Tierra [Saga Lapis Omnia #1] ✓

Capitulo 5

Ted

¿Cómo se sentiría salir de esta jaula a la que llamo hogar?

¿Sentir el sol en mi rostro y poder sentir la brisa golpeando mi rostro?

¿Algún día saldré de este agujero?

Mi única esperanza es esta ventana, La gran Ventana. Aquella que se construyó para que no perdiéramos la noción del tiempo.

¿Cómo se puede ocultar la fascinación que se siente al ver el horizonte cuando está apunto de anochecer? Llevo intentándolo desde hace mucho, pero la realidad es que no lo veo posible.

Y como siempre que estoy aquí, veo esas dos siluetas femeninas a lo lejos, siempre están ahí cuando me asomo a ver el atardecer. Me pregunto, ¿Ellas sabrán lo afortunadas que son de poder respirar el aire puro sin que tengan montón de piedra y tierra encima?

Espero que sí.

Y como siempre, cuando ya cae la noche esas siluetas se alejan hacia el lugar donde está el tele transporte de líderes.

Al menos sé que ambas siluetas tienen que ser de hijas de líderes, pero ¿De qué líderes y de qué tribu?

Desde la primera vez que aparecieron hace meses me han llenado de grata curiosidad, siempre parece como si viniesen solo a verme por placer.

Ojalá pudiese saber quiénes son...

Me alejo de la ventana y voy hacia al comedor para cenar temprano y así dormir antes.

Mientras voy de camino escucho como la piedra y la tierra se desprenden del resto, otro pedazo se ha caído no muy lejos de aquí. Los últimos años los hemos pasado con terror al pensar que en algún momento nosotros también nos iremos hacia abajo junto a la tierra y la piedra; y ha pasado, hemos perdido parte importante de nuestro territorio. Vivimos con un constante miedo; somos la Tribu Bajo Tierra después de todo, lo más normal sería irnos antes, pero no ha sido así. Otras tribus se fueron y ya no queda rastro de ellas.

Al llegar al comedor me siento al lado de mi padre e intento de nuevo preguntar por los hijos de los otros líderes esperando tener éxito.

—¿Sabes qué? Hoy te lo diré, ya me tienes cansado cada noche preguntándome lo mismo.–Dice con algo de fastidio.

¡Éxito total! Ahora sabré quienes son las siluetas que vienen siempre.

—Estaré ansioso de saberlo.

—Bueno, tenemos a la Tribu Montaña, realmente no sé mucho de ellos, se han encargado de mantenerse bajo perfil desde hace años, lo que si se es que los hijos de los líderes son todos varones, no tuvieron la suerte de tener una hermana como tú.

Sonrió recordando a mi hermana menor, Tatiana seguirá siendo mi pedazo del cielo debajo de la tierra.

«Luego tenemos a Agua, son cinco en total; cuatro chicos y una chica, la chica es la heredera. Me imagino que deben haber problemas por eso. Luego tenemos a Hielo, los líderes tienen tres hijos, dos chicos y una chica, pero tristemente la chica murió.

Por lo que escucho no hay muchas chicas herederas.

Me pregunto ¿De qué murió la hija de los líderes de Hielo?

— Faltaría Tierra, ¿Cierto, padre?

—Claro, ellos solo tienen a una y es la heredera; a ella si que la conozco, sus padres la llevan a las reuniones de los líderes para que vaya aprendiendo. Es buena chica.

—Muchas gracias por contarme, padre.

—No hay de qué, termina tu cena y anda a dormir.

Le obedezco y cuando estoy a punto de terminar, dos espías de mi padre se acercan a él, mi padre apenas los ve se levanta y sale del comedor con ellos detrás.