Hope Miller, la nueva protegida de Harry Potter, conoce al eterno enemigo de su mentor, al parecer la enemistad no sólo es con Harry, porque rápidamente Draco y Hope acaban detestando al otro...
Juraban odiarse al principio, pero...
Del amor al odio...
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❝Niño Potter❞
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Al llegar al ministerio el viernes temprano Hope Miller se dispuso a ir a entrenar un rato, ya que ese día el señor Potter había cancelado su entrenamiento y la dejó entrar a la misma hora que los demás.
Pero ella decidió llegar a las 6 am y así cuando todos lleguen ella no tendría que entrenar con los otros novatos que no sirven para nada más que caer a sus pies, y no de la forma en que a ella le gusta.
Cuando pasaba por el salón del departamento de aurores donde estaban todos los escritorios se sorprendió de ver a Harry Potter saliendo del elevador con un chico muy parecido a él.
Ella trató de irse rápido para no interrumpir, pues si era quien ella cree no pensaba que fuese bonito presenciar un regaño al mayor de los niños Potter.
–¡Miller no huyas!–Regañó Harry al verla.
–Demonios–Se quejó la castaña.
Al voltearse vio a los dos azabaches acercándose a ella, su jefe traía puesta su ropa de trabajo normal mientras que el otro tenía puesta ropa de deporte y una muy fea mueca de odio al mundo.
Ella apreció el sutil parecido que comparten ambos, el chico no tendría más de 16 años y aún así ya era más alto que su padre, su cabello era negro pero no tanto como el de su padre y tenía muchos lunares que los diferenciaban, además de los ojos.
–Hope Miller, él es mi hijo mayor James Sirius Potter–Presentó el señor Potter con una media sonrisa–James, ella es la chica de la que te hablé–
–Ajá...–Contestó el chico sin verla.
–Hola James, tú padre me ha hablado mucho de ti...–Comenzó la Miller extendiendo su mano.
–No te molestes, él no habla de mí más que para quejarse–Cortó el chico.
La ojiverde se volteó hacia su jefe y le dedicó una mirada de comparecencia, definitivamente el niño sería un mimando total ¿Cómo creyó que alguien con el dinero y la posición del chico estaría triste por algo?
–No deberías hablarle así a tú jefa, hijo–Regañó el azabache mayor.
