Al terminar la ducha extremadamente caliente decidimos ir a cenar algo para dormir ya con algo en la panza.
-¿Qué se te antoja comer?- Seth está parado frente al refrigerador.
-Quiero espagueti y una limonada muy helada- le sonreí.
-¿Pasta? ¿A esta hora?
-¿Que tiene?
-Bien, solo que no hay pasta, al parecer olvide comprarla- sacó su billetera- vamos a tener que ir a comprarla.
-Pues vamos, anda- lo jalo de la mano.
Salimos de la casa y nos subimos al auto camino a un supermercado a comprar la pasta y algunas cosas que necesitabamos para prepararla.
-¿Y sabes prepararla?- preguntó Seth cuando ya íbamos en camino.
-Si no supiera prepararla no te hubiera dicho que me llevaras a comprar los ingredientes, tontito.
-Más te vale que no se te queme o no le pongas sal y termine sabiendo a mierda- frunció el ceño.
El camino fue largo, estábamos bastante alejados de la ciudad y los minutos se me fueron viendo árboles y estrellas en el oscuro cielo de la noche.
Nos dirijimos hacía el supermercado más cercano que hubiera para comprar los ingredientes y muy en el fondo todavía seguía pensando en lo feliz que había sido éste día y disfrutando la tranquilidad que hasta ahora llevaba.
-Bien, que y que necesitamos?- Serh se dirigió a tomar un carrito para las compras.
-Pues, la pasta, algunos limones para la limonada y queso para ponerle encima a la pasta.
-Pues claramente los limones son para la limonada, a menos que quieras usarlos para la pasta y darle un sazón diferente- sonrió sarcásticamente.
-Que graciosito estas hoy, ¿comiste payaso?- ruedo los ojos.
-No, te comí a tí.
Empieza a caminar con el carrito y siento como mis mejillas se calientan. Idiota. Empezamos a caminar por los pasillos de la tienda buscando lo que necesitamos y parando de vez en cuando para ver algunos aparatos o comida que vemos.
-Mira- me enseña unos zapatos de bebé- crees que te queden?- rié.
-No me causa ninguna gracia- lo miro mal.
-Que genio, después de esa cogida pensé que estarías de mejor humor- me toma de la cintura para depositar un pequeño beso en la comisura de mis labios- ¿Quieres más?
Mi corazón se acelera y empiezo a recordar lo que hicimos en esa cabaña.
-Andando, se hará más tarde y tengo hambre- camino con el carrito dejándolo unos pasos atrás de mí.
Compramos los ingredientes y Seth compró un par de cajas de condones que según él "por si acaso".
-¿Entonces qué?- me pregunta cuando subimos al auto.
-Qué de qué?
-Los usamos de una vez?- me enseña la caja de condones con sabor a fresa que compró.
-Tengo hambre, no ganas- bufo.
-De acuerdo, luego no me insistas, eh- enciende el auto para regresar a la cabaña.
Pasaron algunos minutos cuando vi por la ventana un cachorrito a lo lejos que parecía estar solo.
-DETENTE!!!- grité.
-Que pasa?- me mira confundido.
-Regresa, regresate a la calle que acabamos de pasar- le muevo el hombro.
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DULCE RENCOR
Mystery / ThrillerOscuridad y luz, una brecha diminuta entre dos mundos colapsando. Una oscuridad tan profunda como el mar mismo dispuesta a morir por el brillo y la paz; una luz a la cual la oscuridad la consume con cada suspiro que da, ambos luchan por un poco del...