Gabriel y Victor acordaron hablar al día siguiente. Mientras tanto, el regreso al hospital.
Pero al llegar a la cama de Maria se percato de que ella no esta ahí. Ni tampoco Guadalupe ni Valentina y Georgina.
Acudió con una enfermera y le suplico que le diera noticias sobre Maria:
-Ahora mismo le están haciendo un estudio de sangre. Ha tenido otro incidente.
-Volvió a vomitar sangre.
-Si así es.
-¿Y donde están sus hermanas?
-Una mujer mayor dijo que las llevaría de vuelta a la terminal de autobuses.
-¿Hace cuanto tiempo paso?
-Como dos horas.
Gabriel le rogó a la enferma que lo llevara con Maria, pero esta se negó por completo y le rogó que esperara.
Luego de largas horas que fueron interminables para Gabriel, la enfermera apareció y le comento que Maria había vuelto a su cama.
El corrió a verla y se lleno de angustia al ver que su piel estaba blanca como la leche, sus venas azuladas resaltaban por la mayoría de su rostro y de sus brazos.
Gabriel se acerco hacia su esposa y trato de animarla un poco.
-Princesa. ¿Como te sientes?
-Gabriel...- dijo con dificultad.
-Descuida cariño, estarás bien.
-¿Por que cielo?
-Que cosa princesa, no entiendo.
-¿Por que no me dijiste lo que tenia?
Gabriel guardo silencio, ni siquiera quería responder. Pero dijo enseguida:
-¿Te lo dijeron?
-Si. ¿Por que Gabriel?
-Cariño, no quería que...
-Ahora ni siquiera puedes hablarme con la verdad- dijo molesta.
-Amor, no quería que te sintieras mal.
-¡Tu no sabes como me siento!
-Cariño, voy a hacer todo lo posible para que estés bien.
-¡¿Por que no me dijiste nada?!
-Princesa, perdóname.
-Todo este tiempo lo sabias...sabias que voy a morir
Al pronuncia la ultima palabra se lleno de lagrimas y grito con desesperación, cuando la enfermera escucho sus gritos corrió hacia su cama y preparo de inmediato un calmante que velozmente inyecto sobre su antebrazo.
Maria cayo en un sueño profundo y su respiración volvió a la normalidad.
-Dormirá por un rato.
La enfermera salio del cuarto y Gabriel con el corazón completamente adolorido, hundió sus ojos con unas cuantas lagrimas.
No se alejo de su lado. Tomo asiento y acariciaba su cabellera, que desafortunadamente comenzaba a caerse.
Guadalupe finalmente apareció.
-Perdón la tardanza.
-¿Donde están Valentina y Georgina?
-Tuvieron que irse. No lo creerá, pero el señor Cataño supo que vinieron hacia acá.
-¿Y que paso?
-Las lleve a la terminal. Y se fueron enseguida a casa. Cuando estaba por volver al hospital me encontré con el señor Cataño y tuve una conversación muy seria con el.
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MÉXICO MÁGICO I. LA LAGRIMA DE LA LLORONA
FantasyEsta historia ha sido escrita con mucha amor, y principalmente llena de orgullo por mis raices mexicanas. Esta es la historia de Gabriel Aureliano Gallaga Hernandez Cruz que se adentrara a una gran aventura llena de magia, enfrentara sus grandes mie...