capítulo cuatro

960 212 54
                                    


Encontrar a Beomgyu.

El universo estaba lleno de personas. Beomgyu podría estar al otro lado del mundo, o fácilmente podría estar justo a su lado, tan cerca que era invisible.

Yeonjun no pretendía buscarlo. O esl le decía las personas antes de atacar todas sus redes sociales, y conocer a todos los Beomgyu que podría tener el internet. Ante las personas, a Yeonjun realmente no le importaba su problema. Soobin no le daba importancia. Nadie más lo sabía. Yeonjun juraba que no le afectaba, aunque se estaba mintiendo a sí mismo. El tiempo pasa y corre, y te deja atrás.

Yeonjun pensaba que se había estancado. Y justo ahora, mirando al omega totalmente mojado bajo suyo, se sintió abrumado, miedo corrió por su cabeza y su alfa rechazó por completo todo a su alrededor.

—¿Yeonjun?—.

El chico lo miraba con ojos ansiosos, labios rojizos y cara roja. Pero se veía incorrecto, se sentía incorrecto. Yeonjun no quería estar ahí. Y desde hace unos ideas era de este modo. No podía follar con nadie porque entonces su alfa se enfadaría. Yeonjun no entendía el por qué.

—Oye, lo siento, creo que me siento mal.

El omega lo miró como si le hubiese crecido una segunda cabeza. Ningún alfa podría resistirse naturalmente a un omega mojado y dispuesto. Yeonjun lo hacía mientras se retiraba.

El omega lo insultó. Podía hacerlo, Yeonjun también lo estaba haciendo consigo mismo.

Pensó en que su madre había tenido un punto aquella que decidió darle una charla tardía.

"Es extraño, Yeonjun. Nunca has tenido pareja".

Su mamá pensaba que se trataba de alguna falta de confianza en Yeonjun, algo que podría afectar su futuro.

Yeonjun solamente no quería salir con nadie. Nadie le había atraído lo suficiente. Incluso jamás experimentó el primer amor, y esas cosas típicas que debería vivir cada persona. Había tenido deseos primitivos, follado con personas. Y su único intento de reacción quedó destrozado por Beomgyu.

Beomgyu.

Salió de la casa del omega, tomó su teléfono. Tenía un mensaje de Soobin en sus notificaciones, pero no se encontraba con ganas de hablar con nadie, ignorándolo por completo entró a sus redes sociales.

A veces esperar ilusamente encontrar a Beomgyu. Los destinados se reconocían a primera vista. Su apariencia física, su voz, sus feromonas. Podría reconocerlo con cualquiera de esos signos. Ninguno de ellos los conocía. Y si Beomgyu existía estaba empezando a perder la esperanza.

Una llamada entrante de Soobin apareció en su pantalla. Deslizó para contestar.

—Maldita sea, ¿por qué nunca respondes los mensajes?—.

Yeonjun no tenía como excusarse así que sólo permaneció en silencio.

—Mira lo que te envié—pudo sentir una sonrisa desde el otro lado de la línea—. Después me agradeces.

La llamada terminó. Abrió su chat con Soobin para encontrarse con un link de tinder.

"YEONJUN. YEONJUN. YEONJUN".
"No lo puedo creer, Dios, Yeonjun, es él".
"Abre el link rápido y envíale mensaje, Choi Yeonjun".

Yeonjun se erizó, se preguntó si era lo que pensaba que Soobin podría referirse. Abrió el link, pero antes tuvo que crear una cuenta. Estaba impaciente para cuando terminaba su perfil. Podía sentir un ligero sudor en su frente, ansioso por ver lo que se encontraba en el susodicho perfil que me envió Soobin.

Y entonces lo vio.

Un chico bonito de ojos grandes y cabello rubio. Tenía veinticinco y una bonita sonrisa.

Su corazón latió rápidamente cuando leyó la descripción del perfil.

"Te estoy buscando, Yeonjun".

Pensó en que Soobin podría estar bromeando, pero entonces no tendría sentido la manera en que su alma y su alfa se habían acelerado. Tan necesitados y encerrados.

Podría ser su Beomgyu.

Y si lo era, entonces lo había encontrado.

Presionó el corazón en el perfil. Y esperó a que Beomgyu decidiera que era un Yeonjun lo suficientemente creíble para hacer match. Debía ser el Yeonjun que estaba buscando. Y debía ser el Beomgyu que estaba buscando. Tenía que ser él.

El sonido de notificación lo sacó de sus pensamientos, totalmente centrado en el chico de bonitos ojos y sonrisa. El match había sucedido satisfactoriamente, y ahora podían tener una conversación por medio de la aplicación.

Él no podía esperar más. Por lo que tan rápido como entró al chat, no tuvo que ser cortés y solo escribió:

"¿Gimes mi nombre cuando te corres?".








hasta aquí pq luego es desde el punto de vista de Beomgyu JSVDKABS. Díganme q les está pareciendo.

¡Te estoy buscando, Yeonjun! ● yeongyu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora