ANDREA
Era lunes y estaba de camino al instituto con la esperanza de poder hablar con Matteo de lo sucedido ya que aunque haya ido algunas veces a su casa daba la casualidad de que nunca estaba. También durante dodo el fin de semana no me ha parado de sonar el móvil por las llamadas de Jack que claramente no iba a responder, ya no le quiero ni ver pero no entiendo como no se da cuenta.
Ya estaba llegando al aparcamiento así que me baje y encadené la bici para caminar rápidamente a clase. Al entrar pase la vista por cada escritorio como si no supiera donde encontrar al pelinegro, como siempre estaba en el ultimo pupitre me acerque a él y me apoye delante.
-¿Que pasó? ¿Ha sido un finde muy ocupado?- y simplemente me ignoró, llevaba los cascos puestos y aunque él sabía que estaba ahí no tenía intención de querer quitarlos y escucharme y eso me molestó muchísimo. -¿En serio me vas a ignorar?-
-Si.- dijo sin mirarme
-No me has dado oportunidad de hablar-
-Cuando la tuviste decidiste quedarte callada seguro que puedes hacer lo mismo ahora-
Me agaché hasta quedar frete a su rostro, el levantó la mirada y la clavó en mi, Joder si que estaba enfadado.
-En serio Andrea, vete- me sostuvo la mirada y yo hice lo mismo -Lo digo por que la de inglés ya viene de camino e igualmente lo tendrás que hacer-
Resoplé y me levanté para irme a mi asiento, quisiera pasar del tema tanto como él pero a mi se me hace imposible porque simplemente es la única persona con la que me he sentido tan bien y en paz.
Esta y las siguientes dos clases no puse nada de atención y aunque lo intentara mi cabeza estaba ocupada pensando como hacer que Matteo por lo menos me escuche.
También pensé en como deshacerme de Jack por que es le principal foco de mis problemas pero aunque lo intente una y otra vez siempre termina mal y cada vez me da mas miedo hacerlo.
Ya era la hora de comer y estaba sentada en un de las mesas de la cafetería, me estaba tomando un batido mirando el móvil cuando se abrieron las puertas de esta y lo vi entrar, caminó hasta la maquina y compró algo de comida para después sentarse en la mesa mas cercana y ahí vi mi oportunidad. Cogí todas mis cosas rápidamente y caminé hacia él. Me senté en frente y cuando me miró rodo los ojos y se volvió a levantar saliendo de la cafetería. Yo lo seguí y cuando ya estábamos en el pasillo tiré de su brazo para detenerlo.
-Puedes parar de seguirme-
-No-
-Dios Andrea ya déjame-
-Me gustaría pero no llego al nivel de pasotismo que tienes tu- rodó los ojos y se cruzó de brazos -Solo... solo quiero que me escuches Matteo-
-Bueno, yo no quiero escucharte-
Me tensé por completo y estallé.
-Joder Matteo no puedes escucharme dos segundos, me siento como el culo y me arrepiento por no haberte contado eso pero entiende yo intento dejarle y no lo consigo, solo salgo peor y ya me da miedo, le odio y me odio por ser una cobarde-
-Creeme que te entiendo, pero no por eso voy a estar contigo mientras tienes otro novio. No quiero jugar a eso- Solo dijo eso y se fue
-¿Es en serió? ¿No se suponía que te gustaba? si fuera así no me ignorarías de esta manera-
Se giró y volvió a caminar hacia mi
-Claro que me gustas, nunca me habia gustado alguien tanto como tu, pero odio las mentiras y los engaños con toda mi alma y tu solo has hecho eso desde que nos conocimos - suspiró y volvió a centrar su mirada en mi -Ahora hazte un favor y deja al idiota de tu novio antes de que sea tarde-
Y con eso se volvió a ir.
Las siguientes clases pasaron y simplemente decidí no volver a intentarlo, al menos hoy. Ocupe mi cabeza para no pensar más en ello ya que está ya me dolía y se me hizo algo más ameno.
Cuando sonó el último timbre metí de mala manera todos mis apuntes de historia en mi mochila y salí lo más rápido posible de ahí. Cuando puse un pie fuera del recinto mire mi teléfono 15 llamadas perdidas de Jack y 74 mensajes...
-Joder- susurré
Caminé rápidamente hasta mi bici y me monte para llegar a casa necesitaba descansar y dormir un buen tiempo, no sabia no como me había metido en este problema.
...
Ya pasó una semana desde el día en el que discutí con Matteo y tengo que reconocer que puede que haya intentado volver a hablar con él pero poco duró ya que me rendí con ello. Lo deje pasar lo mejor que pude aunque me dolían mucho sus caras de indiferencia y puede que hasta desprecio pero creo que eso ya fue solo parte de mi imaginación.
También seguí ignorando a Jack no he hablado con él desde el día de la fiesta y eso ya es un nuevo récord. Ya dejó de llamar tan seguido y mandar mensajes lo que me calmó mucho pero a la vez me preocupaba.Era Lunes y estaba en mi última clase, Victoria, una compañera, estaba leyendo un párrafo del libro que habían mandado ese trimestre pero yo no lograba prestar atención a su lectura hasta que la voz de mi profesora mando leer a otra persona.
Él se aclaró la garganta y empezó a leer y si logró hacerme volver a la tierra.
No era la primera vez que escuchaba leer en voz alta a Matteo pero cada vez que lo hacía me quedaba embobada. Lo hacía con una tonalidad que te envolvia y sin un solo herror algo que no todos podíamos, parecía que el no conocía los nervios. Eso o era yo la única estúpida que se ponía nerviosa al leer en voz alta.Poco después siguieron leyendo otros alumnos hasta que la clase finalizó la gente recogía sus cosas con prisa como todos los días para poder llegar a su casa después de 6 h sentados en un pupitre.
Yo salí de él aula y me encaminé a la puerta de salida pero nada más acercarme a esta vi a lo lejos un coche muy familiar y que consiguió revoverme el estomago y tensarme por completo.
Era Jack, me esperaba apoyado en su coche con un cigarrillo entre los labios.
Yo me quedé quieta pensando por donde salir o que hacer para que no me viera por que de lo contrario nada bueno iba a pasar.
La gente pasaba por mi lado algunos me empujaban o chocaban conmigo sin querer pero yo no di ni un solo paso hasta que sentí que alguien tiraba de mi mano.
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Lágrimas
Romancebynora. ¿Que sucede cuando dos personas que son completamente diferentes se juntan? Puede salir, muy bien o por el contrario horriblemente mal. Esa es la historia de Andrea y Matteo dos jóvenes que son polos opuestos pero que gracias a su profesora...