Capítulo 40

3 1 0
                                    

Evan.

Después de un mes desde que le pedí a Addy que se casara conmigo, después del secuestro de Alma y de la muerte de la hermana de Ted, por fin llega el día de mi boda. No mentiré diciendo que todo fue fácil, jamás había pasado tantas cosas en mi vida en tan escasos meses.

La preparación de nuestra boda ha sido complicada para ambos, teníamos a nuestros padres metiéndose en cada decisión, especialmente el mío. Addy no entendía la razón de porqué mi padre y el suyo peleaban cada rato con las decisiones más ridículas del mundo, pero yo lo entendía, entendía el trasfondo de sus peleas. Ese trasfondo que hace que ante sus ojos este sea un matrimonio por alianza. Un trasfondo del que no quiero que Addy se entere nunca.

Suspiro, este mes no ha sido especialmente bueno, solo espero que el siguiente sea mejor.

Las tradiciones en Triría son diferente en cada tribu, eso es claro, pero difiere muchísimo en los casos de las bodas; y adivinen quienes difieren más... Exacto, Montaña y Tierra. Fue complicado elegir cómo lo haríamos por esa misma razón; mi padre decía que debíamos hacerlo en el cielo como lo hacemos aquí, el padre de Addy decía que debíamos hacerlo en Tierra y al culminar plantar un árbol.

De verdad que los de Tierra tienen un problema con plantar árboles, lo hacen cuando la gente se casa y cuando la gente muere, algo raro, pero a partir de hoy seré parte, así que debo ir acostumbrándome de cada tradición. Aunque si son bastantes raras.

Al final Addy tomó la decisión de cómo se haría, yo la respaldé ya harto de ver a mi padre pelear con el suyo. Al final lo haremos en el salón de Montaña y plantaremos un árbol en el medio del jardín más grande del palacio, y para complacer a mi padre, haremos nuestro primer baile como casados en el cielo.

Me encuentro en mi habitación alistándose, me siento algo nervioso, no todos los días te casas con la persona más insufrible, malcriada y egocéntrica del mundo, la persona que más amo en este mundo.

Sonrío, ya la imagino caminando al altar con su vestido blanco con toques verdes para hacerle honor a Tierra, la imagino mirándome con esa mirada retadora tan suya.

—Aparentemente el compromiso es lo más real que has tenido en tu vida. –Suspiro, era evidente que no podía evitarla por el resto de mi vida.

—¿Qué se te ofrece, Marissa? –Ya me había olvidado de su existencia, pero como siempre, aparece en los momentos más inoportunos.

Levanta su cabeza retándome.

—Se me ofrece que dejes ya esta tontería de boda, tú no la amas. –Subo una ceja.

—¿Y tú eso lo sabes porque...? –Dejo incompleta la pregunta a propósito.

—Es obvio, a ella no le haces lo que me hacías –Empieza a acercarse muy peligrosamente hacia mí –. A ella no la deseas como a mí, a ella no la amas como a mí.

—Tienes razón –Se queda paralizada a escucharme, creo que esperaba que yo siguiera negando la realidad –. A ella no la amo como te amé a ti porque a ella si la amo, yo no sentí emociones tan fuertes por tí. A ella yo no solo la deseo, yo la respeto y entiendo que quiere ir a su paso, no tengo ningún problema con eso, con lo que sí tengo problema es contigo volviendo cada vez que menos me lo espero, así que te agradecería que te fueras de mi habitación.

—Evan... –Intenta suplicar.

—Ya hablé. Ten dignidad y vete tú sola. –Mi voz sale fría.

Ella se va dándome un poco de tranquilidad. A veces me arrepiento de haber estado con ella, siempre vuelve y no me deja en paz.

Tierra [Saga Lapis Omnia #1] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora