Mommy? || SprnRubegetta

4. ¿...Mamá?

Un valle lleno de grandes pastizales, hermosas flores, frondosos árboles, lagos y ríos cristalinos con un enorme cinturón de montañas a su alrededor, todo coronado por un brillante y despejado cielo azul.

Una hermosa vista ¿no es así?

Pues... es sólo un vil engaño.

Decenas de zombies caminantes y violentos rodeaban a varios de los grupos de guerreros/exploradores, mientras que otras decenas más yacían ya en el pasto manchándolo de oscura y pútrida sangre y eliminados de manera definitiva; La situación era crítica, y a pesar de que todos tienen la habilidad de pelear y algunos hasta el uso de la magia al alcance, la fuerza y resistencia de aquellos monstruos los superan con creces y provocaba que varios ya estuvieran cargando con terribles heridas que no curaban con la rapidez a la que estaban acostumbrados en sus respectivos pueblos; El riesgo de sucumbir a la muerte definitiva ahora más que nunca se sentía latente en el aire.

Rubius daba lo mejor de sí, ponía todas sus fuerzas y voluntad en cada pequeña batalla que tenía que librar, pero su cuerpo ya estaba adolorido y lleno de múltiples heridas que sólo ardían o sangraban con cualquier movimiento que hiciera; Dicho cuerpo le imploraba que se detuviera, imploraba por un descanso, imploraba por una cura que no iba a llegar pronto si no lograban salir de aquel grave problema. Dio un fuerte espadazo contra otro zombie que se encontraba enfrente de él, salpicándose un poco de aquel asqueroso líquido vital; Dejó caer la cuchilla de la espada, haciendo un '¡clac!' contra una piedra.

Intentaba recuperar el aliento perdido por el esfuerzo, el sonido de espadas chocando, de hachas azotando, de carne y huesos siendo partidos llenaba el ambiente abrumador, su ya de por sí sensible sentido del oído dolía; Podía oír a Shadoune y Quackity peleando mano a mano contra 5 zombies sin mucho problema, podía oír a Missa dirigiéndolos a trampas simples pero efectivas cerca del lago, pero... ¿Y Spreen?

Buscó frenético con la mirada a su alrededor, el corazón latiendo, casi azotándose con mucha fuerza contra su pecho, los nervios de punta y el sudor frío recorriéndole la espalda ¿Dónde está Spreen? Sólo ve a otros miembros del pueblo de Tortilla luchando codo a codo, los que caían eran apenas rescatados. Corría a toda prisa, llamando al joven oso con desespero, topándose con escenas cada vez más y más desalentadoras e incluso sangrientas, donde ver como caían algunos en sus pequeñas batallas era doloroso

'¿¡D-Dónde está?! ¿Dónde pudo haber ido? ¡¿Hvor er?! ¿HVOR ER BAB-...!?'

Por distraerse, terminó tropezando en su búsqueda frenética por el oso morocho, su cuerpo reclamó de inmediato aquel golpe tan repentino y fuerte y no respondía como debía, le costaba intentar ponerse de pie

'Vamos, no es el momento de caer, ¡párate!' Pensaba asustado al escuchar los sonidos guturales tan conocidos de los zombies acercándose, no podía darse el lujo de caer ante aquellos monstruos, tiene un oso que encontrar, tiene una vida a la que volver, tiene un marido esperándolo, tiene...

'¡Párate! ¡Párate! ¡PÁRATE! ¡PÁRATE!' pensaba con más y más pánico.

Pero su cuerpo no colaboraba, estaba tan cansado, tan herido que lo estaba traicionando de una manera vil, el miedo lo invadió por completo, el pánico aumentó, el desespero lo asfixiaba hasta el punto de sentir rápidas pulsaciones que hacían zumbar sus orejas, aturdiendo aquel sentido, sólo podía mirar asustado que algunos zombies iban armados, seguramente saquearon a los que habían peleado contra ellos

- "¡R.....ius!"

El palpitar frenético no se detenía y no le permitía escuchar correctamente, no podía percibir aquellos rápidos pasos acercándose a toda velocidad hacia él y hacia aquellos zombies que estaban a meros minutos de darse un banquete con él, no podía percibir cómo lo llamaban