Hako

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La historia que van a leer a continuación la escribe mi alma sin cuerpo, mi cuerpo yace En el río Usumaki donde morí por amor a mi trabajo de fría sangre y peleas de sombra. De niño mis padres fueron asesinados y yo quede destinado a vivir en la calle, robar para comer y ser golpeado todos los días. Hasta que llegó él, un hombre alto y fornido, me levantó me dio comida y afecto, el me enseño todo lo que se, o sabia, no era doctor tampoco maestro; era mercenario el mas grande de todo Japon, era el poderoso Sorem. Me convertí rápidamente en su mano derecha, matar con espada, shuriken o cuchillas era fácil yo mataba con agujas , más dolor para mis enemigos y los enemigos de Sorem. Un día íbamos rumbo a Tokio por algunos negocios. Él siempre llevaba una gran espada,mas grande que yo que apenas media 1.56, yo llevaba la máscara con la que siempre trabajé por petición de él, nunca quizo que supieran quien era,nunca me dijo por qué. Para mi eso no importaba, pasábamos por el río Usumaki cuando un policía se nos atraviesa, decido sacar a una aguja y lanzarla, directo en la yugular, mi puntería siempre fue implacable, Sorem me había entrenado bien, el cuerpo sin vida cae, la sangre aun se derrama y una estela de humo empieza ha aparecer, sin duda es un gruño de "ninjas protectores de paz", nuestros mayores enemigos pero nada con lo que no hubiese librado antes, ya había matado a un par de ellos pero Sorem se veía muy intranquilo "Atrás de mi Hako" me dijo, pero yo quería luchar y no hice caso. Toque el agua del río con mi espada y ésta pronto se levantó mojando a los tres ninjas que se encontraban frente a nosotros todos con una banda roja que les cubría el ojo derecho. Nunca había visto a Sorem tan asustado e intranquilo empezaba a dudar pero los tres se abalanzaron contra nosotros dos contra Sorem que los mató uno contra mi. Chocamos espadas varias veces, Soremo estaba quieto y veía tristeza en su cara pero no lograba comprender nada, luego vi la cara de con quien peleaba y se me hizo vagamente familiar. Luego lo conprendí...

Era mi padre el que creía muerto hace mucho tiempo, solté la espada y Sorem cayó de rodillas, ninjas ocultos lo habían apresado, en el horizonte vio campesinos cuyas aldeas habíamos quemado y familias torturado. Esas caras nunca se olvidan, la cara de miedo antes de matar a alguien. Algunos les causa terror mi placer, pero me estoy desviando mucho del tema pues mi padre también dejó caer su espada pero no me tocó quedamos mirándonos fijamente los campesinos golpeaban a Sorem, mi padre habló,me dijo: "hijo mio tu madre hermano y yo te hemos buscado, ¡el día en que nos atacaron no morimos te seguimos la pista¡ hemos visto cada uno de tus crimenes, Ñero no podíamos hacer nada pues Sorem nos habría matado hace mucho, reunimos campesinos que deseaban su fin, unete a nosotros y acaba con él".

Me acerque a Sorem, a mi maestro, al único que creía familiar, a mi único amigo, saque una aguja y la bañe en su cuello sin poderlo mirar a la cara, la aleje un poco y corrí hacia los aldeanos asesinando a todo aquel que veía pero a mi paso temia que me golñeaban. De repente mi padre estaba frente a mi a punto de atravesarme con su espada pero Sorem me protegió y me pregunte "¿cómo voy a atacar a mi protector y maestro? ¿cómo un aparecido dice ser mi padre?" Todo esto pensaba cuando sentí que algo me atravezaba era un campesino que recordaba perfectamente, mate a su hija y su esposa por no querer pagar sus deudas.
Sentía todo ligero mi cuerpo, cayó, pero yo seguia en pie. Me di cuenta que había muerto y mi alma estaba en medio de la lucha parada inmóvil había olvidado como mover mi cuerpo. sorem se liberó y se dirigió a mi cuerpo. Sus ojos no lloraban pero sabia que su alma lo hacia. Vi rabia, puso una TAKAI (cuchillo con filo en ambos lados) En su boca y se dirigió a mi progenitor, a quien me niego llamar padre, ambos murieron, de los ojos de mi alma brotaron lágrimas, en aquel hermoso río empezó a nevar. Por mi culpa deseo creer

Ahora aun muerto me pregunto
¿Quién es mi padre el que me dio comida y me enseñó lo poco que se o aquel que me dio la vida pero que nunca pude ver? Mu alma busca a los dos hombres de aquella fatídica noche. Algún día en la eternidad los hallare y todas mis preguntas podré responder...

-NYKOLÁX

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