It's mine ᴮⁱˡˡʸ ᴸᵒᵒᵐⁱˢ ⁻ ˢᵗᵘ ᴹᵃᶜʰᵉʳ / ᴳʰᵒˢᵗᶠᵃᶜᵉ

9. El turno nocturno

-Dios, que puto asco que es ese baño.

Se quejaba Leon tras haber destapado el baño, le era asqueroso cada que alguien lo tapaba, porque siempre lo mandaban a él, porque los otros empleados eran mujeres y les daba asco, como sí por ser hombre no le diera asco tener que encargarse de eso, con total desagrado va junto a las chicas, y mientras seca sus manos con un trapo les dice.

-Chicas, ¿La próxima vez no podrían encargarse alguna de ustedes del baño? Casi vomito como cuarenta y siete veces ahí dentro, y no quiero ser yo el único que se encargue del puto baño.

Y como era de esperarse fue ignorado totalmente por ellas, y no solo eso, también varias de ellas se fueron para casa, y claro, le pidieron que las cubriera en el trabajo mientras ellas salían temprano y se iban con sus novios, prácticamente la cafetería quedó a su cargo, ya que hasta su jefe se había marchado, odiaba trabajar en la cafetería, tal vez debería de renunciar una vez que le paguen lo de esta semana, no llevaba mucho tiempo trabajando acá, aún así odia su trabajo, o más bien a sus compañeras de trabajo y a su jefe.

Prácticamente se encontraba solo cubriendo el turno nocturno, no era la primera vez que le pasaba, así que ya estaba acostumbrado, ya hasta se había aprendido de memoria quienes venían y a qué hora, incluso lo que ordenaban, tal vez eso era lo único bueno, porque no tenía problema con los clientes que venían a estas horas, algunos salen del trabajo y venían por un aperitivo, habían otros que venían tan solo de pasada, estos eran clientes que veía cada cierto tiempo.

-Como le va detective Schulz, ¿Un café negro como siempre? -pregunta, a lo que el rubio tan solo asiente con la cabeza.

El detective Schulz era nuevo en el pueblo según tenía entendido, había sido transferido recientemente desde los Ángeles, según había escuchado de algunos clientes, el rubio no iba a estar mucho tiempo en la ciudad y que pronto iba a irse a trabajar a la ciudad de Queens. Aquel detective pasaba bastante tiempo en el café, siempre solitario tomando su café alejado en una esquina, fácilmente podía decir que era un hombre solitario, y bastante extraño, siempre llevaba una cámara consigo y sacaba fotos a las personas, a León incluido, en más de una ocasión lo había visto sacándole una fotografía cuando esté creía que no se daba cuenta.

Prefería no decir nada, más porque que el detective Schulz estuviera allí durante el turno nocturno se le era de gran ayuda, en especial porque la última vez habían entrado a robar a la cafetería y de no ser por el detective, él hubiera acabado con un tiro en el medio de la frente.

Y como todas las noches el detective Schulz se marchaba momentos antes de que entre esa pareja que venía de forma recurrente al café durante la noche, pedían solo un café y se la pasaban en un rincón, prácticamente comiéndose a besos, los conocía, o al menos a la chica, era Casey Becker, la ex novia de Stu, la chica la cual él supuestamente dejo por su actual novia, Tatum, pero era bien sabido que Casey había dejado a Stu, no viceversa.

Se dispuso a limpiar la cocina en lo que aquella pareja se dirigía hasta los baños, a cojer seguramente, siempre era así, y luego, ¿Quien tenía que limpiar el desastre que hacían? Pues León, el único empleado que estaba en la cafetería.

Tomando el trapeador se acerca hasta la radio y pone la emisora de siempre, era la única por la que pasaban algo de música que era de su gusto, y se dibuja una sonrisa en sus labios al escuchar la celestial voz de Gwen Stefani de la banda No Doubt, prácticamente tomo el trapeador como su compañera de baile mientras también lo usaba como micrófono, cantando a todo pulmón Dont speak, le encantaba esa canción, se le era inevitable no querer ponerse a cantar y bailar, o hacer como si estuviera en un jodido video musical, tirándose al suelo y cantando con fuerza, aprovechando que los únicos que posiblemente lo puedan escuchar estaban cogiendo y no podían escucharlo.