¡Mi Shizun piensa que soy un inútil!

Capítulo 37- Volveré

Ahora Gong Zheng Yu no tiene miedo de que Jiang Shu Quian lo exponga.

Gu Qing Han no está va allí, y tendría dos días antes de que regresara. Pero En ese momento, el ya estaría acostado en su gran cama en el palacio demoníaco.

También necesita estimular a Jiang Shu Quian, para que no tenga la amabilidad de salvarle en el último momento.

Gong Zheng Yu sacudió la cabeza,
con una sonrisa burlona en su rostro

"La ropa de tu Shizun se rasgó tan pronto como tiré de ella. Accidentalmente me caí sobre él y rodó hasta el suelo con mi cintura en sus brazos.
Si no fuera por ustedes dos par de Malas cosas, hoy ya me hubiera convertido en la esposa de tu Shizun."

No hablaba en susurros, y menos mal que todos los que estaban a su alrededor hacían ruido y por lo tanto, no prestaban atención a lo que decía.

Sólo el corazón de Tang Yuan agitó una onda chocante, sus ojos brillaron más redondos que un círculo de sopa, y no se atrevió a respirar ni un solo suspiro.

Hermano Mayor Gong y el Líder de la Secta ...... ¡¡¡Pero no son el Hermano Mayor Gong y el Hermano Mayor Gu eso!!!

"¡Me mentiste!" Jiang Shu Quian apretó los dientes, sabiendo muy bien que esa persona estaba empeñada en morir y debía estar enfadado con él.

Gong Zheng Yu hizo un gesto hacia su cintura: "La mano de Shizun, de aquí a aquí, sólo puede sujetar la mitad".

"¡Gong Zheng Yu!"

Jiang Shu Quian no se contuvo de maldecir airadamente, un rugido tan medio que incluso Helian Muxiu y Chen Bo Cheng, que no estaban lejos, giraron la cabeza hacia atrás.

El hombre tenía los ojos enrojecidos, los puños apretados hasta romperse las palmas de las manos y la frente abultada de venas de rabia, conteniendo su poderosa ira.

Tiró del cuello de Gong Zheng Yu, su rostro feroz estaba tan cerca del de su oponente que quería devorarlo vivo.

Pero Gong Zheng Yu llevaba una cara sonriente, apretando las cejas y susurrando al oído del hombre: "Tu Shizun no se resiste en absoluto al contacto conmigo, dame el mapa, hermano mayor".

Jiang Shu Quian se congeló por un momento, sus ojos furiosos se entrecerraron mientras respiraba profundamente dos veces.

De nuevo estaba ese problema que le dificultaba la elección.

Si dejaba marchar a Gong Zheng Yu, la Grieta Celestial del Mundo de Cultivo se convertiría en lo más complicado de todo, pero si no le dejaba marchar, su Shizun se vería inevitablemente amenazado por este villano desvergonzado.

Todavía no podía entender por qué el Dao Celestial y el Patriarca pensaban que este bribón, que era tan difícil de manejar, podría arreglar la Grieta Celestial, ni podía entender que este hombre, que claramente parecía una persona alegre y desenfrenada, estuviera obsesionado con la muerte.

Jiang Shu Quian admite que es una persona egoísta, el sol sale y la luna se pone, incluso si la grieta se repara, habrá otra crisis, todo es destino, pero no quiere ver a su respetado Shizun siendo amenazado por otros y teniendo una aventura entre ellos.

No quería ver a su respetado Shizun siendo amenazado por alguien y teniendo un romance con él. Su Shizun debería ser digno de una gentil mujer inmortal tan hermosa como un hada celestial.

"¿Y bien?"

"Bien, puedes quedártelo". Jiang Shu Quian apretó el puño y apretó los dientes traseros en compromiso, "Pero tienes que esperar hasta la noche."