━━ Estoy preparada para sacrificar mi vida.
Donde Polaris Romanoff tiene un pasado aún más complicado que el de una Viuda Negra...
O
Donde la mitad del universo está en peligro y los Vengadores, junto al mundo mágico, tienen que dejar a un lado sus...
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[Mansión Black, Londres, Inglaterra, 26 de mayo de 1994.]
Sirius suspiró ante la fecha y la escena que se mostraba en pantalla, sabía que era ese día, el maldito día en el que se habían llevado a su Princesa. El día en que lo había perdido todo.
Sintió que una mano se deslizaba por su mano propia y la apretaba firmemente. Cuando se giró a mirar notó que su hija estaba tomando firmemente su mano, sabiendo cuan doloroso era esto para él.
Sus ojos se llenaron de lágrimas ante esto, su pobre niña estaba dándole consuelo cuando él tendría que dárselo. Ella fue encerrada en un horrible lugar durante años, ella debía ser consolada por eso, no él.
Los días en Azkaban, con la culpa por el secuestro de su hija, sin saber quién había dado la orden de llevársela y con sus recuerdos alterados, hizo que fueran intolerables.
[Una pequeña niña estaba con los brazos cruzados sobre la mesa sonriendo hacia la cocina donde un hombre joven de cabello rizado y oscuro tarareaba mientras hacia panqueques. Ella movía la cabeza, siguiendo la tonada de la canción tan conocida de Queen, mientras su padre seguía tarareando. Amaba las mañanas con su padre]
- Mi pequeña y hermosa estrella, aquí tiene sus panqueques - habló el joven Sirius Black, colocando el plato frente a quien tenía que ser Polaris Black, de cabello castaño y ojos grises como la plata.
[La niña sonrió y río mientras agradecía a su padre, quien ahora estaba inclinado sobre la mesa con una sonrisa suave observando a su hija con melancolía. La guerra no estaba siendo más fácil, y Albus Dumbledore tampoco]
- Sabes que te amo, estrella, ¿verdad? Eres lo mejor que me ha pasado...
Sirius besó el costado de la cabeza de su hija, abrazándola de costado y poniendo una mano en su vientre, disfrutando de los pequeños zarcillos de magia que podía sentir de su nieto.
Muchos arrullaron al ver a la niña de pelo negro con grandes ojos grises en la pantalla. Era una de las niñas más lindas que habían visto, y tenía toda la belleza de la familia Black.
Era una pena que su padre, madre, o portador, llamado Sirius no hubiese podido ver crecer a su hija.
Tony tomó la mano de Polaris, acariciando su dorso con el pulgar. Poco a poco iba descubriendo más y más sobre su pasado y era doloroso por lo que estaba viendo, demasiado a juzgar por las reacciones de ella y su padre. Su instinto quería cazar a los idiotas que habían hecho sufrir a su stardust.
[La pequeña niña dejó de comer y miró a su padre frunciendo el ceño. Bajó con delicadeza sus cubiertos y puso una cara muy adorable para alguien de seis años]
