capítulo cinco

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Beomgyu había esperado que nadie le escribiera.

Pasó años buscando a Yeonjun, era imposible que una estúpida idea de Taehyun lograra en días lo que él no logró en años.

Choi Yeonjun le ha dado corazón a tu perfil, devuelve el corazón para hacer match e iniciar una conversación!".

Tenían que estarlo jodiendo. Tenían que estar jugando con él. Taehyun seguramente se creó una cuenta solo para jugar con sus sentimientos. No tenía sentido, era imposible.

Entró a la aplicación, y el rostro de un chico totalmente atractivo lo flechó.

¿No podía ser feo? ¿Choi Yeonjun no podía tal vez ser horrible? Para justificar su odio. Odiaba a Choi Yeonjun, arruinó su juventud, su relación, su vida. Pero, ¿por qué su corazón latía tan rápido? Se sentía como si su celo estuviera a punto de llegar, lo cual era cierto pero sería demasiado pronto a comparación de otras veces.

Estaba inquieto cuando devolvió el corazón. El cabello negro, sus ojos oscuros con un lunar bajo uno de ellos lo recibieron como si estuviera en casa. Beomgyu se sintió en confianza. Quizás fue su omega. El chat se abrió de inmediato.

Beomgyu enmudeció. Si es que podría enmudecerse virtualmente, lo hizo. ¿Qué podrías decirle? Si Yeonjun era su Yeonjun, entonces no sabría que podría pasar. Podría ser un estafador, podría ser un alfa que vio su perfil y decidió jugar con él. Podría ser Taehyun quién decidió reírse de él un rato, podría ser....

"¿Gimes mi nombre cuando te corres?".

Imposible, imposible. Había soñado con este momento, soñó en cómo podría conocer a Yeonjun si es que realmente existía. No, un Yeonjun falso no tendría forma de saber eso. Un Yeonjun falso no podría simplemente lanzar esa pregunta al azar, esperando atinar. Tenía que ser él.

¿Su destinado?

Cuando era solo un niño, su madre le contó millones de historia. Los cuentos infantiles contenían una gran variedad de temas para el interés de cualquier cambiaformas infante. Uno muy común, los destinados. Algunos decían que no había manera de saber si alguien era tu destinado o no, solamente lo sentías. Otros decían que una vez lo vieras, lo sabrías. Unos muchos más arriesgados comentaban que compartían alguna característica física en común. Cuando era niño había fantaseado sobre la leyenda de las marcas de oro, solo los destinados que se habían encontrado serían dignos de ella. La marca de oro permanecía en el cuello del omega en reemplazo a la tradicional mordida que solo dejaba una tenue cicatriz. El alfa también obtendría una de la misma manera. Sería el reflejo de sus almas brillando en una conexión que duraría la eternidad.

Miró la imagen del chico en su pantalla, junto con el para nada discreto mensaje. Pensó en que Yeonjun podría estar igual de nervioso que él. Pensó que Yeonjun se sentiría ansioso si Beomgyu no le contestaba de inmediato. Decidió escribir antes de que acabara consigo mismo.

"¿También dices el mío mientras te corres?".

Si Beomgyu decía aquello, entonces Yeonjun no tendría que buscar más confirmaciones. Tenían que ser ellos a quienes habían estado buscando.

El mensaje que recibió no lo esperaba.

"¿Podemos vernos?".

Se preguntó a sí mismo si estaba preparado para ver a Yeonjun. Se dio cuenta que realmente estaba anhelando por ello, casi jadeando por conocer a Yeonjun. No se detuvo a pensar un segundo más antes de escribir.

"Sí".

Yeonjun fue rápido al contestarle pero Beomgyu sentía que cada segundo eran años. El tiempo era relativo y empezaba a molestar a Beomgyu.

"Puedo ir hacia donde tú estés".

Beomgyu miró su casa, un poco desorganizada. Mientras hablaba con Yeonjun había olvidado por completo lo que había estado haciendo. No lo recordaba con claridad. Su mente solo repetía una y otra vez un coro que exclamaba: "hemos encontrado Yeonjun, hemos encontrado a Yeonjun".

Tuvo que verse tonto cuando escribió la dirección de su casa. Tuvo que verse tonto cuando estuvo de pie todo el tiempo en su sala esperando por Yeonjun. Y tuvo que verse totalmente tonto cuando pensó con claridad, después de la abruma inicial. A pesar de que Yeonjun lo había acompañado en un montón de buenos orgasmos, era un desconocido, un completo desconocido que ansiaba con cada parte de su cuerpo. Pero podía seguir siendo un delincuente, o algo incluso más peligroso.

Taehyun lo mataría por ser un omega estúpido.

Cuando tocaron su puerta, y el fuerte aroma de un alfa agitado recorrió su casa hasta que llenó sus fosas nasales. Beomgyu sintió como la fiebre subía por todo su cuerpo, hasta que su mente solo era un mar de ideas raras y confusas. Pensó en Yeonjun, y son en Yeonjun.

Yeonjun estaba al otro lado de la puerta.

Y él estaba en celo.

Inviten a más personitas a leer la historia por favor, los tqm, los dejo con las ganas pq puedo y pq ya toca el punto de vista de Yeonjun NSBSM. y comenten mucho, me gusta leerlos :(((

¡Te estoy buscando, Yeonjun! ● yeongyu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora