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-y ¿cómo te llamas?- pregunto mientras se subía a un pequeño banquito para tratar de alcanzar un frasco de Nesquik que Leandro había traído de argentina y había guardado en el mueble más alto de su cocina

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-y ¿cómo te llamas?- pregunto mientras se subía a un pequeño banquito para tratar de alcanzar un frasco de Nesquik que Leandro había traído de argentina y había guardado en el mueble más alto de su cocina.

-y-yo me llamo Lucas- contestó el pequeño Lucas sentado en uno de las altas butacas pertenecientes a la encimera de la cocina.

-que lindo nombre tenés- halago el oji-verde - la concha de tu hermana Leandro- insulto por lo bajo para que el pequeño rubio no lo escuché, dybala no podía alcanzar el frasco, para el era demasiado alto ese mueble, así que optó por traer una de las sillas del comedor.

Posicionó la silla enfrente de su mesada para subirse y así poder alcanzar ese frasco de mierda que Leandro había subido ahí, subió ala silla y alcanzó el frasco, dejo este arriba de la mesada y bajo de la silla, la volvió a poner en su lugar y empezó a hacer la chocolatada para su pequeño invitado.

Termino de hacer la merienda y la llevo a la mesa ratona del living, dejo las cosas ahí y fue a por su pequeño rubio.

-veni, vamos a merendar y me vas a contar que es lo que te está pasando si? - el menor solo asintió, el delantero agarro la manito del nene y lo ayudo a bajarse de la alta butaca, el pequeño bajo de esta mostrando su pequeño cuerpo cubierto con un gran buso que le llegaba hasta abajo de las rodillas casi que pasando sus canillas; Paulo le había prestado un buso suyo.

Caminaron hacia el amplio living de la casa, el delantero sentó al pequeño Lucas y le pasó la tasa de Minions con contenido de chocolatada tibia dentro.

-¿queres galletitas?- le tendió la bandeja llenas de galletitas- son de limón y las hice yo- hablo sacando el pecho en muestra de orgullo.

Lucas estiró su manito agarrando una de las galletitas- gracias- agradeció con amabilidad.

-de nada corazon- el delantero volvió a dejar la bandeja sobre la pequeña mesa, agarro su tasa de café y le pegó un sorbo- cuando quieras me podes contar ¿si?- hablo bajo y dulce para poder transmitirle confianza a Lucas.

Después de ese abrazo Paulo no quería dejar a si nomas al pequeño rubio, así que lo invito a merendar con el y a si también le contaba un poco de lo que sufría, para el mayor era demasiado obvio que el pequeño sufría de maltrato infantil o algo por el estilo. Después de varías súplicas por parte del oji-verde aquel pequeño acepto, y ahí estaban tomando y comiendo de una rica merienda.

Al final Paulo no optuvo información "importante" cómo el pensaba, solo logro saber que el pequeño rubio tenía 5 años y que vendía lo que su tía le daba y si no lograba vender la mercadería le pegaba y lo dejaba sin comer por días.

Dybala tenía bronca, mucha de hecho ¿como una persona podía ser tan mierda? Acaso ¿no se daba cuenta que apenas es un nene de 5 años que lo único que debería hacer es asistir a una escuela y vivir de su infancia?

[Orphan] Dybala X Paredes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora