¿De quién es ese bebé? [MiTake] ✅️

02. Suaves Caricias.

Es curioso como, pese a ser dos centímetros más alto, Takemichi seguía siendo tan pequeño en comparación a Manjiro.

La playera blanca que el cenizo le había prestado para dormido le quedaba algo larga y los boxer eran usados como unos shorts cortos, cabello alborotado y sin un solo gramo de gel, sus clavículas que sobre salían por el corte v de la playera y su delgado cuerpo perlado sutilmente en sudor. Las palabras de Manjiro hacían sentir mariposas, "Tú no te vas, Takemichi" ¿Eso era bueno o malo? No lograba descifrarlo, su mente estaba más concentrada en la traviesa mano que acariciaba su columna vertebral por debajo de la blanca tela.

-Dijiste que es una lastima que ese niño sea una copia mía, ¿Cómo habías dicho? "Pobre de quien tuvo a ese niño contigo", ¿Acaso te disgusta pensar que alguien se acostó conmigo?- la voz de Manjiro era ronca y malditamente sexy, Takemichi se había sentado a horcadillas en las piernas del contrario y escondía su rostro entre el arco del cuello y hombro de Manjiro para evitar contacto visual.

-Y-yo solo...estaba molesto de que tu te hubieras alejado por haber tenido un hijo con alguna mujer- sus nerviosos no se podían disimular, Manjiro aspiraba con descaro el olor a jabón que aún tenía Takemichi impregnando y bajaba su mano hacia el enorme trasero del teñido logrando hacer que este gimiera ahogado.

-Ya te dije que no es mi hijo, nunca me he acostado con una mujer...soy más de hombres, ¿Quieres ver?- la pregunta fue susurraba al oído del teñido, Manjiro esperaba un "no" como respuesta pero en cuanto Takemichi se alejó un poco para verlo con esos ojos azules tan profundos y brillantes su mente se desconectó por completo.

-Muéstrame- pidió el teñido, sorprendiendo a Manjiro quien sonrió con diversión.

Besar los rosados labios del teñido había sido un deseo que solo lograba cumplir en sus húmedos sueños, pero ahora era realidad, sus bocas peleaban entre ellas por tener el control y la mano libre de Manjiro se colocó por debajo de la playera para acariciar esos rosados pezones.

-Takemichi- habló entre besos el cenizo, recortando al teñido con cuidado en el futon y colocándose entre sus piernas, la respiración agitada de Hanagaki le daba un toque aún más sexy, y es que su Micchi era perfecto en todos los sentidos.

Pero aún no era el momento, o mínimo eso decía la molesta voz que sonaba en su cabeza.

-Sano- oír su apellido ser pronunciado por esos rosados labios era otro nivel de lujuria, se colocó sobre el menor y dejó caer casi todo su peso sobre este, apoyando su cabeza en el plano pecho del teñido.

-Jamás me habías dicho por mi apellido, es algo nuevo- confesó el cenizo, apenado y emocionado a la vez, no iba a negar que se emocionó cuando -en la pelea- fue llamado por su nombre y apellido, sería algo que se llevaría a la tumba pero ahora estaba demasiado feliz por volver a ser llamado así -Dime...tú, ¿Cuándo piensas volver al futuro?- preguntó en seco el cenizo, sin levantar su rostro y abrazándose de la cintura del teñido, Takemichi soltó un jadeo sorprendido por la pregunta pues ni él mismo sabía la respuesta.