Era nuestro primer día en el vecindario, era un hermoso lugar alejado del ruido de la ciudad con grandes zonas verdes, mis dos hijos, Maicol de siete y Ana de cinco les había encantado el nuevo vecindario al igual que a mí, mi esposo estaba agradecido por su nuevo lugar de trabajo; él trabajaba para Paraedito, una editorial conocida por sus historias paranormales y de fantasmas, a pocos kilómetros había un cementero que era lo que más inspiraba a mi esposo, y Dogo el perro era el más feliz de todos, o por lo menos en el jardín pero apenas entramos se asustó, tenía la cola entre las patas y las orejas agachada, cosa que no era común en el pero pensé que era el cambio de ambiente y que en pocos días se acostumbraría al nuevo hogar, la casa era grandísima, al entrar por la puerta principios llegaba a una enorme sala amoblada con los más finos muebles persas y una hermosa alfombra árabe muy antigua, la cocina era un poco más pequeña pero mucho más moderna, en el segundo piso estaban los cuartos, tres alcobas hermosamente decoradas tal al gusto de cada uno de nosotros, como si el dueño anterior nos conociera a cada uno de nosotros pero sin duda lo que más me llamó la atención fue un enorme espejo en el pasillo, iba desde el suelo hasta el techo. El jardín tenía hermosas orquídeas, girasoles y margaritas y en el centro un enorme pino con pequeños árboles frutales a los lados. Acomodamos nuestras cosas y salinos a conocer el pueblo, se llamaba "Dust Town" y todos eran muy amables, los paisajes eran como salidos de la mente de Picasso, hermosos e indescriptibles (tal vez no halla sido la mejor analogía. Pero así me sentía). Después de la caminata familiar dejamos a los niños en casa y mi esposo yo fuimos a el cementerio a buscar historia para la nueva obra de ni esposo, al llegar nos sorprendió que estaba abierto, siempre usábamos el mismo pretexto para ir a bailar, pero esta vez estaba abierto. Hablamos con el celador, un viejo gordo y sucio de bigote mal cortado llamado Tom, que nos contó varias historias populares del pueblo, mi marido estaba bastante emocionado y quedó de visitar al viejo Tom para hablar y al regresar yo estaba aburrida y cansada.
El lunes mis hijos se fueron al colegio y mi esposo a visitar al viejo Tom de modo que estaba sola en casa, decidí empezar a ordenar la biblioteca ya que era el lugar más usado en todas nuestras múltiples casas, los niños eran grandes lectores a su corta edad y yo amaba las novelas romántica y todo tipo de literatura en general. Cuando termine eran las once de la mañana así que me senté leer Romeo y Julieta y Dogo llegó junto a mi muy asustado, toque su cabeza para que se calmara cuando escuche un fuerte estruendo, me levante bastante asustada y al salir de la habitación la biblioteca se había caído, tuve que empezar de nuevo y Dogo estaba bastante inquieto; cuando termine llegó mi esposo con los niños, pasamos el resto del día a ordenar la casa, al terminar todos nos fuimos a acostar.
El martes mi esposo y yo estuvimos solos arreglando la casa, pero alrededor de las ocho de le mañana el debió viajar a la ciudad, cuando salió Dogo empezó a ladrar, creí que había alguien en la puerta pero Dogo le ladraba al espejo, mire y vio a una niña rubia vestida de negro detrás de mi pero cuando mes volteé no había nadie, estaba cansada tal vez mi mente me jugó una broma, pero Dogo seguía muy asustado, cuando volví a la habitación y encendí el televisor para calmarme un poco escuche un todo en la cocina, bache a toda velocidad y encontré a Dogo muy asustado y toda la vajilla rota, saque a Dogo pero cuando mi marido llegó lo volvió a dejar entrar. Le conté todo lo que había pasado. El prendió la computadora y abrió una página en la que salía la información de nuestra casa. Construida en 1423 era la más antigua de Dust Town pero me decepcione al ver que la casa no poseía ninguna antecedente paranormal, todo en orden, familias felices, sin embargo yo no me sentía segura.
-Si quieres- dijo mi esposo- el jueves podrá venir Mr. Bloch
-Me encantaría- respondí- unos antecedentes no lo es todo, necesitó estar segura de que no hay nadie más aquí...
Después de esto nos fuimos a dormirSoñé con una pequeños y hermosa niña rubia y de ojos cafés, tenía alrededor de 10 años, estaba vestida toda de blanco y era muy sonriente, de la nada salió un hombre de alrededor de cuarenta años y empezó a golpearla, la sangre brotaba y yo estaba autorizada. Me desperté asustada, ya era de mañana y estaba sola en casa mi esposo y mis hijos ya habían salido, escuche un extraño ruido y fui a fuera a mirar que era lo que escuche pero antes de llegar a la puerta escuche a Dogo ladrando, después un ruido seco y lo siguiente que vi fue el cadáver de Dogo degollado y lado un charco de sangre, pero quien pido haber hecho esto, no habían huellas no marcas humanas. Estaba tan aterrorizada que estuve todo el sus fuera de casa y al estaban todas nuestras cosas regadas por el piso. Pero las decoraciones originales estaban intactas, estuvimos mi marido y yo arreglando durante toda la noche. Mi esposo estaba también bastante preocupado, sus investigaciones de la casa no mostraban nada sospechoso a excepción de que hacia 100 años que nadie vivía allí, el mismo periodo de tiempo que el cementerio, pero ni él ni yo lográbamos conectar los puntos: ciudad extrañas en casa, un cementerio que se construyó el mismo año que la casa quedó vacía; era todo lo que teníamos así que nos fuimos a dormir. En mis sueños escuchaba voces de niños, jóvenes y ancianos. No veía a nadie pero sus voces eran muy reales y cada vez se acercaban más y más y más hasta que desperté, pero no estaba en mi cama como cuando me había acostado, estaba en la sala con un increíble dolor en mi abdomen. Grite con tal fuerza que mi marido se despertó asustado. No me podía mover del dolor. Mi esposo me levantó la camisa y estaba horrorizada se brindan las letras "GO" escritas con las uñas de algún ser demoníaco, aún salud sabe y tuve que ir a urgencias al hospital más cercano. Allí por fin pude descansar
Al día siguiente y tras dar muchas explicaciones logre que me dieran el alta, llegue a casa y Mr. bloch estaba preparándose para el exorcismo; los niños estaban en el colegio y habitantes contratado a una niñera para que no estuviesen en casa mientras Mr Bloch trabajaba. Si había algún espíritu en casa lo sabríamos, aunque para mi era algo más que seguro. Saco agua bendita y un crucifijo, esparcía agua por toda la casa, empezó a rezar el padre nuestro y todos los objetos que habían en la sala empezaron a temblar con increíble fuerza. Otra vez esas horribles voces reinaban en mi mente, horribles gritos que hicieron que me tapara los oídos y me tiara al suelo pero aquellos espantosos gritos no se iban, me ríe al suelo y mi esposo me sostuvo, sentía como sangre salía de mi odio y como unas largas u afiladas garras dañaban mi piel. De pronto todo paro, silencio absoluto y por fin calma, ya nada se movía, Mr Bloch estaba agotado tirado en el suelo. Todo había acabado así que llame a mis hijos, llegaron muy pronto y Mr Bloch se estaba despidiendo, estábamos infinitamente agradecidos.
El viernes me quedé sola con mi hijo mayor Maicol, había amanecido un poco enfermo así que decidí que no lo llevaría al colegio, estábamos viendo una película cuando escuche un ruido en la cocina, me asomé para ver que pasaba, simplemente el viento había botado una olla. Cuando regrese al cuarto Maicol estaba flotando muy asustado, luego la cama y la lámpara empezaron a temblar, vio como Maicol se levantaba por encima mio y pasaba por el pasillo hasta entrar en el gran espejo que se veía de un rojo sangriento; entonces recordé todas esas horribles voces, todo este tiempo desaguan detrás de el espejo. Vio como mi hijo era absorbido por ese espejo pero cuando yo lo toque era tan sólido como siempre. Agarre una matera cercana y lo rompí y entonces lo ví... Un portal al más allá, con razón estaba sola los espíritus habían escogido esta casa como propia alejando a todos quien interrumpiera en ella. Pero no permitiría que mi hijo estuviera allá. Puse un pie dentro del portal, sabía que ya no había vuelta atrás...
-NYKOLÁX
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relatos en primera persona
Short StoryTodos tenemos historias algunas macabras, otras lúgubres algunas graciosas. He aquí algunas de ellas