Hope |¦Draco Malfoy¦|

[23]

❝Emergencia❞

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Hope leía tranquilamente en un diván de la sala de estar privada de la mansión Malfoy, llevaba ahí la última semana desde navidad porque le habían dado vacaciones en el trabajo y resulta que Draco creyó que era una buena oportunidad para convivir todos.

–¡Madrastra!–Llamó Scorpius muy alto mientras entraba a la entrada–¡Aquí estás!–Festejó cuando por fin la encontró.

–Scorpius–Saludó la castaña dejando de lado su libro–Te ves muy poco Malfoy sin tu traje–Bromeó al verlo con unos simples jeans y un suéter qué obviamente no era de él.

–Gracias, eso intento–Dijo el rubio sonriendo–¿Sabes dónde está mi padre?–

La ojiverde sonrió un poco al darse cuenta de lo emocionado que se veía Scorpius por mostrarle a su padre su atuendo de diario, pero se puso un poco mal al levantarse para entregarle una carta.

–Tuvo que salir esta mañana, prometió volver antes de la cena–Le explicó la Miller al joven–Dijo que puedes ir a visitar a tus amigos o Albus si quieres–

–De hecho quería pedirle que me lleve al Callejón Diagon a verlo–Masculló el ojigris un poco decepcionado–Pero creo que no se va a poder–

–Bueno ya que él insistió en que salieras y yo estoy aburrida puedo llevarte si quieres–Ofreció Hope con algo de nervios por el posible rechazo.

La mirada del adolescente se iluminó ante aquel ofrecimiento por parte de su madrastra, de inmediato aceptó y la arrastró para que le dijera a algún elfo que prepare el carruaje, pues Draco no lo dejaba salir solo y por lo tanto los elfos solo preparaban los carruajes si alguien más lo pedía.

Una hora después ambos miraban a través de la ventana del carruaje, sentados uno frente al otro mientras el juego de té hacía ruido y amenazaba con caerse en cada turbulencia que pasaban, todo el sonido se amplificaba por el silencio en la habitación.

–Entonces...–Inició el Malfoy con una sonrisa amable–¿Te dio libre el señor Potter?–

–Harry insistió, a mi no me gustan las vacaciones–Le explicó la mujer sin despegar la vista del cielo.

El chico pareció pensar en algún otro tema para conversar, pero no encontró nada más allá del clima y le pareció que ese tema mataría cualquier posibilidad de entretener a su madrastra, era mejor callar.

Cuando llegaron al Callejón Diagon ambos caminaban uno al lado del otro, todavía en silencio, ella había decidido que lo acompañaría al lugar donde quedó de verse con Albus y luego se iría por ahí a buscar algún regalo para el pronto cumpleaños de James Sirius.

–Y...–El joven una vez más mostraba la iniciativa para hablar–¿Cuál era tú lugar favorito para comer con tus amigos en la adolescencia?–Preguntó.

–Esto...–Hope lo pensó por un momento–No tenía muchos amigos, pero me gustaba Las Tres Escobas–

–¿Porque es acogedor?–Intentó descifrar el menor.