It's mine ᴮⁱˡˡʸ ᴸᵒᵒᵐⁱˢ ⁻ ˢᵗᵘ ᴹᵃᶜʰᵉʳ / ᴳʰᵒˢᵗᶠᵃᶜᵉ

4. Justo en el clavo

Conseguir un empleo de medio tiempo no era tan sencillo como creía, pero logro conseguir un empleo en la tienda de video, aunque le darían una semana de prueba, y por Dios santo de los santos, si que fue una semana demasiado dura, era sorprendente la cantidad de personas que venían a la tienda a alquilar o regresar películas.

Llevando una semana trabajando allí aprendió varias cosas, como que tipo de películas le gusta a la gente, o mejor dicho que tipo de película busca cada cliente, tenía que leerlos para poder averiguarlo, como Casey Becker, a ella con solo verla supo que le gustaban las comedias románticas y sorprendentemente también las de terror, ella era un cliente recurrente. Otro cliente era ese niño, Kenny Bianchi, que en ocasiones venía en compañía de su hermano, que a decir verdad no tenía idea de cómo se llamase. A ese niño le gustaban las películas de acción, en especial las de Star wars, y supo al instante que me gustaba esa película por una camiseta con el logo de las películas. Así que siempre cuando lo veía le recomendaba alguna película de acción que haya llegado recientemente a la tienda.

Pero habían solo dos clientes que en verdad eran como un jodido grano en el culo, se trataban de Billy y Stu, ellos venían a diario a la tienda, no había día que no vinieran, aunque según Randy las visitas de esos dos a la tienda aumentaron cuando el comenzó a trabajar, al igual que la clientela, según su compañero era porque algunas de las chicas se sentían atraídas por él y por eso venían seguido, con la esperanza de conseguir su número o una cita.

Tras acabar de ordenar las películas, va a dónde Randy, cambiando de puestos, estando él ahora atendiendo en la caja y al estar allí, podía escoger que música escucharían los clientes mientras compras, y sin dudarlo puso algo de Guns N' Roses, busco algo tranquilo, que te haga sentir paz, Patience fue la opción más obvia, le subió a la música a un tono aceptable, uno que no sea molesto, pero que permitía escuchar esa pieza musical. Y ahora, estando ahí junto la caja se le era más sencillo descubrir el tipo gusto que tenían las personas por las películas.

Sin lugar a dudas era el trabajo perfecto para él, sabía bastante de películas así que se le era fácil recomendarle alguna a los clientes, además de que podía actuar amable e incluso algo coqueto para que las chicas sigan viniendo, pero el único inconveniente en su trabajo eran esos dos, que una vez que descubrieron que trabajaba allí no dejaron de ir ni un solo día, a veces solo iban por una película y ya, sin charla innecesaria, otras en las que iban y se quedaban hablar con él, esto mayormente lo hacía Stu, y en otras ni siquiera entraban, pero él los podía ver en la plaza en frente a la tienda, sin hacer nada, solo se quedaban sentados en una banca y miraban hacía su dirección, y esto ya le comenzaba a dar miedo, era inquietante.

Lo hacía sentirse como si estuviera en alguna película de terror en donde el asesino observa a la víctima hasta que crea una obsesión por la víctima. Pero si este era el caso, no eran uno, sino dos locos que lo acosan, esto lo asustaba, aunque también se preguntaban que tan estúpido lo creían, porque eran demasiados obvios, en serio, ellos no eran los mejores ocultándose a primera vista, tal y como lo hacía él.

Cuando la noche llego, Randy le pidió que le hiciera el favor se quedara un poco más y cerrará la tienda por él ya que tenía algo que hacer, que ya luego se lo pagaría.

Ya había dado vuelta el letrero de la entrada indicando que ya estaba cerrado, mientras terminaba de limpiar el lugar antes de marcharse, ya las calles se hallaban deshabitadas, todos se hallaban en sus hogares descansando, a excepción de empleados como él que aún tenían algo que acabar antes de irse a casa. Sobresalto al escuchar el timbre del teléfono entre tanto silencio, calmando su respiración fue atender el teléfono, se sorprendió al escucharlo, y le intrigó saber quien podría tener el número del local, tal vez era su jefe que llamaba para preguntar si ya había cerrado o algo así.