aparentaba.
Me estuvo explicando que ella era homosexual y que le daba mucha rabia que la gente la tachara de hetero porque le costaba mucho que las chicas se fijarán en ella, que le había dado confianza y me preguntó que si yo tenía pareja le confesé que a mí también me gustaban las chicas y se creó muy bien rollo.
Era una chica modelo, venía de buena familia y se notaba que tenía buenos modales y mucha clase.
Olía super bien y su pelo era brillante y sedoso.
Además tenía unos ojazos azules que eran apasionantes y una sonrisa tímida que era espectacular.
Nos fuimos un paseo por el retiro y comemos un bocadillo allí mismo.
Yo pensaba que era más sofisticada para ese tipo de cosas, pero me sorprendió y para bien.
Pasamos una tarde muy guay y me vino genial para desconectar.
Nos dimos los teléfonos y me volvió a dar las gracias por el detalle de haber ido a su universidad.
Cuando llegue a casa por la noche estaba Alba en mi piso.
-¿Que haces aquí?
-¿No te alegras de verme o qué?
- Sí claro que sí.
Y entonces se me lanzó y empezó a besarme con mucha pasión.
Yo no sabía si debía seguir, tenía a Marina en la habitación de al lado y no quería hacerle daño...

∆ Descubriendo su libertad ∆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora