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—¿¡La escuchaste cantar!?.
—Y fue totalmente hermoso —Neteyam suspira embelesado, recordando el momento que tuvo con la mayor—. ¿Recuerdas a Ninat? Pues creeme, hermanito, su voz es nada comparada con la de Sednatenea. Tan clara y brillante como Polifemo¹. Única e inigualable. Perfecta. Simplemente...magnífica.
—Vaya —Lo'ak mira hacia arriba, imaginando lo magnífico que tuvo que ser poder apreciar esa escena. No obstante, vuelve rápidamente a la realidad y le lanza con enfado una de sus prendas—...¡Te odio!.
—Te van a salir arrugas, skxáwng.
Ambos chicos se preparan para ir al entrenamiento, mientras el Omaticaya le presume a su hermano lo que hizo; y es que desde que la vieron por primera vez saliendo del agua para acercarse a su familia, quedaron totalmente flechazos. Sin duda alguna es la na'vi más hermosa que han visto. Y claro, quieren hacer todo lo posible por llamar su atención y pasar tiempo con ella, cosa en la que el Sully mayor tiene la delantera.
—Oigan, ¿Qué tanto están haciendo? —Kiri se asoma a la entrada del Marui con el ceño fruncido—. Ya apúrense. Tuk y yo no tenemos todo el día, ¿Saben?.
—Sí, sí. Ya vamos. Ya vamos.
Unos cuantos retoques más para lucir presentables frente a la Tsakarem, y ya estaban listos. Salieron a paso veloz con sus hermanas siguiéndoles el paso para llegar al punto de encuentro, en donde están los otros reunidos.
Neteyam está más que emocionado, y entre más se acercan al lugar, mira a todas partes para ver si Sedna ya lo está esperando. Desea con todas sus fuerzas que haya tomado en serio su petición sobre entrenarlos en equipos, pues quiere pasar tiempo a su lado. Anhela poder conocerla y siente como si su mente estuviera viajando a un millón de millas por segundo, y no solo su mente. Cuando divisa a la joven, su corazón parece querer salir de su pecho e ir corriendo hacia sus brazos para perderse en sus ojos...
No obstante, mientras todos entran al agua, tanto él como Lo'ak ven a un chico que no habían visto antes platicar cómoda y animadamente con la Metkayina, causándoles una ligera curiosidad que viene acompañada de malestar. Dare'kai al sentir el movimiento del océano se gira a ver a los forasteros, en especial a los hijos varones de Toruk Makto, haciendo que su rostro se vuelva un tanto molesto y frustrado.
—Bueno...Los dejo.
—Cuida a Ao'nung, por favor. Te lo encargo.
Sedna observa a su hermano a la distancia junto al resto de cazadores. Habló con su padre y, por fortuna, logró convencerlo de despojar al muchacho de sus obligaciones para que acompañe a los demás fuera del arrecife. Ahora, Ao'nung está feliz de haberse librado de los Sully, pero sigue enojado con su hermana sin saber que ella fue quien le ayudó a hacer su sueño posible. Aunque honestamente, a Sedna le da igual con tal de ayudarlo y verlo bien.
