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Capítulo 32

Su Tang no tomó su dinero. En lugar de eso, se levantó y trató de salir del cerco, pero la chica la jaló del cabello.

“Te extendí la cortesía básica, pero no la quieres”, dijo la niña mientras comenzaba a quitarle la ropa a Su Tang. “Te tomaré una foto y dejaré que todos en la escuela vean lo desvergonzada que eres”.

Al ver moverse a esta chica, algunos de ellos también comenzaron a quitarle la ropa a Su Tang. Otra chica sacó su teléfono y filmó a Su Tang.

“¡No!” Su Tang luchó, tratando de escapar de su control, pero la sujetaron.

Shi Man estaba furioso. Este incidente claramente no estaba en la novela original.

En la novela, después de que Su Tang fuera intimidada por un anciano, Yi Zheng la obligó a renunciar a su trabajo en Nightless City y comenzó a cuidar su vida. La relación entre los protagonistas masculino y femenino también comenzó a calentarse después de este asunto.

Sin embargo, era obvio que este no fue el detonante de ese incidente. Además, Yi Zheng todavía no sentía nada por Su Tang. Si el video de Su Tang siendo intimidado circulaba en la escuela, era difícil garantizar que Yi Zheng no tuviera una extraña opinión de Su Tang.

En cuanto a la chica de pie a un lado tomando videos… Shi Man entrecerró los ojos. Ella la reconoció. Ella era una de las compañeras de Fang Han.

Ahora, toda la historia estaba muy clara. Shi Man salió de la oscuridad y corrió hacia adelante. Ella pateó al chico que estaba desnudando a Su Tang. Se dio la vuelta y levantó la pierna para patear el teléfono que la chica estaba grabando.

El teléfono golpeó y destrozó la pared de vidrio templado.

“¿Quién es? Shi… Shi Man." El joven maestro Du, que originalmente estaba muy enojado, vio que la persona que lo pateó era Shi Man e inmediatamente apagó su enojo.

Solo entonces Shi Man vio claramente sus rostros. Los chicos eran hooligans que tenían una buena relación con Fang Han. Una de las chicas era compañera de escritorio de Fang Han y la otra era seguidora de Fang Han.

“Piérdete si no quieres morir.” La voz de Shi Man era tan fría que los hizo congelarse.

Los chicos miraron al joven maestro Du, esperando que hablara.

“Somos cinco o seis. ¿Por qué le tenemos miedo a una mujer?" El compañero de escritorio de Fang Han dijo ferozmente. Shi Man la había pateado en clase hoy, y ahora no podía esperar para vengarse.

Los muchachos también fueron tentados. Así es, había muchos de ellos, por lo que no tenían miedo de que Shi Man fuera bueno peleando. Además, Shi Man parecía… Si pudieran jugar con dos al mismo tiempo, las cosas serían interesantes.

Los chicos corrieron hacia Shi Man antes de atacar.

Su Tang no tenía miedo. Había visto las habilidades de Shi Man y estaba un poco preocupada de que pudiera resultar herida. Después de todo, estas personas no eran muy limpias.

“¡Shi Man, llamemos al gerente!” Su Tang quería tirar de Shi Man y correr.

“No hay necesidad.” Shi Man apartó la mano de Su Tang que sostenía su dobladillo. El arma que acababa de obtener estaba ansiosa por ser utilizada.

La daga estaba desenvainada y los movimientos de Shi Man eran tan rápidos que era casi invisible.

Shi Man golpeó con fuerza en el estómago a la persona que venía hacia ella y le abrió la ropa con la daga. Ella no quería matar a nadie todavía; ella sólo quería probar el cuchillo. De hecho, fue agudo. No tomó mucho esfuerzo, solo un ligero toque, y sus cinturones, ropa y corbatas fueron cortados.

Shi Man controló muy bien su fuerza. La hoja atravesó la ropa y la piel, dejando una herida superficial en cada uno de ellos. Aunque los cortes eran superficiales y no sangraban demasiado, eran largos y muy dolorosos para niños como ellos. 

Si los pocos hombres corpulentos de antes todavía tenían algunas habilidades y apenas podían resistir algunos ataques de Shi Man, entonces estos jóvenes maestros y señoritas eran completamente insuficientes.

Su Tang pudo decir que Shi Man no usó mucha fuerza y, sin embargo, ya habían caído al suelo.

Shi Man limpió la sangre de su daga con la cara del compañero de escritorio de Fang Han y la volvió a poner en la vaina.

Los estudiantes que habían caído al suelo gimieron de dolor, pero no se atrevieron a ser demasiado fuertes, temerosos de enojar a Shi Man, quien los golpearía nuevamente.

"No sob más que un montón de bichos. En el futuro, no ataquen a sus objetivos hasta que los vea claramente”, dijo Shi Man tranquilamente. “Además, no creas ninguna noticia dada por nadie. De lo contrario, ni siquiera sabrás si te han utilizado”.

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 °Erinnee°