CAPITULO IV. EL NAHUAL DEL CERRO DE LA ESTRELLA

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Gabriel despertó, había soñado con varios rostros de monstruos aterradores que merodeaban por las calles, acechando entre las sombras. Al ver un rostro perturbador cubierto de sangre le dio un gran susto al corazón causando que despertara de inmediato.

Estaba sobre una cama cómoda, en un cuarto pequeño y extraño. A un costado de la cama, estaba un escritorio. Y sobre aquel mueble, alcanzo a ver que estaba la enorme oz de hoja afilada, y un nido pequeño con el polluelo dentro.

Frente a él, vio un enorme mapa de toda la Ciudad de México, decidió ponerse de pie y aproximarse al mapa para verlo con más detalle. Al Oriente estaba el mercado de Iztapalapa que también tenia como subtitulo "Mercado negro" luego encontró las aguas de Xochimilco que tenia unas pequeñas letras al costado " Mercado de abastecimientos de plantas curativas"; en el centro de la ciudad tenia como nombre "Plaza de la Constitución" y como subtitulo "Entrada principal al ombligo de la luna"

Pero eso no era todo, se percató de que en distintas partes del mapa se encontraban distintas criaturas; alcanzó a ver un gigante, unas cuantas brujas, chaneques, hadas , un cocodrilo mitad pez entre otros. Y curiosamente, también había una línea punteada que recorría toda la ciudad, y sobre la misma línea, estaba la figura de una mujer de blanco con un velo de novia...

La puerta de la habitación se abrió de pronto, Victor entró acompañada de su amiga Socorro que llevaba entre sus manos una caja de madera y ropa.

-Buen día- dijo Victor con buen humor.

-Hola- respondió con seriedad Gabriel.

-¿Cómo te sientes?

-Creo que es bastante obvio.

-Te acostumbraras.

-¡Tengo que volver!

-¡Oh mira! Madre Xopantla está danzando hermosamente- dijo Víctor ignorándolo y asomándose hacia la ventana.

-¡Debo volver!

-Socorro podrías hacerme el gran favor de dejarme las cosas sobre la cama.

-Claro que si- ella obedeció y dejó la ropa con la cajita sobre la sabanas- me retiro.

-Adelante.

Socorro salió de la habitación dejando a ambos completamente solos.

-¿¡Acaso no me escuchaste!?

Victor no pudo controlar su ira y tomó a Gabriel del brazo con fuerza.

-¡Escucha de una vez! Antonio te dio una oportunidad, Kukulkan te dio otra oportunidad. Así que mas te vale no darles la espalda. Verás a tu esposa cuando hagas lo que te diga. Y ahora, vas a usar esa ropa ¡Ya!- dijo soltando con brusquedad.

Gabriel sin ganas de seguir discutiendo obedeció, tomo una camisa blanca y se la puso de inmediato, luego los pantalones de piel de color café oscuro y por ultimo una gabardina larga color negro con dos bolsillos a los costados.

-Abajo de tu cama, están unas botas. Úsalas- ordenó Victor.

Gabriel obedeció y utilizó el calzado.

Una vez listo dio una vuelta completa y miró a Victor desafiante.

-¿Así está bien?

-Mucho mejor- respondió sarcástico.

Enseguida Victor tomó la caja de madera y de nueva cuenta le ordenó a Gabriel que abriera la compuerta de esa cajita. Una vez abierta, encontró dentro un medallón muy similar al de Victor. Con el rostro de la serpiente emplumada.

MÉXICO MÁGICO  I. LA LAGRIMA DE LA LLORONADonde viven las historias. Descúbrelo ahora