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Clyde x Lectora
Scenario: Dia en la playa

WARNING: Esta historia contiene lemon (NSFW).

Había sido mucho tiempo desde que el grupo de amigos lograban hacer algo juntos. Moe habia sugerido que fueran a la playa, y todos habían aceptado. Estabas emocionada, después de todo, ¿que mejor forma de pasar tu fin de semana que con tus mejores amigos y tu novio? Este mismo siendo el chico nuevo de cabellos cyan, el cual hace poco habías descubierto que además era un alien, uno que había venido a la tierra solo por ti. Un chico el cual alegraba tus días con su personalidad confiada y sus dulces palabras.

Habían pasado toda la mañana en la casa de Charlie preparándose para tomar todos el auto que Keith y Guro de alguna manera habían conseguido y dirigirse a la playa, 3 horas en auto las cuales consistieron de diversión entre todos, karaoke y emoción de por fin vacacionar. Notabas que en esas 3 horas de viaje Clyde había estado mirándote con una sonrisa cálida, algo que te hacia ruborizar levemente.

Pero en fin, habian logrado llegar. Estaba soleado y gracias a que habían madrugado llegaron justo para disfrutar de la iluminación de la tarde. Guro y Moe ya estaban quitándose la ropa, revelando debajo sus trajes de baño y sin dudar echándose hacia el mar.

Charlie había traído una bola de Volleyball y Keith había accedido a jugar con el. Eso te dejaba sola con Clyde para buscar un lugar menos asoleado donde poner todas sus cosas.

Habías estado tratando ya por unos minutos de llevar tu sola todas las pequeñas bolsas que los demás habían traído. A tus espaldas escuchaste la risa molesta que tanto conocías la cual fue seguida por unas de esas sonrisas picaras que caracterizaban a el peli-celeste.

-___, dejame ayudarte con eso-

Sus manos pronto encontraron las tuyas, juntos llevando los artículos a su pequeño campo en la sombra.

Al haber terminado la labor, por fin pudiste quitarte la ropa que traias puesta y quedarte en el bikini que, con ayuda de Moe, habías escogido.

Sentias los ojos de Clyde mirándote de arriba abajo, mientras el lentamente se despojaba de la camisa que llevaba arriba de su pantaloneta.

-Dios...eres hermosa - pudiste distinguir que murmuraba el oji-azul

Sonreiste con ese sentimiento de amor en tu pecho, extendiste tu mano y con seguridad el la tomó, dirigiéndose los dos hacia el mar para unirse a los demás.

                                 ...

Eventualmente se empezo a hacer de noche, y todos habían decidido que sería mejor volver hacia el hotel en el cual se estarían quedando. Fuiste la primera en llegar. Tu cuarto lo compartias con Moe y Charlie. Guro y Keith tenían uno aparte y solo quedaba el alien, el cual había terminado con el único cuarto sin dos camas.

Te habías decidio en ir a visitarlo ya que sentias pena de que estuviera solo. Abriste la puerta de un tirón

-¡Clyde! ¿Como e- no terminaste tu oración, ya que el peli-celeste estaba saliendo del baño. Tenía el cuerpo aún un poco mojado, una toalla envuelta por su cintura. Te miro confuso, pronto una sonrisa formándose en sus labios.

-¿Que nadie te enseño a tocar la puerta, ____? - replicó en un tono juguetón acercándose lentamente hacia ti. Antes de que te dieras cuenta ya te tenía pegada contra la puerta.

No lograbas formar palabras, tu mente en blanco mientras mirabas el cuerpo de tu amante con asombró. Sentias como tus mejillas levemente se ruborizaban.

-¿Que miras? - con su mano, empujó tu cabeza hacia arriba, plantando un dulce beso en tus labios. Pronto, el beso tornándose en algo más desesperado.

Al separarse por fin pudiste responder -Te miro a tí. Eres como un sueño-

Las mejillas del alien adoptaron ese mismo rubor que tenían las tuyas, sus brazos levantandote del piso y cargandote hacia la cama, dejandote caer en las sabanas blancas.

-Cada cosa que dices me vuelve loco- susuraba en tu oído, sus manos cuidadosamente adentrándose en tu camisa.

Tu respiración se engancho, mientras el dejaba ir una pequeña risa -¿Aun tienes puesto el bikini?-

Asentiste -No tuve tiempo de cambiarme- dejaste ir un gemido al sentir sus manos en tus pezones.

-¿O es porque notaste lo mucho que te miraba en este bikini? ¿Acaso estaras aprovechandote de lo bonita que te ves? -

La forma casi experta en la que conocía tu cuerpo, la manera en que sabía los puntos que te enloquecian era casi intoxicante. Ya no podías más con la espera

-Quitamelo de una vez~- te quejaste, bajando la toalla y tirandola hacia el otro lado de la habitación.

-Que impaciente~- molesto el peli-celeste. Sin gastar tiempo, te despojo de la camisa que llevabas arriba y el bikini que llevabas abajo. Se levantó rápidamente, buscando entre sus pertenencias y pronto volviendo a la cama con un condón.

-No sabía que vendrias preparado- comentaste, queriendo fastidiarlo.

-Asumi que en algún momento haríamos algo asi~ nunca te controlas cuando estas conmigo, ¿verdad princesa? -

Después de colocarse la protección no gasto ni un momento en meter uno de sus dedos. Pronto haciendo círculos en tus interiores.

No podías controlar tus gemidos, a pesar de que sólo fuera un dedo. Menos lograste contenerte cuando metió el segundo.

-Clydee~- gimoteaste su nombre -porfavor ya metela~-

La misma sonrisa pícara de siempre se hizo presente en sus labios -Sabes que no puedo resistir cuando eres tan buena chica para mi~-

Sentiste como entraba de golpe, en una embestida sin darte tiempo a reaccionar. Dejaste ir un lloriqueo seguido de varios gemidos cuando comenzó a moverse. Estos se mezclaban con los de el, lentamente mientras te embestia más rápido.

Sus manos recorrían tu cuerpo, tocandote por todo lugar. Tus pechos, tus muslos, tu cuello. Nunca se separaban de ti. Pronto sentias que te acercabas a tu orgasmo.

-Ngh!~ Clyde~ ¡ya casi!~- balbuceabas, empujando tu cuerpo contra el suyo de manera frenética. Guiandote por sus gemidos sabias que el se acercaba también.

Pronto el se vino, vertiendo la última gota de placer que derramó el vaso en tu interior. Se separó de ti, quitándose al ahora usado plástico y acostándose a tu lado.

Acurrucaste tu cabeza en su pecho, sintiendo como sus brazos te sostenían. Los dos respiraban agitadamente.

-¿Clyde?

-¿Si, princesa?

-te amo.

-yo también te amo

Y así encontraron el sueño. Los dos en los brazos del otro.

Blood Soup One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora