AHORA

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— Lo prometí. Se lo prometí a Casey.— exclamó Kevin angustiado

«¿Así como prometiste protegerla?»

— No puedo hacerlo... La perdería.

«Y lo harás también si no nos permites tomar la luz»

Kevin caminaba de un lado a otro desesperado, incapaz de poder pensar o decidir que hacer. Entre lágrimas y gruñidos por seguir escuchando aquellas voces que no hacían nada más que atormentarlo.

«Ella estará a salvo despues de que todo terminé. Al igual que tú, como siempre debió ser»

— ¿Cómo pueden estar seguros de ello? — cuestionó inquieto

«Es una promesa, Kevin. Estamos aquí para protegerte, y ahora para protegerle a ella también. Pero para ello, debes entregar la luz una vez más»

Kevin detuvo su andar y se poso frente al espejo roto de la sala, mirándose fijamente y comprobando por si mismo lo vulnerable y débil que era. Él, sin la existencia de los otros, seguramente estaría acabado y probablemente muerto desde hacía bastante tiempo. Pero los creo con un propósito, mantenerlo seguro dentro de su mente y lejos de la luz. Esa había sido la condición de haberlos creado en primer lugar.

Pero ahora Casey estaba en peligro; esa chica que tanto lo apreciaba fuera quien fuera, la misma que lo ayudo y lo trajo de vuelta al mundo real para darle una nueva vida. Ella no necesitaba a Kevin, necesitaba a La Bestia, a La Horda en general. Solo ellos sabrían que hacer.

— ¿Es un trato entonces?

«Sera lo que tú quieras. Un final digno para ambos, pero un despertar glorioso para La Bestia»

Por Casey, lo que sea.... — suspiro antes de finalizar su frase — Háganlo.

The Horde and UsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora