𝐒𝐀𝐅𝐄 𝐏𝐋𝐀𝐂𝐄 ★ richie tozier

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Desperté, pero no estaba sola, estaba rodeada por los brazos de Richie, miré el reloj de la mesilla que se encontraba junto a mi y vi que ya eran las 10, así que me giré hacia el lado que estaba Richie, mirándole.

- Ey, Richie despierta. - Intenté despertarle. - Despierta. - Insistí viendo como lentamente abría los ojos.

- Hola bonita, ¿Cómo has dormido? - Preguntó con los ojos entrecerrados, que lindo.

- Genial, ¿y tú? - Le sonreí.

- Muy bien.

Cuando ya estábamos preparados, vi que me estaban llamando, así que fui hacia el teléfono y contesté.

- ¿Si, quien es? - Pregunté mientras Richie observaba con intriga mi casa.

- Soy yo, Beverly, por favor venid rápido a mi casa, es urgente. - Contestó, se notaba angustia en su voz, por lo que me preocupé.

- Esta bien, ahora aviso a Richie. - Dije y él me miró. - Adiós.

- Hasta ahora. Gracias. - Colgué el teléfono y me giré hacia Richie.

- Es Beverly, dice que vayamos todos a su casa, es urgente.

Ya estábamos yendo, ellos iban discutiendo sobre que los callejones eran peligrosos, bueno, más bien era Eddy el que decía que eran peligrosos.

Cuando ya llegamos, vi a Beverly bajar rápidamente las largas escaleras.

- Ya estáis aquí. - Dijo apoyándose sobre sus piernas para descansar por andar tan rápidamente. - Tengo que enseñaron algo. - Dijo regresando a la posición principal.

- ¿Qué pasa? - Pregunté con cierta preocupación.

- Mi padre me mata si se entera de que he metido a chicos en casa. - Dijo preocupada, sabía que lo que había pasado era algo malo, si no, no nos habría avisado tan rápido.

- Que se quede alguien vigilando. - Propuso Bill. - Richie, Maya, quedaros aquí.

- ¿¡Porqué siempre nosotros!? - Dije desesperada. Pero ignoraron mi comentario, que guay.

- Wowowo ¿Y si vuelve su padre?

- Haz lo que siempre haces, empieza a hablar. - Contestó Stanley, por lo que Richie lo miró ofendido y yo traté de no reír.

- ¡Que es un don! - Les gritó, seguidamente dejó su bici en el suelo, bueno, más bien la tiró. - ¿Ahora que hacemos?

- ¿Vigilar? - Dije, es lo que había dicho que hiciéramos Bill.

- No, eso es aburrido, ¿damos una vuelta?

▭ 𝟏𝟑,𝟎𝟐 𝐩.𝐦.

En todo este tiempo, Richie y yo estuvimos haciendo todo, menos vigilar, primero paseamos, y fuimos hasta un parque, y después fuimos a un puesto de helados, y volvimos a caminar, entre muchos besos y abrazos.

Y finalmente tuvimos que volver, porque no sabíamos cuando iban a salir de la casa de Beverly, espero que no haya ido su padre.

- ¡No, si nos encanta ser vuestros porteros! - Se quejó Richie con sarcasmo. - No podíais haber tardado más, joder.

- Cállate ya Richie. - Le contestó Eddie, cansado de sus quejas.

- Eso, cállate Richie. - Siguió Stanley.

- Oh vale. - Se quejó ofendido. - Que se calle el bocazas, ya lo pillo. - Siguió, mientras también seguía manejando la bicicleta alrededor nuestro. - Yo no soy el que a fregado el baño y se a imaginado que su lavabo a acabado como la vagina de la madre de Eddie en Halloween. - Yo seguí aguantándome la risa por sus comentarios.

- No se lo a imaginado. - Dijo Bill, y todos se quedaron en silencio. - Ta-También he visto a-algo.

- ¿También has visto sangre? - Preguntó Stanley.

- S-sangre no, yo he visto a... G-ge-Georgie. Parecía tan real, parecía que era él, pero había un...

- Payaso. - Acabó Eddie, y se me heló la sangre, solo de pensar en sus horripilantes ojos, que parecía que le absorbían el alma. - Yo también lo he visto. - Todos asintieron, yo no, no sabía que decir tenía tanto miedo de esta figura que interrumpía mis pensamientos desde hace dos días.

- Esperad... ¿Es algo que sólo ven los vírgenes, por eso nosotros no hemos visto una mierda? - Dijo señalándonos. Todos pasaron de su comentario, pero yo solté una leve risa sabía que lo hacía con intención de que me sintiera más cómoda y para relajar el ambiente.

- Oh mierda, es el coche de Belch Huggins, es mejor que nos largueros. - Soltó Eddie.

- Sí. - Dije.

- ¿Esa no e-es la bici de el desescolarizado? - Preguntó Bill.

- Sí, es la de Mike. - Dijo Eddie con cierto temor.

- Tenemos que ayudarle. - Siguió Beverly. ¿Qué? ¿Quería que nos matasen? Que valiente es esta chica.

- ¿Enserio? - Suspiró Richie.

- Sí. - Dijo Beverly y dejó caer su bici, y todos hicieron lo mismo, bueno, Stanley la dejó apoyada. Menos Richie y yo, que tardamos mar en ir.

- Henry nos va a matar. - Dije, y seguidamente agarré su mano y eche a correr con él, detrás de los demás.

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- editado el 31 de dic 2023