Mi Salvación (Grey)

Capítulo 5

Pov Christian

Me acercó a ellas y Ana me mira sorprendida.

-¿Tu otra vez?.- dice.

- Sí, aquí estudio, veo que conociste a mi hermana Mia.

Se queda sorprendida cuando le digo que Mia es mi hermana.

- Oh.

- El es mi hermano.- dice Mia.

- Yo no sabía.

-¿De dónde se conocen?

- Nos encontramos en el parque.- le digo.

Ana rueda los ojos y frunce el cejó.

- Vámonos.- le dice Mia a Ana.

Ella asiente y se van, ¿por qué habrá rodado los ojos?

Me voy a la mesa y veo a José.

-¿Ya conociste a Ana, la chica nueva?, va con tu hermana Mia en clase.

- Ya la conocí.

- Es linda.

- Mm, sí.

Frunzo el cejó.

Dan el timbre y todos se van retirando de las mesas.

***

Tengo que ir a la biblioteca por un estúpido libro, sería más fácil que hicieran mis trabajos, pero está vez lo haré yo mismo.

Cuando entro en uno de los pasillos veo a Ana.

Llegó detrás de ella y pongo una mano en su hombro haciendo que de un salto.

- Me diste un susto idiota.- dice y me da un golpe en el hombro.

-¿Idiota?, lo siento.

Ella asiente y sigue buscando.

-¿Por qué rodaste los ojos cuándo estábamos con Mia?

-¿Necesitas saberlo?

- Por favor.

Da un suspiró y me mira.

- Por que lo dijiste muy arrogante.

-¿Arrogante?

- Sí.

- Oh genial.

- Oye una cosa, ¿eres gay?

Frunzo el cejó y la miró enojado.

- No, Anastasia, no soy gay.

Pongo mis manos en su cintura y la atraigo a mi.

-¿Así qué yo soy arrogante y gay?

- Sí y no lo sé.

- Que bien a lo uno y te lo voy a demostrar a lo dos.

Ella me mira y sonríe.

- A la mierda los libros.- digo y ella los suelta.

Acercó mi boca a la suya y la besó, nuestras lenguas juegan como si se conocieran desde hace mucho tiempo, bailan y se divierten entre ellas, pone sus manos en mi pelo y tira de el, por el rabillo del ojo me fijó que tiene que estar de puntillas para besarme, aprisionó más su cintura en mis brazos haciendo que disfrutemos del beso.

Me suelta el cabello y hace que me retiré, la miró desconsertado.

- Ya lo has demostrado, tengo trabajo que hacer.

-¿Quieres otra demostración?.- le digo divertido.

- Será para después enserio, tengo muchos trabajos por terminar, ya que soy nueva y tu sabes, tener que ponerse al corriente.

- Claro que se que es ser el nuevo.- digo en un susurro.

- Bien.

Toma los libros que llevaba y yo tomó los míos.

- Te puedo llevar a tu casa.- me ofrezco.

- Mm, no sé...

- Anda di que sí.

- Pero tengo que avisarle a mamá.

- Haz lo.

Asiente y hace la llamada.

- Hola, si, no no vengas, me iré con un chico que conocí, si yo igual, no, no lo haré.

La miró con una sonrisa de satisfacción, está vez he ganado yo.

- Mi madre me dio permiso, pero me llevarás en cuanto salgamos de aquí.

- Claro Señorita.

Asiente divertida y caminamos por el estacionamiento.

-¿Cúal es tu auto?.- me pregunta.

Creó que no se lo dije.

-¿Quién dijo que nos íbamos en auto?

-¡¿Que?!

- Vamos en moto.

Le señaló mi moto negra muy bien tratada.

- Oh, no, yo no me subo.

- Si que te subes.

- Que no.

- Que si.

30 minutos después.

- Por favor Ana.

- No le tengo miedo a las motos.

- Por favor, vamos a tardar otros treinta minutos aquí, sube te prometo que te podrás sujetar de mi y no pasará nada.

-¿Seguro?

- Seguro.

Asiente y se sube, enreda sus manos en mi vientre. Lugar en donde no me puede tocar.

***

Llegamos a su casa, joder, todavía no me creó que es hija de Raymond Steele, es un empresario famoso y casi no deja saber mucho de su vida, por eso no sabía que tenía una hija.

Cuando estoy apunto de besarla se escucha un gritó.

-¡Ana!

Miramos y es un chico castaño de ojos verdes, ¿quién mierda es?

Frunzo el cejó al verlo.

Hola. Hola. ¿Que les parecio?

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