Sorpresa

1.9K 81 154
                                    

Jiji, acá está la advertencia.

- Jouno es un chico trans, por ende, aún tiene la oportunidad de concebir.

Jouno y Tecchou eran unos muy buenos colegas, apesar de que solían pelearse no resultaba un impedimento para que florezca el sentimiento de compañerismo entre ambos, era algo digno de admirar.

Un día, en el hotel donde estaban en una misión concluida en el exterior, el  comandante propuso salir a tomar algo al bar que tenía el establecimiento. Todos aceptaron exceptuando Jouno, que tardó un rato en aceptar, pero lo hizo gracias a las súplicas indirectas de Suehiro.

Al llegar al lugar a todos les agradó el ambiente, incluso podían pedir una habitación privada para pasar el rato en grupo, cosa que hicieron.

El equipo estaba bastante emocionado y las disputas de juego que se generaban entre Teruko y Tachihara los divertía aún más, aunque gracias a las carcajadas demasiado fuertes de Fukuchi lo mandó a callar muchas veces el personal del lugar.

Y obviamente en una buena reunión nunca faltarían las bebidas alcohólicas.

Hace bastante tiempo que no la pasaban bien juntos y se sentían bastantes motivados para tomar. Incluido el dúo de Tecchou y Jouno.

Tecchou tenía bastante resistencia al alcohol, por lo cuál tomó demasiado y fue empeorando debido a que comenzó a mezclar los líquidos del mismo color.

Saigiku no contaba con tan buena resistencia y aún así tomó demasiado, sentía que lo necesitaba. Michizou y Teruko empezaron a hacer competencias de quién tomaba más rápido y obviamente el capitán quería estar presente siendo el testigo, aunque no resistió y terminó uniéndose a la rivalidad.

Todo esto concluyó en Fukuchi desaparecido y Teruko arrastrando a Tachihara. De los dos restantes no se sabía nada por parte de sus colegas.

Ellos se encontraban besándose en la habitación de Suehiro.

— ¿C-crees... que esto sea una buena decisión? — Balbuceaba Tecchou, tanto él como su acompañante estaban cegados por el alcohol.

— ¡Qué importaaaa! — Chillaba el ciego, no tenía ganas de arrepentirse.

Después de ello, ambos amanecieron con una horrible resaca y en la misma cama. Saigiku pegó el grito en el cielo.
    
— Bien, es evidente que algo sucedió. — Habló Saigiku una vez un poco calmado, intentando recordar lo que pasó. Falló olímpicamente.

— Lo sé — Contestó Suehiro revisando el lugar. — Hay preservativos usados por toda la habitación. No creo que sea problema. —

— Ugh. No hay farmacias en todo el nulo lugar que conocemos. — Mencionaba Jouno, asqueado ante la imagen de condones sucios en el cuarto. — Como sea, debemos prepararnos, nos espera un vuelo de dos días devuelta a Japón. — El pelicastaño asintió ante la información, comenzando a limpiar el desastre. El ciego se vistió y se fue del lugar rápidamente, iría a su recámara.

En el viaje en silencio acordaron no hablar más de lo sucedido. Tecchou internamente se sentía complacido por lo que había pasado, pero Jouno era un remolino de dudas ¿Eso había significado algo?

Los días pasaron en monotonía, nada nuevo en el cuartel. Como de costumbre Jouno llegaba a casa a descansar después de una jornada devastadora, era una semana común hasta que, mientras se encontraba cocinando un poco de arroz cocido sintió la necesidad de vomitar, se sentía bastante mareado, aunque no se preocupó de más, tomó una pastilla para los vómitos y así soportó los mareos que permanecieron durante esas fechas.

Suegiku time.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora