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KANG SEJUN

Estaba buscando a mi amiga, mi mejor amiga Ahyeon. Me preocupaba. Hace un rato le había sucedido algo, le hicieron algo, como ya sabrán, hay un grupo en la secundaria que no para de hacerle la vida imposible.

Hoy es 16 de febrero, el mundo cambio por completo, mi plan era solo asistir a esa fiesta que organizaba la secundaria para poder divertirme con mi mejor amiga. Claro... También para poder verla a ella, a Seulki. Es una chica grandiosa, realmente necesitaba hablarle en la fiesta o perdería mi oportunidad.

¿Que si pude hacerlo? claro, aunque me costó y por mi torpeza casi lo arruinó, pero lo hice, gracias a la ayuda de mi mejor amiga, ella siempre ha estado para mi, Ahyeon, estuvo para mi en las buenas y malas, me ha apoyado, se ha puesto feliz de mis logros, es importante, su energía es impresionante. Y la quiero demasiado. Cuando yo me sentía solo, ella nunca me dejo solo, aunque viniera la cosa más peligrosa del mundo, ella estaría junto a mi, pero, ¿yo pude estar para ella en ese momento? no pude. Y ahora ella seguramente se sentía mal por lo que le hicieron, la hicieron sentir mal, solo me quedé viendo, pude hacer algo, pero no hice nada, fui muy patético. Me siento culpable.

¿Fui egoísta? he sido cobarde. Ahora ella acaba de cruzar la puerta del gimnasio para irse, pude reaccionar cuando pude oír la puerta cerrarse de un golpe. Mientras alguien me nombraba. Esa voz cada vez la empecé a oír mejor hasta que pude reaccionar.

Vi a la persona que me nombraba. Era Seulki. Estaba junto a mí tratando de que yo volviera a recuperar la conciencia y que saliera de mi nube de pensamientos.

— ¡Se-jun!

Parpadeé varias veces y la mire.

— Vamos a buscarla. — Dijo ella.

No respondí. Aún seguía en mis pensamientos, creyendo que era la peor persona del mundo.

Ella agarro mi brazo, se dirigió a la puerta, la abrió y salió del gimnasio mientras sujetaba mi brazo.

—  ¿Donde crees que estará? — Preguntó ella.
— No lo sé... Pero estoy seguro que debe estar queriendo irse. — Respondí.
— ¿A las escaleras entonces?
— Si. — Afirmé.
— Bien.

Ella empezó a caminar hacia las escaleras. Mientras caminábamos, agache la cabeza algo desanimado, no podía dejar de pensar en lo que había sucedido.

— ¿Que sucede? — Preguntó la chica junto a mí.
— ¿Eh? Nada... No es nada — Respondí.

Ni siquiera aparte la mirada del suelo, no sabía ocultar que mi ánimo no era el mejor en este momento. Y ella notó eso.

— ¿Estas mintiendo?

No hubo respuesta.

Mi mirada ya no estaba viendo el suelo. Ella colocó su mano en mi mejilla y logró que la viera. Sentí como mi corazón empezó a latir más rápido cuando pude sentir su mano en mi mejilla. Y logre ver sus ojos fijamente. Ahora mismo mi mirada solo se concentraba en cada detalle de sus ojos, que ni siquiera estaba concentrado en si me estaba hablando. Hasta que pude reaccionar.

— ¿Eh, que cosa? — Pregunté.
— Dije que se te nota que no estás bien, no sabes ocultar tu ánimo. Dime en qué piensas.

¿Tan malo era ocultándolo? o capaz solamente no puedo ocultárselo a ella.

— Es por Ahyeon. — Conteste.
— ¿Ahyeon, es ese su nombre? que lindo. Entonces... ¿Se conocen? — Preguntó.

Asentí con la cabeza. Ella alejo su mano de mi mejilla y ambos seguimos caminando hacia las escaleras.

Seré la razón por la que sigas de pieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora