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- A pesar de haber estado en el equipo de Quidditch de Gryffindor durante un par de años, casi no habías hablado con ninguno de los otros miembros fuera de las horas de práctica.
Era aún más raro que realmente tuvieras la oportunidad de jugar en alguno de los juegos oficiales del torneo escolar (a pesar de ser un año mayor que Harry).
Entonces, cuando Harry terminó en la enfermería, incapaz de jugar el siguiente juego contra Ravenclaw, tú eras el siguiente en la fila para reclamar el título de buscador de Gryffindor.
Te sentiste un poco culpable por estar tan emocionado por la ausencia del chico Potter, ¡pero esta sería tu primera vez en mucho tiempo! No pudiste evitarlo.
Salir a la cancha fue bastante angustioso teniendo en cuenta cuántas personas esperaban al niño que vivió en lugar de a ti, pero una mano pesada aterrizó en tu hombro para llamar tu atención.
—Pretende que no están allí. Es más fácil decirlo que hacerlo, lo sé, pero ayuda— Giras un poco la cabeza para ver nada menos que a Ron Weasley, el guardián de Gryffindor, dándote una sonrisa incómoda pero tranquilizadora.
—Gracias Ron— le devuelves la sonrisa.
—¿Sabes mi nombre?— preguntaría sin convicción, asombrado de que una chica tan bonita lo reconociera.
—¿Cómo podría no saber el nombre del mejor guardián de esta temporada?— te reíste de vuelta. Para ti, era una respuesta obvia.Ron pensó que dirías algo como "Bueno, eres el mejor amigo de Harry Potter, ¿verdad?". lo cual era algo común para él escuchar. Pero en realidad, tu respuesta lo había dejado atónito.
En ese momento, tu capitán llamó al equipo, así que le diste la espalda al chico pelirrojo. Lo que no viste fue la expresión de sorpresa en el rostro de Ron. Si Harry estuviera allí, definitivamente le habría dado un codazo en las costillas y habría mirado sugestivamente entre la parte de atrás de tu cabeza y la cara sonrojada de Ron.
A partir de ese momento, Ron apenas podía apartar los ojos de ti. Estuvo a punto de fallar un par de tiros porque en ese preciso momento le habías llamado la atención desde el otro lado del campo.Pero él nunca admitiría que estaba mirando.
Después del juego, reuniría la confianza para complementar tus habilidades y destrezas.
Tuvo que abrirse paso a través de una gran multitud de Gryffindors, porque habías atrapado la snitch y habías ganado el juego, así que tuvo que luchar por tu atención.
Para él, otra oportunidad de conversar contigo valió la pena.
