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-bueno amor, nos vemos en dos semana, te amo- se despidió paredes.

-yo más mi vida, chau- colgó dybala.

Paulo suspiro cansado, no estaba seguro de poder  sobrevivir dos semanas sin ver a Leandro, tiempo atrás ya habían estado más tiempo separados y esas cosas, pero en la vacaciones se habían hecho mucho más unidos. Ninguno quería separarse el uno del otro, pero era necesario, leandro tenía que volver a Turín para poder firmar los últimos papeles que dictaban que no iba a renovar su contrato con la juve, para haci poder firmar con la Roma.

Cosa que por un lado ponía muy feliz al centrocampista ya que podría jugar junto a su pareja y al fin vivirían juntos, pero por otro lado lo ponía un poco triste, iba a extrañar a sus compañeros y Por supuesto a esa camiseta blanca y negra que portaba su nombre junto al número #32.

Volviendo al presente con nuestro delantero favorito.

El rubio se encontraba en su cocina haciendo galletitas caseras de limon guiada de la  receta que le había mandado su mamá.

Se agachó frente al horno de su cocina, con un guante de repostería en su mano derecha mientras que con la otra  Abrió el horno revisando que sus galletitas no se quemen, las reviso suponiendo que todavía le faltaban unos cuantos minutos.

Se levantó cerrando el horno a su vez, fue directo a su cafetera para después prenderla y meterle una de esas cápsulas que había comprado la semana pasada, busco una de sus tasas colocándola sobre la mesada.

Justo cuando estaba por apretar el botón de expulsión del café, escucho el ruido agudo de su timbre indicando que alguien estaba en su puerta.

Suspiro caminando hacía la puerta principal de la casa, miro por la pequeña mirilla que portaba su puerta viendo que no había nadie, suspiro frustrado, le parecía raro que le tocaran el timbre y no esté nadie tras su puerta, por qué en Roma no era como argentina dónde los pendejos maleducados del barrio, te tocaban la puerta y salían a correr.

Iba darse la vuelta para volver a la cocina cuando de nuevo suena su timbre, Paulo se apresuró a abrir para así ver quién lo estaba boludeando. Grande fue su sorpresa cuando al posar su vista más abajo casi en el piso, se encontró con un nene chiquito sosteniendo una canasta mediana tapada con una tela color blanca.

A Paulo se le ablando el corazón al ver en las condiciones que se encontraba la pequeña criatura, traía unos pantalones negros rotos que dejaban ver sus delgadas piernas también traía una camiseta de un dibujo animado pero no se podia ver bien de cuál ya que está estaba descolorida y con rajaduras en su manga corta, el cuello desconocido de esta dejaba ver lo marcada que tenía la clavícula dejando ver su delgades, su pelo era de un rubio realmente natural, lo que hacía contraste con su tez pálida, lo que más deslumbró al mayor fue ver sus pequeños ojitos de color ¿verde? ¿Azul? Bien era una combinación de estos dos colores, eso le hizo acordar a Lean y a el, los ojos de ese pequeño eran como una combinación de los ojos de su pareja y los de el.

[Orphan] Dybala X Paredes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora