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La lluvia acompañaba las amargas lágrimas que recorrían su rostro, una tras otra sin parar, para el ya no existía el tiempo ni el sonido su mirada estaba totalmente perdida en el abismo de emociones, repitiendo cada una de las muertes de sus amigos, era su culpa.

No pudo salvar a Baji tampoco a Emma y ahora Draken había muerto por su culpa, cada una de los futuros en los cuales el estaba relacionado terminaban en total muerte para todos los que el amaba y apreciaba.

Ante toda la desesperación y rabia un pensamiento repentino cruzó su mente.

- ¿Y si mejor muero yo? -

...

Era tan obvio el merecía morir a cambio de la vida de sus compañeros y amigos; el merecía toda aquella mierda que estaba viviendo pero ellos no.

- ¿Enserio deseas salvarlos tanto?. -Una voz se hizo presente en sus oídos que habían ignorados las constantes palabras de Senju. Era una voz femenina tan familiar que la lograría confundirla con la de su madre

- ¿Q-quie-en h-habla?- Su vista se alzo buscando con desespero a la mujer que le hablo pero la oscuridad a su alrededor no se lo permitía, ¿Desde cuando todo era tan oscuro?. 

Sus pensamientos fueron interrumpidos al sentir una mano alrededor de su cuello cortando ligeramente su respiración.

- Hanagaki Takemichi; primogénito de Kazumi y Hiraki Hanagaki, lider de la onceava generación de los Black Dragons- El agarre de la mujer era cada vez era más fuerte sintiendo como las uñas se clavaban en la piel de su cuello.- Hacia mucho que deseaba conocerte.

- C...cono..cerme- Cada vez le era más difícil respirar, las uñas se clavaban más profundo a cada segundo; sintiendo como su sangre empezaba a rebelarse por su cuello- ¿Por..por que qu..queri...as conocerme?

- Que bueno que preguntas- La mano se aparto de su cuello logrando por fin conseguir que sus pulmones se llenaran de aire, tosiendo en el proceso- Solo se me hizo muy curioso que tu un ser humano que por naturaleza son despreciables y egoístas este de verdad intentando salvar a todas esas personas que haces llamar amigos, pero si te soy sincera es divertido verte fallar siempr pero hasta yo tengo un punto y me hace sentir mal que no consigas nada, entonces quería venir a hacer un trato contigo.

 - ¿Un trato?- No confiaba nada en esa mujer pero si había logrado hacer que todo se sumiera en oscuridad y aparecer de la nada era claro que tenia poderes.

- Si que eres lento Hanagaki, si un trato.- La paciencia de la mujer se estaba agotando, bueno no era como si tuviera mucha pero ese no era el caso.

- Y que ganaría yo con ese trato.- El rubio no sabia de donde carajos le habían salido el valor para enfrentar a ese ser, pero ya no había vuelta atrás.

- Parece que el pequeño tiene agallas, pero no lo piense tanto Takemichi si te soy sincera ganarías muchas cosas, como que tus amigos siguieran vivos, tener una vida feliz, la chica la cual amas no muera y por fin vivir tranquilo.

Sabia que la mujer no era de confiar, le daba fisico miedo y cada fibra de su cuerpo le pedia que corriera pero a donde iria en un lugar donde ella manda.

- ¿Pero todo tiene un precio, o no?- 

- Eres demasiado listo Hanagaki, y tristemente tienes razón.- La mujer hizo una pausa antes de continuar- El poder que tienes en tus manos fue un error; un accidente que jamás debía suceder pero el amor de mi hermano por ese humano lo cegó, pero eso no es relevante ahora. Lo que realmente importa es que a cambio de tu poder yo te dejare hacer un viaje más pero con la diferencia de que podrás cambiar muchas cosas y así tus amigos no morirán ni sufrirán.

El rubio aún dudaba de esa mujer, nada de lo que dijera haría que cambiará de opinión pero que más salidas tenía, ninguna. Era eso o dejar que todos murieran y el no lo permitiría.

- Está bien te daré mi poder.

- Perfecto me alegro que entiendas tan rápido Hanagaki; ahora- El oscuro lugar se volvió color azul dejan ver un que estaban en una gran habitación rodeada por estantes de ¿archivos? no sabia decirlo- Necesito que me entregues tu sangre y así volverás al pasado siendo exacta a 1999.

La mujer no permitió que Takemichi dijera algo en forma de protesta, ya que la extraña mujer tenia uno de sus brazos en sus manos haciendo un corte limpio en este dejando que la sangre cayera a una especie de cuneco no había sentido dolor hasta que la mujer dejo de tomar su brazo haciendo que la sangre siguiera saliendo de una forma alarmante.

- POR..PORQUE ME CORTASTE EL BRAZO-  Miro a la mujer que no le presto atención estaba mas interesada en el cuenco que en el humano que solo le serviría por ahora.

El rubio intentaba detener el sangrado pero no lo lograba a cada segundo que pasaba sentía como lentamente su vista se nublaba; estaba merado, sentía mucho frio pero ya no podría hacer nada, Takemichi cayo desmayado en la sala dejando un gran charco de sangre en el piso.

- Mi trabajo ya esta echo- Observo el cuerpo moribundo del pelinegro encogiéndose de hombros, saliendo de la habitación sim importarle dejar un cadáver atrás.

Pensó que moriría de una vez por todas pero la luz que se colaba por su ventana lo hizo despertar exaltado. Estaba vivo y podía darse cuenta de que ahora era un niño.

Con rapidez y miedo reviso su brazo donde había tenido el corte dando se cuenta de que estaba en su piel como una marca que le recordaría aquel trato echo con aquella mujer.

- Mierda.




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Cambiaron muchas cosas, espero que les guste a mi me gusto más que el anterior y aquí se explica mejor el viaje en el tiempo.

eso es todo gracias por leer

|ut coepi nivis|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora