CAPITULO 22

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Asher

Me despierto por el sonido del móvil y me incorporo un poco para cogerlo.

Lo desbloqueo y veo que es un mensaje de Eider.

Eider:

Lo siento.

Leo de nuevo el mensaje y frunzo el ceño. Durante estos días ni a Axel ni a mí nos ha venido a hablar o algo. Tampoco han aparecido por la casa pero estoy seguro de que estaban en la habitación.

Sigo sin entender porque trataron a Ivy y al resto del grupo así. Durante nuestra amistad jamás habían sido así, tan fríos y distantes. Cuando escuché lo que le dijo a Ivy me cabree, pero solo eso, no llego decepción ni nada, pero con Eider es diferente, con él estoy más unido, y de él sí que no me esperaba que hablara así de Ivy, él me ha decepcionado no solo como amigo si no también como persona.

Miró a Ivy, quien duerme y salgo de la cama para ver si veo a Eider y decir que como tiene los cojones de decir lo siento por el móvil en vez de decir por persona. Abro la puerta y veo que Axel también ha salido y tiene el móvil encendido.

—¿También te ha mandado el mensaje? —me pregunta y asiento.

Bajamos las escaleras juntos y frunzo el ceño.

Faltan cosas.

—Soy yo, o en el salón faltan cosas —digo mirando cada rincón de la casa.

—Faltan cosas —dice y empezamos a mirar la casa a ver qué es lo que falta.

—Faltan libros de Brooke, siempre se deja alguno por el mueble de la tele —digo viendo que no están los libros.

—Y decoración, el perro de cerámica y los cómics de Eider —dice Axel.

Nos miramos confundidos y subimos las escaleras para ir al cuarto de Eider y Brooke. La puerta está entreabierta y sin pensarlo la abre para ver qué está medio vacía.

No hay nada en las mesillas aparte de las lámparas, las estanterías de arriba están casi vacías, solo queda varia s cosas de decoración.

Axel anda hasta los armarios y están vacíos.

Me mira.

—Se han ido —me dice en voz baja.

Muerdo mi labio inferior y siento como la decepción y la rabia recorre mi cuerpo.

—Se han ido y no han avisado —susurro.

La decepción que siento ahora mismo es más grande que la rabia y ni me esfuerzo en cabrearme, no vale la pena.

Cerramos la puerta de la habitación y nos bajamos al salón para sentarnos.

Apoyo mis codos en las rodillas y me cojo la cabeza con las manos.

—¿Enserio se han ido? —pregunta Axel, igual de decepcionado.

—Eso parece —digo son ganas.

Veo como Axel coje su móvil y lee otra vez el mensaje que ha dejado Eider.

—Lo siento, dice, maldito hijo de puta —digo cabreado y estampa el móvil contra el suelo haciendo que este haga un ruido fuerte.

Se levanta cabreado y yo le sigo para pararle.

—Axel —le digo y me mira.

—Ni Axel, ni nada, Eider supuestamente es nuestro amigo y no tiene los cojones para llamar a nuestras putas habitación y disculparse y de Brooke ya ni hablar —dice gritando y yo me muerdo el labio inferior.

INMARCESIBLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora