₁₄﹣ Lᴏᴠᴇsɪᴄᴋ Dᴏᴄᴛᴏʀ

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No sabía mucho de maquillaje pero podía asegurar que eso se le daba muy bien a Danielle por la forma en la que la observaba en su habitación, sentada frente a su tocador dándole los últimos retoques a su rostro antes de ir a la fiesta, no necesitaba maquillaje para verse preciosa y de hecho le encantaba al natural, pero es que no podía impedirlo si se veía como una auténtica princesa de los cuentos de hadas.

Apretó los dedos en la sábana de su cama, sentada en la esquina de esta mientras aún podía oler el perfume de su cabello estancarse en el aire, sonrió bobamente cuando Danielle conectó sus ojos con los suyos sin voltear, solo viéndola en el reflejo del espejo por unos segundos, sonriéndole de vuelta.

— ¿Y bien, cómo me veo?— dijo por fin, alzando los brazos y volteando su cuerpo en la silla giratoria.

"Espectacular, eres como un ángel, o mejor una diosa que me deja descansar sobre sus piernas mientras me deslumbra con solo dejarme respirar a su lado", pensó...pero eso era muy intenso y no quería dejarse muy al descubierto con su amor amontonado en su pecho, y las palabras no eran suficientes, no podía decir solo un "bien", Danielle Marsh es mucho más que un solo "bien".

Tragó saliva por estar a punto de hacer algo que la dejará con un sangrado nasal, pero se puso de pie de forma valiente, dejando a Danielle desconcertada, caminó hacia donde se encontraba sentada su muy cercana amiga, y era gracioso porque normalmente ella tenía que mirar hacia arriba gracias a la altura de Danielle, pero ya que ella se encontraba sentada, tomó su mentón y la obligó a verla a los ojos, desde abajo, y con ambas manos tomó sus mejillas, cortando la distancia entre las dos con un beso lento y cálido.

Habían perdido la timidez en los besos más no los nervios, Haerin sentía que besaba mal, siempre temblorosa y torpe, así que se esforzó por no ser más una miedosa.

Tenía que concentrarse cada que Danielle suspiraba en su boca, o cuando hacía eso de poner una mano apoyada en su abdomen, parecía ser una costumbre en la más alta y no sabía que lo necesitaba hasta que lo tuvo.

Los sonidos húmedos de sus besos ya no tan tiernos sonaban como eco en la habitación, cosa que las ponía tímidas otra vez, alejándose entre risitas y sonrojos tan fuertes como una insolación, Haerin acomodó el cabello de Danielle tras sus orejas y dio un último beso rápido sobre sus belfos rosados.

— Te besaría todo el rostro si fuera posible de lo hermosa que te ves, pero te quedó muy bien el maquillaje y no quiero arruinarlo.

Danielle solo la veía sonriente, siendo incapaz de soltar una palabra por unos minutos, hasta que por fin pudo abrir la boca.

— Me gustas muchísimo— vio a Haerin hacer una mueca graciosa para después taparse la cara con ambas manos, dando vueltas hasta caer sobre la cama, haciéndola reír— ¡Ah!, ¿¡Es enserio!?, ¿Te vas a poner tímida?— se puso de pie y corrió para luego lanzarse sobre el cuerpo de Haerin, haciéndole cosquillas en el cuello al saber que ese era su punto débil— ¡Acabas de atacar mi boca con tuuuuu boca!, eso no hacen las personas tímidas.

𝐇𝐘𝐏𝐄 𝐆𝐈𝐑𝐋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora