Tierra [Saga Lapis Omnia #1] ✓

Capítulo 41

Addy

Todo va a acabar.

Jamás había estado tan segura de esa afirmación hasta ahora, el mundo se hunde y no creo que podamos encontrar una solución antes de que todo acabe.

Hace una semana que llegamos a Midnoy de nuevo, a pesar de que estoy feliz de haberme casado con Evan, siento que nos quedamos sin tiempo para estar juntos. Con nuestra llegada también llegaron guardias de cada tribu para protegernos, digamos que después de todo lo que hemos pasado nuestros padres decidieron que lo mejor para todos era venir con guardias solo por si acaso.

Mis amigos, jamás creí decir eso refiriéndome a Sam y a Rosaline, pero lo son. Se nota que cada uno ha tenido mejores tiempos, pero a pesar de todo estamos juntos. He intentado ayudar como puedo a Rosaline para que la pérdida de su bebé no le afecte ni física ni mentalmente; todavía hay algo raro que rodea lo que sucedió con ella y el bebé, es algo que me encargaré de averiguar. Alma ha estado mejorando poco a poco, también me he encargado de ayudarla mentalmente como a Rosaline, aunque ellas no lo saben, el único que sabe lo que hago es Evan.

Evan, sonrío con solo pensar en su nombre, ¿Quién diría que yo caería por él? Absolutamente nadie, pero aquí me ven casada y con su anillo en mi dedo anular. Ese hombre ahora es mío y no pienso dejarlo ir.

Me encuentro sentada en la biblioteca mientras leo un libro como siempre desde que estamos en esta isla, Ted está a mi lado mientras investigamos juntos. Mi vista se cansa mucho de usarla sin parar leyendo cada libro de esta biblioteca y de la que está en el despacho.

Suspiro dejando el libro un rato para descansar mi vista.

—Esto es más difícil de lo que parece, ¿Cierto? –Escucho a Ted hablar.

—Completamente, jamás había leído tanto en mi vida. –Entre todos hemos leído cada libro de esta biblioteca, y en este momento solo nos faltan estos que tenemos nosotros dos.

Su suave risa me hace sonreír, en el tiempo que hemos pasado juntos he descubierto que lo que sentía por Ted solo era platónico, es un gran hombre, pero sé que jamás habría estado con él. No tiene esas cosas emocionantes que tienen todos los chicos con los que he estado antes, no me malinterpreten, no es emocionante para mí, pero seguramente para Rosaline sí lo es.

—A veces extraño mi vida antes de que pasara todo esto. –Abro los ojos viéndolo confundida.

—¿Te arrepientes de casarte y estar aquí? –Pregunto con curiosidad.

Él niega horrorizado de lo que acabo de preguntar.

—Jamás me arrepentiré de haberme casado con Rosaline y de haberlos conocido a ustedes, se volvieron mis amigos; pero me hubiera gustado que todo pasara en otras circunstancias.

—Te entiendo, a mí yo del pasado le habría gustado conocerte en otras circunstancias. –Se me escapa decir.

Él me mira sin comprender lo que digo.

—¿Qué quieres decir? –Pregunta confundido.

Suspiro, jamás he hecho esto.

—Digamos que mucho antes de que llegáramos aquí, me gustabas mucho, pero como no salías, intentaba verte y conocerte mientras te veía a la lejanía por la gran ventana de Bajo Tierra. –Siento mis mejillas sonrojarse por la vergüenza, en ese momento no sé qué me pasaba. Supongo que intentaba tener alguna normalidad mientras el mundo se caía.

Ted se muestra sorprendido, no sé si eso es bueno o malo.

—Entonces eras tú. –Termina por decir dejándome a mí con absoluta sorpresa.