Seré la razón por la que sigas de pie

3

¿Quieren saber lo que he visto, esperaron mucho? ahora les dire.

Pude ver a dos "personas" aunque más bien, lo otro parecía un perro, no un perro común. Era bastante raro la verdad. Y lo que estaba sucediendo tampoco era normal. Un alumno estaba tirado en el suelo mientras que su "perro" estaba arriba de él, ¿intentando qué? no lo sé. No me iba a ir así como así, preferí hablar y preguntar, porque lo curiosa a mi nadie me lo quita.

— Oye, ¿es tu perro, le diste de comer? — Pregunté pero no hubo respuesta.
— Es como... Un perro verde con rabia. — Seguí viéndolos. Aún no me respondía, ni siquiera era capaz de mirarme. No me iba a rendir, seguí hablando.
— Genial, no sabía que existían. Quiero uno de esos. — Metí mis manos en los bolsillos de mi chaqueta.

Él seguía sin hablarme y pensé << Que grosero. Ya le hablé más de dos veces y no hay caso, ¿donde están los modales? >>

Vi como su perro se alejo del cuello del alumno. Todo iba normal, pero... Vi al chico. Sangre salía de su cuello. Tosía sangre, ¿que sucedía, fue el perro?

— ¡Oye! — Fui rápido con el alumno. Empuje a su "perro" y me acerque al alumno.
— ¿Estás bien, puedes oírme? — Moví al alumno un poco.

Vi los ojos del alumno. Estaban rojos y sus pupilas blancas. Su cara cada vez tenía más líneas algo moradas. ¿Que le sucedía? el no estaba bien, eso se notaba.

El alumno dirigió su mirada hacia a mi. Lo mire algo confusa. Lo admitiré, estaba asustada, no sabía lo que le sucedía y estaba actuando raro. Me aleje lentamente de él. El se acerco a mi rápidamente provocando que yo cayera al suelo. Se acercaba a mi queriendo algo. Trate de alejarlo, pero no podía. Lo alejaba y él se volvía a acercar. Caía sangre de su boca. Esa sangre caía en mi rostro.

Vi mi mochila en el suelo. Podría utilizarla para golpearlo. Extendí mi brazo. Intente alcanzar la mochila pero no podía. Vi al alumno y empecé a empujarlo. Logre tirarlo hacia un lado. Me aleje rápido de él. Me di la vuelta y me acerque para agarrar mi mochila. Sentí que alguien agarro mi brazo, me asuste y golpee fuertemente con la mochila a esa persona.

— ¡Auh!

Escuche la voz y me voltee para ver a la persona. Era ese chico otra vez, Ji Soo-heon. Estaba en todas partes siempre. Y acabo de golpearlo...

— Entiendo que no te agrade, pero, ¿por qué fue eso? — Se tocó la mejilla.
— Me agarraste del brazo de la nada, me asuste, ¿como no iba a golpearte? no protestes.

El suspiro para luego volver a hablar.
— ¿Estas bien, verdad? — Preguntó.

Iba a contestar hasta que empecé a escuchar ruidos nuevamente.

— ¿Escuchas eso? — Pregunté.
— Hay que irnos. — Me dio la mano rápidamente y fue hasta los escalones.

Vi como unas cosas extrañas corrían hacia nosotros. No eran pocas, eran demasiadas y venían demasiado rápido.

— ¡Sube! — Mire rápidamente al chico que sostenía mi mano.

Ji Soo-heon reaccionó. El vio a esas cosas. Dirigió su mirada hacia a mi. Vio los escalones y empezó a subir rápidamente, mientras me llevaba de la mano, para que así no quedara atrás.

Ambos llegamos hasta una puerta. La abrimos y entramos. Vi para todos lados intentando reconocer dónde estábamos.

— ¿Donde estamos? — Me preguntó.

Iba a contestarle con humor hasta que recordé que él era nuevo y esa era la razón por la que no sabía dónde estábamos. Estaba ya apunto de molestarlo.