CAPITULO 36

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Me suena el teléfono y lo cojo sin ver quién es.

—¿Si? —pregunto.

—Asher, tenemos algo —me dice la policía y me levanto de golpe de la cama.

—Veinte minutos estoy —digo y cuelgo.

Me doy una ducha rápida y me pongo lo primero que veo. Bajo a la cocina y veo a June.

—June, tienen algo —la digo y abre los ojos con esperanza.

—¿Si? —me pregunta sin creerselo y asiento.

—Desayuno y nos vamos —asiente.

Desayuno rápido y salimos del apartamento para ir a la policia. Entramos dentro cuando llegamos veo a la comisaría.

Nos acercamos a ella.

—Te estaba esperando, vamos.

Entramos en el ascensor y vamos a la sala de ordenadores.

Nos sentamos y pone unas fotos.

—Creemos que es Cam, pero necesito que me lo confirmes —me dice y amplia la foto.

Veo a Cam dentro de un coche y mi corazon se acelera.

—Es el, es Cam —le digo alterado.

—¿Estás seguro? —me pregunta y asiento.

—Es el —digo convencido y me quedo mirando la foto.

—Esta bien, vamos a buscar en qué calle es exactamente y ver si conseguimos seguirle a través de las cámaras para saber su paradero —nos comenta y asentimos.

Antes de empezar a buscar, vamos a por café y una vez preparados nos sentamos y empezamos a buscar.

—¿Conocéis esa tienda? —pregunta la policia y me dijo.

—Si, es una tienda donde venden cosas de obra creo —le digo y asiente.

—Mira —me dice y veo que el coche de Cam está parado en la entrada de la tienda.

—Hay que ir —dice June y asiento.

—Voy a mandar dos agentes para vayan e investiguen —now comenta y asiento.

Salimos de la sala de ordenadores y vamos a la entrada.

—Junez tu quédate con la comisaría, voy a ir a la tienda —me asiente.

—Ten cuidado —me dice y dejo un beso en su frente antes de irme.

Me monto en el coche y conduzco hasta la tienda que se encuentra más o menos en el centro de San Francisco.

Aparco justo en la entrada y dirijo mi vista la cámara de seguridad, justo donde pillaron el coche de Cam.

Abro la puerta de la tienda y camino hacia el mostrador donde hay un señor.

—Buenas, ¿has visto a este chico de aquí? —le pregunto enseñandole una foto de Cam y se pone las gafas para ver mejor la foto.

—Si, se pasó hace unos días —dice asientienel y guardo el teléfono.

—¿Sabes si vino acompañado o algo? —le pregunto y el señor entrecierra los ojos.

—¿Por qué tantas preguntas? —me pregunta y me relamo los labios.

—Eso no importa, ¿vino acompañado o no? —pregunto ansioso.

—Lo mejor será que se vaya —me dice y empiezo a desesperarme.

Cojo mi cartera y cojo varios billetes de dinero.

—¿Cuánto quieres? —le pregunto refiriéndome al dinero y mira los billetes.

INMARCESIBLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora