¡Mi Shizun piensa que soy un inútil!

Capítulo 38- ¿Gong Zheng Yu hizo todo esto?

Al ver el aspecto indiferente de la otra parte, Jiang Shu Quian no tuvo más remedio que entregarle el mapa del reino secreto.

Gong Zheng Yu pronunció unas palabras de agradecimiento y le quitó la espada de la mano cuando la otra parte estaba desprevenida, sonrió ligeramente y se marchó silenciosamente como un fantasma, desapareciendo en la oscuridad.

Esperó a estar más lejos para abrir el mapa.

Su capacidad para ver de noche no había desaparecido debido a su cultivo, así que entrecerró los ojos y encontró unos cuantos nidos peligrosos cerca de ese lugar, a los que se dirigió con su espada.

En el reino secreto Yuxu, no se oía ningún ruido, si una agujas caía se escucharía claramente, pero un destello rojo atravesó el bosque sin preocuparse por nada, llegando finalmente al fondo de un acantilado que todos los cultivadores evitaban: la Cueva de los Diez Mil Demonios.

( la cueva de los diez mil demonios, en Chino sería 万魔 = Wan mo, pero me gustó más el nombre en español😅)

Las bestias demoníacas no son tan mansas como las bestias espirituales, son asesinas y, afortunadamente, si nadie toma la iniciativa de atacar, nunca saldrán de sus nidos.

Pero la entrada de Gong Zheng Yu ha despertado sin duda a muchas bestias demoníacas dormidas.

A medida que la noche se hacía más profunda, las hojas crujían y se convertían en horribles sombras fantasmales, cuyos dientes y garras parecían querer arrastrar a la gente al infierno.

Luces de un verde intenso, como los fuegos fantasmales del infierno, aparecieron de repente no muy lejos, una tras otra, parpadeantes y densas, acompañadas por el gruñido grave de las bestias.

Las pupilas verdes y escarlatas de las bestias demoníacas iluminaron la apariencia de la pared rota del acantilado, que resultó estar cubierta de agujeros de casi una persona de altura, como una colmena, cada uno de los cuales estaba habitado por una horrible bestia demoníaca del doble del tamaño de un animal espiritual.

Si los cultivadores ordinarios entraran en este lugar, me temo que si vieran esta horrible escena, se les entumecería el cuero cabelludo y perderían la mitad de sus vidas, pero Gong Zheng Yu estaba relajado y les miraba amablemente.

Confiaba en estos grandes tesoros como sus armas defensivas.

Con una sonrisa ganadora, Gong Zheng Yu enganchó una piedra con su pie y apuntó a una de las bestias devoradoras de almas con ojos rojos parecida a un lobo blanco y la golpeó.

"¡Ja!" El Devorador de Almas sólo mostró los dientes y rugió al enemigo, inclinando su cuerpo y dando un paso atrás, sin la menor intención de atacar.

Gong Zheng Yu frunció el ceño confundido, ¿cuándo estas cosas que comen carne humana y beben sangre humana se volvieron tan tímidas y desesperadas?

Si no fuera porque todavía no podía usar su cultivo, habría pensado que su nivel de cultivo había vuelto, suprimiendo al grupo de bestias demoníacas que no se atrevían a acercarse.

Gong Zheng Yu resopló desagradablemente, y la crueldad y la melancolía en sus ojos brillaron.

La Cueva de los Diez Mil Demonios era el lugar más peligroso de esta zona, sólo le quedaba un día y medio, después del amanecer era imposible decir que Helian Muxiu seguiría buscándole, esta noche iba a romper todas las armas mágicas como fuera.

En ese caso, no se le podía culpar.

Gong Zheng Yu entrecerró los ojos, levantó la espada de Jiang Shu Quian,
Chasing Soul, y con una afilada salpicadura de espada, cortando la cabeza del Come almas de un solo golpe.