2. Las jirafas caminan libres por la ciudad

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En menos de una semana la seguridad había aumentado en Woodsboro, los policías patrullaban de forma seguida los vecindarios, y por lo que parece la luz iba a regresar a las calles cerca de su casa, así que ya no tenía de que preocuparse, por otro lado, Sidney había regresado a la secundaria dos días después del asesinato de su madre, el día anterior a este había sido el funeral de la misma, al que fue invitado, lo cual le sorprendió, puesto que era el único de sus amigos al que ella había invitado—Es que siento que tu eres el único en el que debo confiar en este momento—le confesó dolida, no le quedó de otra que aceptar, él era su más cercano amigo y no estaba bien que la dejara en estos momentos.

A un mes de lo ocurrido las cosas aparentaban estar mejor, aún así todos seguían alterados por lo sucedido, pero todos se sintieron aliviados cuando Weary fue acusado como culpable del asesinato de Mauren Prescott, pero habían rumores de que él en realidad no era el asesino, y que el verdadero asesino seguía suelto por las calles, eso lo hacía sentir nervioso, quien sabe quién será el siguiente en morir, solo desea no ser él, aunque si somos sinceros, si hoy desaparece y termina muerto en un descampado, a nadie le importaría su desaparición y antes de que alguien lo encuentre, algún animal se comería sus restos... Esos si que es un lindo pensamiento para iniciar el día, se preparó rápido y sin siquiera haber desayunado se marcha a la secundaria de Woodsboro.

Al llegaron, observo a Sidney a lo lejos, en compañía de su grupito de amigos, suspiro pesadamente antes de ingresar al establecimiento, no era cercano a ellos y se sentiría incómodo si se acercaba a ellos para ver cómo estaba su amiga.

Se dirigió a clase, absorto en su propio mundo, escuchando algo de Ozzy para poder ignorar de forma exitosa el bullicio que era habitualmente la escuela secundaria, odiaba ese lugar, era demasiado ruidoso, aunque preferiría este bullicio poco entendible al bullicio que tanto  escuchaba al estar en su propia casa, además, iba allí para estudiar y conseguir un buen trabajo en el futuro, un buen trabajo con un buen sueldo que le ayude para poder irse de casa de una buena vez por todas, ser independiente y vivir solo con sus tres gatos: Hades, Poseidón y Zeus.

A la vista de la mayoría de los estudiantes con los que compartía clase, lo veían como un vago, siempre se quedaba dormido en la mayoría de sus clases, al principio los profesores le llamaban la atención por esto, pero en la época de exámenes se daban cuenta que a pesar de dormir siempre en clase, seguía siendo el mejor de la clase, siempre se sacaba las mejores notas, y eso era gracias a una pequeña grabadora que dejaba pegada debajo del escritorio del profesor, para que finalizada la clase, durante toda la noche escuchaba la lección del día, no era el mejor de los sistemas, pero le ah funcionado toda la vida. Le gustaba dormir bastante, era su forma de desconectarse de la realidad, aunque en ocasiones se quedaba dormido con los auriculares y en sus sueños escuchaba la música y era extraño, una vez tuvo un sueño en donde lo asaltaban y por alguna razón de fondo se oía La isla bonita, una canción de Madonna que no pegaba para nada con la situación, pero, ¿A quien no le ah pasado?

Al salir de su última clase se topo con Sidney, aunque ambos iban en direcciones diferentes, ni siquiera se dirigieron la mirada, porque así era su amistad, frente a los ojos del resto, ellos tan solo eran compañeros de clase, todo lo contrario a la realidad, aunque ciertamente ya ni siquiera hablaban desde el funeral de su madre, una semana había pasado de su muerte, y desde entonces la amistad entre ellos cayó en picada, pero lo entendía, al menos intentaba entenderlo, su madre murió y eso era suficiente excusa como alga que actúe de esta forma.

Por error choco con un de sus amigos, él tan solo se dedicó a disculparse en voz baja, sin dirigirle la mirada, no notando la forma en la que aquél chico lo observo de pies a cabeza.

León fue ignorado por el grupo, apenas si se inmutaron de su presencia, lo cual alegro al mismo, habían sido muchos años de práctica para pasar de ser percibido a pesar de ser alguien que te pueda llamar la atención al instante, el pasaba entre la multitud como si fuese invisible para ellos, lo cual le venía perfecto, podía concentrase más en sus estudios.

It's mine ᴮⁱˡˡʸ ᴸᵒᵒᵐⁱˢ ⁻ ˢᵗᵘ ᴹᵃᶜʰᵉʳ / ᴳʰᵒˢᵗᶠᵃᶜᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora