Tierra [Saga Lapis Omnia #1] ✓

Capítulo 15

Sam

¡Qué paseo tan aburrido! Bueno, sí a eso se le puede llamar paseo. Eso fue un viaje largo de cuatro horas totalmente insoportable. Nunca pensé que me aburriría tanto volando, no entiendo cómo es que Evan se la pasa volando cada rato, a mí hasta me fastidió el viaje.

Soy el primero en llegar a la isla de entre todos. Al llegar lo primero que noto es que la isla es una obra de arte, el clima tan frío y a la vez tan caliente que te llega es algo que no se puede explicar, tampoco sé explicar muy bien este sentido de permanencia que siento en este lugar que tal vez no está hecho de un iceberg, pero se siente como si lo fuera.

Se siente como estar en casa, aunque nunca haya estado en este lugar. Curioso.

Observo a las doncellas que llegaron antes que yo al lugar, ellas estaban cargando las maletas, como todo caballero que soy cuando me conviene, les iré a preguntar si necesitan ayuda.

Me acerco a una chica que tiene ligero parentesco con Kaia, ella servirá.

—Disculpa ¿Necesitas ayuda? –Le doy una muy buena sonrisa de esas en las que todas caen.

Ella me observa casi con molestia.

—No necesito su ayuda, heredero. Se puede sentar por ahí a esperar a los demás. –Dice eso y se va.

No sé si sentirme ofendido, pero es algo extraño que alguien me rechace.

Para fortuna de mi aburrimiento, llega el heredero de Bajo Tierra, Ted junto a su esposa Rosaline. Aún no entiendo porqué ella está aquí, ella no es heredera. Contrario a lo que muchos pensarían, casarte con un heredero no te convierte en eso, solo te convierte en su esposo o esposa; y cuando el actual líder abdique o muera, ahí es cuando ambos se convertirán líderes.

Pero, no me meto, no me meto, no me meto. Ese no es problema mío ni de mi tribu.

Me acerco a ellos, ellos seguramente serán más amigables que la otra chica.

—¿Qué tal el viaje? –Les pregunto de saludo.

—Estuvo espléndido, el mar es más hermoso de lo que imaginé –Dice Ted con emoción mientras mira hacia todo el lugar.

Se me olvidaba que este no salía de su hueco ni para ver el sol, normal que tenga esta reacción.

—Es grandioso que les gustara –Les digo sonriendo– ¿Hacemos algo mientras esperamos a los demás?

Por favor que digan que sí, ya no me encuentro en este lugar.

Rosaline sonríe y asiente.

Suficiente para mí.

—¿Qué tal si damos un paseo? Así vemos dónde queda todo y eso –Me agrada Ted, yo lo pensé y él lo dijo.

—Eso sería genial –Le respondo.

Antes de que podamos seguir, llega la heredera de Agua.

Ella viene con una pequeña sonrisa en los labios, se nota que es de Agua y ama ver el mar. Por las gotas que tiene el guardia seguramente ella le pidió que se sumergiera.

—¡Chica Agua! –Ella me observa, me está empezando a sacar de quicio que no diga ni una palabra–. Vamos a ver el lugar ¿Te nos unes?

Ella asiente con una sonrisa y se nos une.

Suspiro.

Esto va a ser muy complicado.

****

Llevamos un buen rato caminando, Rosaline y Ted están delante hablando muy cómodamente, mientras tanto yo estoy al lado de Alma. La silenciosa Alma.