Había un psiquiátrico abandonado en las afueras de la ciudad. Se decía que estaba embrujado por las almas perdidas de los pacientes que habían muerto allí. Muchos se aventuraban a entrar en busca de emociones fuertes, pero nadie había regresado jamás.
Una noche, un grupo de amigos decidió investigar el psiquiátrico. Se adentraron en el edificio, tratando de no hacer ruido para no llamar la atención de nada que pudiera estar allí dentro. Pero pronto se dieron cuenta de que no estaban solos.
El sonido de los gritos y gemidos de los pacientes que alguna vez estuvieron allí, los perseguía por los pasillos oscuros y escalofriantes. Las puertas se cerraban detrás de ellos y las sombras se movían a su alrededor, como si tuvieran vida propia.
Cuando llegaron al tercer piso, encontraron una habitación cerrada con llave. La curiosidad les llevó a abrir la puerta, pero lo que encontraron dentro fue lo que los hizo perder el control.
En la habitación había una persona con el rostro desfigurado y el cuerpo destrozado. Parecía haber estado muerta durante mucho tiempo, pero algo extraño estaba sucediendo: su cuerpo parecía moverse de manera inquietante, como si estuviera vivo.
De repente, la figura se levantó y comenzó a perseguirlos por los pasillos del psiquiátrico. Los amigos intentaron huir, pero las puertas se cerraron detrás de ellos una vez más, dejándolos atrapados.
Finalmente, lograron salir del psiquiátrico, pero desde entonces, han sufrido terribles pesadillas y han experimentado cosas inexplicables. Se dice que nunca volvieron a ser los mismos después de su visita al psiquiátrico abandonado, y algunos incluso han desaparecido sin dejar rastro.
Desde entonces, nadie se ha atrevido a entrar en el psiquiátrico abandonado, y muchos creen que el lugar está maldito para siempre. Así que si alguna vez estás cerca del edificio, ten cuidado con lo que puedas encontrar allí dentro, porque nunca se sabe lo que acecha en la oscuridad.