Obra de Teatro

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- Mamá, ¿De verdad tengo que ir? - 

- Claro cariño, obtuviste uno de los papeles principales. - Sonrió con ternura la joven mujer, acomodando la capucha del traje rojo de su hijo. - ¡Te ves tan guapo! Estoy tan orgullosa de ti.

El pequeño albino suspiró y dirigió su mirada lejos de la de su madre. Ella vió ese gesto y abrazó al niño, entendía los nervios ya que él no era alguien que le gustara mostrarse, pero amaba el teatro. - No te desanimes mi amor, Tecchou va a estar ahí... Aunque va a ser el lobo, te va a apoyar de todas formas.  

 ☆

Al llegar a su escuela; dónde se llevaría a cabo la obra, Jouno se dirigió al vestuario junto a su progenitora, allí le comentó la madre de Suehiro que se encontrarían debido a que Tecchou tenía que maquillarse un poco.

Tecchou estaba siendo peinado por su madre Hachi, se mantenía quieto y se guardaba unas quejas cuando ella tiraba de su cabello desalineado, hasta que vió a los Saigiku y salió corriendo a recibir al menor de ellos. 

- ¡Tecchou, debías quedarte quieto! - Se quejó la señora Suehiro, viendo con frustración a su hijo

- Son inseparables, ¿verdad? - rió con amor la madre de Jouno, Azumi.

- Ni que lo digas, a mi bebé siempre le gusta andar pegado a Jouno, son uña y mugre en buen sentido. - Hachi no pudo aguantar su fingida seriedad y soltó una genuina carcajada, Azumi acompañándola.

Mientras, los niños mantenían su conversación durante el abrazo. - Tecchou, deberías dejar que tu mamá te peine ese cabello... 

El moreno movió la cabeza en negación y se apegó más a su amigo. - ¡No! No quiero, no quiero soltarte. - El albino se sonrojó, sin entender esa extraña emoción que se propagó, era raro para su inocente cerebro de nueve años.

Saigiku acarició la espalda de su compañero unos segundos, dándose su momento, pero no duró demasiado. - ¡No te pegues mucho a mi ropa, me la vas a arruinar y lo mismo pasará con tu maquillaje! - Tecchou notó que Jouno estaba comenzando a sentirse incómodo y decidió alejarse, entendiendo que debía hacer caso y acercándose a su madre para pedir que le siga peinando.

Después de volverse a sentar con su madre, Jouno se acercó nuevamente al lado de él para sacarle charla mientras tanto. Hachi se sorprendió una vez más de la tranquilidad que mostraba a Tecchou alrededor de su amigo, Azumi lo presenció también e hizo sonreír a ambas mujeres. 

Ya estaban listos y pronto habría que estar detrás de la tela. Suehiro le preguntó a Jouno si podía tomar su mano antes de subir al escenario y este accedió. Y luego, comenzó la obra, corriendo el telón. Ambos estuvieron excelentes, ninguno de los dos titubeó en ningún momento y siempre que podían se veían para darse confianza el uno al otro.

Jouno se asustó cuando el niño llamado Dazai que actuaba de cazador corrió a Tecchou de la cama, trayendo de vuelta a la abuelita, Yosano. Pero luego todo se arregló cuando vió a su lobo escondido detrás del escenario levantando el dedo pulgar, feliz, alentando a su amigo. 

Sus madres y todo el público en general presenciaron la obra envueltos en la ternura que generaba la actuación de todos los niños, orgullosos. 

Al finalizar todo, ambas familias decidieron ir a celebrar a casa de los Saigiku, cenando algo de camarones. Al terminar la comida, los niños siguieron jugando. Al punto que juntos se quedaron dormidos encima del otro en el suelo.

El dúo Suegiku compartían muchas cosas en común y lo más especial entre ellos era el amor al teatro, que, incluso a los dieciseis años aún seguían compartiendo dicho gusto y muchas actuaciones juntos.

Al día de hoy, ambos en un picnic que organizaron para ellos en silencio extrañamente incómodo, uno de ellos habló - ¿Puedo besarte?

‐ Jaja, qué

Tecchou se anticipó la duda de su mejor amigo e intentó salvar la situación. - Digo, tengo que practicar para una obra en especial, pero debo besar a la protagonista y realmente no sé hacerlo.

Jouno al oír esas palabras se puso loco, saltando de su sitio, lo había invadido un sentimiento que no podía descrifrar, sin embargo no era la primera vez que se propagaba, solía pasar cuando Tecchou se hallaba muy cerca físicamente de otras personas y sin él. ‐ ¿TE VAS A BESAR CON ALGUIEN?

- ¿Eh? Oh, sí. Supongo. - Saigiku se sintió muy mal y se quedo sin palabras, no entendía qué sucedía.

- Pero... ¿Nosotros nos vamos a besar? - El peliblanco seguía sin decir nada, aunque él estaba en su propia lucha interna. ¿Dejar que besen a la persona que amaste desde siempre o aprovechar esta oportunidad de al menos ser el primero? Lo pensó, si iba a perder, al menos lo iba a hacer bien.

Suehiro vió todo el esfuerzo mental que estaba haciendo Jouno por si solo, así que asumió que él realmente no quería eso y se arrepintió de pedirle algo como esto, realmente creyó que tenía chances, le creyó mucho a su madre. - ¿Sabes? Olvídalo, creo que es incómodo para ti, lamento hacerte pasar por esto. - El moreno ya no sabía que hacer, así que empezó a juntar sus cosas, guardando en el canasto. - Ya está comenzando a hacer frío y el sol se está poniendo. ¿Te acompaño a casa? - Preguntó sin mirarlo.

Jouno entendió que estaba perdiendo la oportunidad y en su desespero, tomó la mano de Tecchou y lo acercó a un beso. Él se sorprendió de sus acciones y su compañero aún más.

Duraron unos minutos probando los labios del otro, eran nuevos y el beso tendía a ser muy tierno y suave, perfecto.
Eventualmente, debían separarse.

- Espero que eso haya sido suficiente practica para ti. - Habló finalmenre Jouno, corriendo su rostro, no quería verlo, se sentía avergonzado por su actuar.

- No fue suficiente. - Respondió, volviéndolo a acercar a otro beso que iba a ser igual de correspondido que el primero.

La entrada se estaba abriendo, Azumi dejó de bailar e intento verse lo más tranquila frente a su hijo, como si minutos antes no estuviera festejando en el chat de su mejor amiga Hachi.

Saigiku entró a la cocina y dejó sus llaves de la casa en la mesa, dirigió su mirada a donde se encontraba su progenitora y habló con miedo. - Mamá, creo que me gusta Tecchou. 

- Se te notaba desde chiquito. 


Holaa, vuelvo después de tanto, esto es algo rápido, pero tenía ganas de publicar algo y esto vino a mi mente cuando toqué la computadora. (Una hora y media atrás) Ojalá lo disfruten de todas formas, byee!

Suegiku time.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora